La Paz, 28 de junio (Jacqueline Maydana, Urgente.bo).- Desde “narcotraficantes, traidores, corruptos, hasta violadores”. Las acusaciones entre oficialistas sobrepasan cada vez más la “línea roja”. Las dos corrientes más visibles del Movimiento al Socialismo (MAS): Evistas vs arcistas están en guerra abierta. Y la noche de este martes, la Asamblea Legislativa Plurinacional fue escenario de una de las disputas más duras entre corrientes del oficialismo. El evismo y la oposición han censurado al hasta ahora ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.Para los analistas políticos y los actores del fraccionamiento, estas discrepancias son irreconciliables y hay muy pocas probabilidades de un acercamiento en pro de la unidad.
“Cada vez veo más complicado que el MAS pueda tener un camino de unidad. Cada vez las alas (evistas y arcistas) han ido endureciendo el tono, la una contra la otra”, expone la analista política Susana Bejarano.
Las últimas acciones y declaraciones de ambos bandos han calentado más el ambiente de confrontación. El vicepresidente del MAS, Gerardo García, prohibió que las autoridades designadas (ministros, viceministros, directores, funcionarios y otros), participen de congresos. Asimismo, calificó públicamente a Luis Arce de enemigo del MAS. En contra parte, la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (Csciob) resolvió expulsar de sus filas a García, quien es muy cercano al líder cocalero Evo Morales.
En este contexto, es altamente improbable que sea posible generar algún tipo de reconciliación, dice el exviceministro y cercano al Vicepresidente David Choquehuanca, Freddy Bobaryn. “Se han cruzado muchas líneas rojas y eso deja secuelas, deja cicatrices, evidentemente hay un daño que de manera sostenida le hace Evo a su propio gobierno”.
Gerardo García asegura que la ruptura dentro del MAS, entre quienes siguen al Presidente Luis Arce y los afines a Evo Morales, es definitiva. Es más, menciona que esa fracción de arcistas es libre de crear su propio frente político. “Les hemos dejado las puertas abiertas a que lo hagan, no hay problema”, agrega.
Bajo el concepto de traición, García está seguro de que Arce trabaja su propia estructura política: el Partido Socialista Uno, PS1.
El senador del ala radical, Leonardo Loza, asevera que sin duda, el gabinete de Arce decidió separarse del MAS e incluso puso en duda de que los funcionarios sean militantes del partido.
Por su parte, el diputado del ala arcista del MAS, Rolando Cuellar, coincide con su rival, Gerardo García, y asegura que una reconciliación es imposible. Califica de “vieja rosca” a los seguidores de Evo y considera que ahora se debe limpiar y quitar esas “mafias” del partido.
“Es imposible que nosotros nos aliemos con quienes han encubierto el narcotráfico, es imposible conciliar con mafias, con corruptos que es la vieja rosca. Nunca vamos a conciliar con esta organización criminal que le hace mucho daño a la gestión de Gobierno, le hace mucho daño al Movimiento Al Socialismo”, asegura Cuellar.
La senadora del ala arcista Ana María del Castillo está segura de que esta división no se origina en el interior del MAS, sino de pensamientos y posiciones contrarias del líder del instrumento político, Evo Morales. Para ella, el cocalero le dio la espalda a Luis Arce, de ahí se explicarían sus constantes ataques contra el Gobierno.
Según la legisladora, el exPresidente cree que el MAS le pertenece y por ello tiene una actitud opositora radical. “Si bien el MAS fue representado por Evo Morales una temporada, sabemos que los cargos son pasajeros. El MAS no pertenece a una persona o a un grupo de personas”, asevera la senadora.
La legisladora no es la única que apunta a Evo como el principal causante de la división. Bobaryn está seguro de que el exmandatario sufre de una “patología de poder”, y que busca confundir a las organizaciones para hacerles creer que el MAS y el pueblo son una personificación de Evo. “Cualquier ataque al pueblo, es un ataque a Evo”, expone.
Asimismo, ante los ataques al Gobierno, Bobaryn ve en Evo una “ambición patológica, que no conoce límites con tal de lograr sus objetivos, vive en una paranoia política y una falta de conciencia de sí mismo”.
La división ha pegado duro en los legisladores, el vicepresidente del MAS menciona que se ha excluido y discriminado a muchos diputados y senadores solo por seguir a Evo e incluso dice que no se les dejó participar del gabinete ampliado reciente.
Esta posición es también compartida por el diputado ista, Ramiro Venegas, quien afirma que circula una lista en la Casa de Pueblo que excluye de las medidas políticas y de gestión a la corriente evista.
Por su parte, los arcistas están seguros de que sus colegas tratan de trabar la gestión de Arce al oponerse de proyectos de ley que presenta el Presidente ante el Legislativo.
UN MAS DEBILITADO
La analista Bejarano asegura que si no se subsanan las discrepancias en el MAS, es casi seguro que no ganará en las elecciones presidenciales del 2025. “Se aleja de ganar las elecciones, sería un MAS fraccionado, debilitado. No creo que esa postura (división) sea una que sume posiciones, de ninguna manera”, asegura la politóloga.
Para la analista, estas discrepancias no sumarán votos a uno u otro. “No es que Evo Morales, por pelearse con Luis Arce, logre persuadir a gente o persuadir a corrientes políticas fuera del MAS, eso no ha pasado, y tampoco es que Luis Arce logra persuadir a fuerzas políticas fuera del MAS”.
En ese marco, una reconciliación podría ser clave para que el MAS obtenga la victoria en las próximas elecciones. La iniciativa para tratar de sanar heridas debería partir, según Bobaryn, de la dirección nacional del MAS. “En todo caso, debería ser la dirección del MAS que dé señales reales, caso contrario, yo creo que va a ser muy difícil porque todos sabemos que Evo Morales es una variable incontrolable”, asegura.
Bejarano menciona que sea Arce o Morales quien llame a la reconciliación, recibirá prestigio al interior del partido. Sin embargo, un hecho que podría salvar definitivamente al MAS es la democratización.
“Un proceso democratizante podrá ayudar a salir al MAS de este diferendo. En el mismo MAS se plantean varios escenarios, unos apuestan a la necesidad de una mayor democratización”, dice Bejarano.
Este proceso requiere de instrumentos para la elección de candidatos. “Quizá le dé la viabilidad que en este momento el MAS necesita”.
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