8 de abril (Urgentebo).- El sector de la construcción mostró una dinámica positiva en los últimos trece años en un entorno de dinamismo de la demanda interna y de la actividad económica boliviana. Así, con cifras anuales disponibles, el sector registró en promedio un crecimiento de 8,5% entre 2006 y 2017, muy por encima del 1,5% observado entre 1994 y 2005.
“Es importante aclarar que en ninguno de los años del período 2006-2017 el sector mostró contracciones, sino por el contrario, se experimentó un crecimiento sostenido. Asimismo, la actividad constructora creció en 3,3% hasta el tercer trimestre de 2018. Por lo tanto, el sector no se encuentra estancado ni retrocedió a niveles de 2012 y 2013 como indica Cadecocruz”, dice un párrafo de la nota de prensa del Ministerio de Economía y Finanzas Publicas.
Uno de los indicadores que respalda el crecimiento del sector específicamente en 2018 es la producción de cemento y otros materiales de construcción, actividad que también se expandió en 6,8% hasta septiembre de dicho año.
Sólo la producción de cemento creció en 4,1% en 2018, superior al ligero crecimiento registrado en 2017. Las ventas de cemento igualmente se mostraron dinámicas, con un ascenso anual de 3,3%, especialmente influenciado por Santa Cruz, donde éstas se expandieron en 31,8%.
Asimismo, la cartera de créditos destinada al sector de construcción anotó cifras récord en los últimos años, en el marco de la Ley de Servicios Financieros que promueve la inversión en sectores estratégicos con el objetivo de estimular e impulsar el desarrollo económico y productivo del país. En efecto, en 2018 se registró $us2.822 millones en préstamos dirigidos al sector, lo que significó un incremento de 1.173,3% respecto a 2005, cuando éstos se ubicaban en apenas $us222 millones; en el último año el crecimiento fue de 25,4% en relación a 2017, lo cual implica un significativo dinamismo en 2018. Asimismo, la solvencia y la capacidad de pago de los prestatarios del sector mejoró, ya que el índice de morosidad se ubicó en 1,9% en 2018, ratio mucho menor al 21,6% observado en 2005, fue 2,0% en 2017.
Por ot
o lado, es preciso señalar que la Ley de Servicios Financieros también apoya al sector de construcción a través de los créditos de Vivienda de Interés Social (VIS), destinados a coadyuvar a familias bolivianas que no cuentan con una vivienda propia, impulsando de este modo al sector constructor, al mercado inmobiliario e incrementando la oferta de viviendas. Así, los créditos VIS llegaron a $us3.180 millones en 2018, cifra superior en 33,1% a la registrada el 2017, beneficiando a 68.447 familias desde su implementación en 2014.Desde el gobierno nacional también se asumieron medidas de fomento a la actividad del sector constructor, como bien lo reconoce Cadecocruz; entre ellas, resalta la normativa en relación a mejorar las condiciones de participación del sector en obras públicas y la posibilidad de que las planillas de avance de obras sean presentadas como garantía no convencional para acceder a financiamiento; igualmente, destaca la determinación del seguro para los trabajadores del rubro a fin de protegerlos.
Por lo tanto, el sector de construcción ha sido uno de los más dinámicos en los últimos años, favorecido por el incremento del nivel de actividad económica en el país, de los ingresos de la población y de medidas de política económica específicas que fomentaron al sector.