Febrero 11, 2025 -H-

Trump impone aranceles del 25% al acero y al aluminio que entrarán en vigor en marzo


Martes 11 de Febrero de 2025, 8:15am






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11 de febrero (Infobae).- A partir del 12 de marzo de 2025, todas las importaciones de acero y aluminio en Estados Unidos estarán sujetas a un arancel del 25 %, según una serie de órdenes ejecutivas firmadas por el presidente Donald Trump en horas de la noche de este lunes.

En estos documentos, el líder republicano argumentó que las importaciones de estos productos “amenazan con alterar la seguridad nacional” y por eso decreta el inicio de los aranceles “a partir del 12 de marzo de 2025”.

La medida afectará a las importaciones de Argentina, Australia, Canadá, México, la Unión Europea (UE) y el Reino Unido, y en el caso del acero, también a Brasil, Japón y Corea del Sur.

“Hoy estoy simplificando nuestros aranceles sobre el acero y el aluminio. Es un 25 % sin excepciones ni exenciones”, declaró Trump en la Oficina Oval.

Trump también indicó que considera aplicar aranceles adicionales sobre automóviles, productos farmacéuticos y microchips, sectores estratégicos en el comercio global.

“El presidente Trump ha dejado claro que una parte fundamental de la ‘Edad de Oro de América Primero’ es la producción de acero”, afirmó Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional, en una entrevista con CNBC.

Además, el mandatario anunció que esta semana detallará un plan de “aranceles recíprocos”, con el que pretende equiparar las tarifas que otros países imponen a productos estadounidenses.

Durante su primer mandato (2017-2021), Trump impuso aranceles generalizados, argumentando que las industrias estadounidenses enfrentaban una competencia desleal por parte de Asia y Europa.

Reacciones internacionales

El impacto de las nuevas tarifas ha generado reacciones en varios países.

La industria siderúrgica de Canadá advirtió sobre una “disrupción masiva”, mientras que la Comisión Europea aseguró que tomará medidas para “proteger los intereses de las empresas, trabajadores y consumidores europeos”.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, declaró en una entrevista que está dispuesto a enfrentarse a Trump en el tema de los aranceles contra la Unión Europea, aunque insistió en que Estados Unidos debería centrar sus esfuerzos en China.

Por su parte, el ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, advirtió que un conflicto comercial “solo tiene perdedores”. Según la consultora Roland Berger, el 25 % de las exportaciones europeas de acero tienen como destino Estados Unidos.

En el Reino Unido, la industria siderúrgica calificó la medida como un “golpe devastador”.

Trump también ha dirigido su política arancelaria contra China, imponiendo un arancel adicional del 10 % a las importaciones desde la segunda mayor economía del mundo. En respuesta, Beijing anunció represalias, incluyendo nuevos aranceles sobre carbón y gas natural licuado (GNL) estadounidenses.

El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Guo Jiakun, afirmó que “no hay ganadores en una guerra comercial o arancelaria”.

Durante una reciente visita del primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, Trump insistió en la importancia del acero, asegurando que había logrado un acuerdo para que la empresa japonesa Nippon Steel invirtiera en US Steel en lugar de adquirir la compañía.

A pesar de las preocupaciones comerciales, los principales índices de Wall Street cerraron al alza el lunes, mientras que los mercados de Londres y Fráncfort alcanzaron nuevos récords. En Asia, los resultados fueron mixtos.

“La reacción de los mercados sugiere un cierto ‘cansancio arancelario’ entre los inversores", opinó Kathleen Brooks, directora de investigación del grupo XTB.

El dólar también se fortaleció frente al dólar canadiense, el peso mexicano y el won surcoreano tras el anuncio de los aranceles.

Analistas advierten que, si bien Trump ha defendido los aranceles asegurando que su costo será asumido por los exportadores extranjeros, es probable que las empresas estadounidenses que dependen del acero importado enfrenten mayores costos de producción, lo que podría trasladarse a los consumidores finales.

Además, con la posibilidad de nuevos aranceles a sectores clave como el automotriz y tecnológico, el conflicto comercial amenaza con extenderse más allá de la industria siderúrgica.

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