01 de febrero (Mané Montalvo para Urgente.bo).- Una semana atrás le hicieron pedir disculpas al portero de la Verde, Carlos Lampe, por decir que el terreno de juego del Estadio Siles estaba en malas condiciones. Tal como las caricaturas de Al-Azar sobre el Carnaval de Oruro o los comentarios de una turista boliviana sobre la suciedad de la ciudad de Uyuni (un par de meses antes de que el activista francés Alexis Dessard organice la limpieza y lo aplaudan), Lampe tuvo que disculparse ante la infantil indignación (y esperada lapidación pública) de los que no admiten la crítica en nuestro país. Y la verdad hoy, la cancha no estaba en malas condiciones. Lampe se quedó corto. Era un potrero. Un desastre. Una vergüenza para la Eliminatoria más competitiva del planeta. El Siles fue una de las mejores canchas de Sudamérica. Una mesa de billar. En otros tiempos.
Se entonaron los himnos nacionales de los dos archirivales en un Siles semivacío. Estadio a mitad lleno a pesar de jugar contra nuestro rival histórico de la Conmebol (Hubo más espectadores en Sucre en el amistoso frente a Trinidad & Tobago). Aplauso nuevamente, por lo tanto, a los fieles hinchas de la Selección que encima de la lluvia tuvieron que sufrir y ver el inexorable hundimiento de la Verde.
Con Chile 0-1 arriba, Bolivia sufrió los embates de Alexis Sánchez y del inglés Brereton, hasta el gol de Enoumba para luego ver como el rival le perdonó la vida tanto casi todo el primer tiempo, con una seguidilla de cinco corners en el primer tiempo. Increíble. Chile fue perdiendo aire y desperdició la chance de marcar al menos 3 goles en los primeros 20 del primer tiempo. Premonitorio.
En el segundo tiempo, la Verde ahogó al rival. La entrada de los Vaca le dio mayor velocidad a Bolivia. Cortés hizo cuatro tapadas sensacionales, remplazando con altura a Claudio Bravo. El principio del segundo tiempo hizo olvidar el desastre colectivo del primer tiempo, casi tan catastrófico como el partido de Barinas. Un palo de Vaca en el minuto 23 y el travesaño de Enoumba en el 25 auguraban otro resultado. Para entonces, Bolivia debía ganar 3-1.
Pero el gol de Islas, cuando nadie lo esperaba, marcó el 1-2, luego de gran toque de Alexis en el minuto 32, y nos devolvió al mundo real. La defensa se durmió como en Venezuela. Y Chile todavía tiene algunas luces de su “generación dorada” que le permiten remontar en condiciones adversas. Luces como la de Alexis Sánchez en el minuto 40 del ST, que marcó el lapidario 1-3. Moreno Martins descontó a los 43’ del ST. 2-3, goleador de la Conmebol. Brian Cortés, el tocopillano Alexis Sánchez e Islas fueron las figuras indiscutibles del partido.
La realidad es que la Verde de hoy es una de las peores selecciones nacionales de los últimos 40 años. Bolivia no tiene ya jugadores en grandes ligas. El mismo “Flecheiro” podría concluir su carrera en Cerro Porteño, Lampe no es titular en Vélez y Arce ni siquiera tiene equipo. Enoumba, una de las figuras de la Verde, apareció hace dos años de la nada y fichó para Always. Así no se puede pretender llegar a una Copa del Mundo. Lo que viene no es para nada bueno. Y si Chile logra por milagro llegar al repechaje con este 2-3, será por esta tarde negra en el Siles.
César Farías es un DT cuya terquedad en varios partidos de visita (jugar con línea de tres sin tener defensores sólidos), le impidió ser el arquitecto de un pequeño renacimiento del fútbol nacional. Farías se irá con un millonario cheque. Mientras tanto, la Verde sigue y por lo visto seguirá siendo la única de la Conmebol sin tener campo de entrenamiento propio, y por lo visto en el Siles hoy, ya no tiene ni siquiera un estadio decente para jugar sus partidos. El futuro es verde oscuro.
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