La Paz, 10 de abril (Urgentebo).- El supuesto líder de la banda criminal que atracó la remesa de brinks, Mariano Tardelli, fue atrapado gracias a un operativo encubierto, aseguró el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
Romero, en entrevista con la radio Compañera, señaló que los constantes operativos que planificaba la Policía no eran fructíferos debido a que algunos comunarios “filtraba información” de los movimientos de los uniformados e incluso despistaban a los oficiales que solicitaban alguna información.
”La lógica fue que si estamos persiguiendo a los atracadores y hay comunarios que hacen un bloqueo, mejor es perseguir a los comunarios y es así como cae Tardelli. Fue un operativo con gente encubierta, cuando (los comunarios) estaban llevando la comida (para Tardelli) ahí se puede establecer donde estaba”, señaló Romero.
El ministró confirmó que Tardelli pagaba a los comunarios a cambio de su protección y silencio.
Esta información también fue confirmada por el viceministro de Seguridad Ciudadana, Carlos Aparicio. “Lorenzo Surubí -uno de los atracadores capturados- está relacionado con estos pobladores y dirigentes de la zona. Tardelli les pagaba, les daba motores, se los pagaba grupos musicales para que amenicen sus fiestas y de esa manera se había ganado la confianza de la población y algunos de los pobladores participaron en poder ocultarlo y entorpecer el trabajo de la policía”, señaló Aparicio.
El viceministro aseguró que Tardelli sería el líder de esta banda criminal que se dedica, según las primeras investigaciones, al narcotráfico y el tráfico de piedras preciosas; además, tendría una relación directa con el grupo del PPC brasileño.
“Este sujeto encabezaría esta organización criminal con el objetivo de narcotráfico con la administración de varias haciendas que servían para la elaboración de sustancias ilícitas y el acopio de droga”, aseguró.
Hasta hora, las investigaciones han confirmado que las haciendas que eran administradas por Tardelli son las de la hacienda Laura, donde fue el primer enfrentamiento con la policía boliviana; la hacienda Alborada y la hacienda Naranjos.
Sin embargo, el ministro de Gobierno descartó cualquier posibilidad de que carteles de droga extranjeros estén operando en el país. Aseguró que el territorio boliviano es un campo difícil de controlar por su extensión y población dispersa, pero resaltó que la Policía Nacional logró desbaratar a esta banda internacional aún con las dificultades del terreno y el lugar.