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Yuri Zhirkov se proyectaba constantemente por el carril izquierdo del elenco ruso (Foto Infobae)

Redacción central, 17 de junio (Infobae).- Tras una colorida ceremonia inaugural, la selección de Rusia dio inicio a la nueva edición de la Copa Confederaciones. El país anfitrión comenzó con el pie derecho, ya que derrotó 2-0 a Nueva Zelanda en el primer partido del certamen que servirá como simulacro de la Copa del Mundo que se disputará en próximo año.

En el polémico estadio de San Petersburgo, el combinado local comenzó como una ráfaga. Abrumó al elenco oceánico desde el inicio con la proyección por la banda izquierda de Yuri Zhirkov, quien se asociaba con el joven mediapunta Aleksandr Golovin. El local presionaba alto y atacaba con mucha gente. Pudo ponerse en ventaja rápidamente, a los seis minutos, pero el cabezazo de Viktor Vasin en un tiro de esquina pegó en el poste de la portería defendida por Stefan Marinovic.

Con la movilidad de Fiodor Smólov, el centrodelantero ruso que retrocedía unos metros para asociarse con los volantes, el elenco de Stanislav Cherchésov desarmaba a la defensa neozelandeza. La segunda chance nítida la tuvo Dmitry Poloz, quien superó al guardameta rival pero su remate fue rechazado en la línea por Tommy Smith.

A los 30 minutos, cuando Nueva Zelanda empezó a crecer y ser un poco más protagonista, llegó la apertura del marcador a favor de Rusia. El combinado local incomodó a su rival en la salida y, tras un gran pase filtrado de Poloz, el neozelandés Michael Boxall anotó un autogol al querer impedir la anotación del ruso Denis Glushakov. La selección anfitriona logró irse con la victoria parcial al descanso, en una primera etapa en la que dominó en la mayoría de los aspectos del juego.