Enero 14, 2025 -H-

¿Y si dejamos de mentirnos?


Martes 14 de Enero de 2025, 6:45am






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Decir lo que diré, lo reconozco, puede ser políticamente incorrecto. Seguiré compartiendo ideas para el debate electoral y así enfrentar los problemas que no siempre se discuten.

Hasta el día de hoy, 14 de enero del 2025, existen 19 pre candidatos que aspiran el voto ciudadano no masista; en orden alfabético:

1. Alianza firmada por Luis Fernando Camacho, Samuel Doria Medina, Carlos Mesa y Tuto Quiroga. De tendencia liberal, nacionalista revolucionaria y social demócrata, se han sumado, Amparo Ballivián, Carlos Borth, y el Rector Vicente Cuellar.

2. Chi Hyun Chung, que agrupa a los movimientos confesionales cristianos.

3. Branko Marinkovic, con ADN y tratando de aglutinar a la derecha ultra liberal, "odiadora de los zurdos"

4. Rodrigo Paz Pereira, con formación social demócrata, es el único pre candidato que ha recorrido 246 municipios del país.

5. Manfred Reyes Villa, populista y cuestionado por la oposición por su cercanía al MAS.

6. Movimiento Demócrata, con sigla reconocida; su líder nacional Rubén Costas, ha renunciado a ser candidato y se ha comprometido fortalecer un frente amplio de unidad.

7. MNR, con sigla reconocida y sin propuesta de candidato. Johnny Torrez, Jefe Nacional, aspira continuar en la Alcaldía de Tarija y propone apoyar la articulación de la unidad.

8. UCS, del alcalde de la ciudad de Santa Cruz Johnny Fernández Saucedo; ha señalado que, a finales de enero un congreso "definirá si van solos o hacen alianza."

9. El Bunker. Un agresivo dinamizador del debate, la movilización social y proponente permanente de acciones para superar la inactividad electoral. Uno de sus fundadores, Agustín Zambrana, se ha replegado a la lucha cívica en Santa Cruz, y Virginio Lema, no encuentra el espacio que ocupará la organización que han construido.

10. Están los pre candidatos que no aparecen en ninguna de las encuestas.

11. Marcelo Claure, un actor silencioso, no partidario, no ideológico, no orgánico, y sin embargo, rotundamente presente; ha prometido la realización de una gran encuesta nacional, las eventuales primarias y la creación de un fondo económico de apoyo electoral. Para evidenciar su promesa, ha firmando con un instituto de la Universidad de Harvard, la realización de estudios que alienten el desarrollo de Bolivia.

En medio de ese panorama, se ha producido una inflexión notable. Rubén Costas, presidente del Movimiento Demócrata Social, es el primer líder político que, teniendo un partido reconocido y estructura propia, ha anunciado que no será candidato presidencial.

El anuncio realizado en su congreso se vio acompañado de otras propuestas: apoyar la creación de un frente amplio y unido, poniendo a disposición de las fuerzas de oposición, su estructura partidaria. Convertir a Demócratas en un eje de unión a fin de promover el consenso y responder a la inquietud, a la angustia y al pedido de la gente. Proponer lista de precandidatos que incluyan profesionales notables. Valorar los partidos cuando todos hablan mal de ellos señalando que "la democracia es con partidos, con estructura que cuesta construir." Ha propuesto 11 lineamientos para un programa de gobierno que represente la doctrina de la democracia social.

Hace unos días, y cuando lo políticamente correcto para algunos es ostentar lo "libertario, la derecha y el odio a los zurdos" con las arengas de Milei, Bolsonaro y Trump, sorprendió en una entrevista con una afirmación disruptiva: "Yo soy un hombre liberal (ciudadano de mentalidad abierta, tolerante, alejado del dogma) y de izquierda (que busca la equidad social).”

La visión de los líderes, debe facilitar el ejercicio de un voto que permita superar con inteligencia, los 20 años del MAS. Lo que ha hecho Rubén es importante y oportuno y muestra el camino a otros 19 ciudadanos que aspiran a lo que él, teniendo las condiciones, ha renunciado. La Alianza tienen la responsabilidad de encontrar una propuesta que resuelva las dificultades de la unidad al mismo tiempo que se juega su credibilidad frente a un electorado todavía escéptico, cansado y cada vez más encabronado por la crisis.

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