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El COVID-19 podría afectar la fertilidad y causar disfunción sexual masculina


Jueves 9 de Septiembre de 2021, 8:15am






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9 de septiembre (Infobae).- COVID-19 puede impactar negativamente la fertilidad, sobre todo en hombres. Los componentes del sistema renina-angiotensina-aldosterona son esenciales en diversas funciones testiculares, siendo este uno de los órganos no respiratorios con mayor expresión de la enzima convertidora de la angiotensina. La enzima actúa como receptor huésped principal de la COVID-19.

Debido a ello, expertos de distintos hospitales de Murcia han publicado un estudio en la revista Nefrología que tiene como objetivo principal analizar la influencia de COVID-19 sobre los aparatos reproductores masculino y femenino para poder examinar si los mecanismos del virus producen infertilidad.

Además, un nuevo estudio sobre la seguridad de las vacunas ha mostrado que las vacunas de ARNm de Pfizer y Moderna no dañan el sistema reproductor masculino. Por lo tanto, esta es otra razón para vacunarse: preservar la fertilidad y la función sexual masculinas.

Las investigaciones más recientes de profesionales de la Universidad de Miami han arrojado nueva luz sobre las preguntas en torno a los trastornos de fertilidad que puede generar el coronavirus.

El equipo, a cargo de Ranjith Ramasamy, director del Programa de Urología Reproductiva de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami, ha descubierto implicaciones potenciales de gran alcance para los hombres de todas las edades, incluidos los hombres más jóvenes y de mediana edad que desean tener hijos.

En su trabajo el equipo científico analizó los tejidos de la autopsia de los testículos de seis hombres que murieron a causa de la infección por COVID-19.

“El resultado demostró que el virus COVID-19 apareció en los tejidos de uno de los hombres, mientras detectamos una disminución en el número de espermatozoides en tres”, explica Ramasamy.

Otro paciente que sobrevivió al COVID-19 se sometió a una biopsia de testículo unos tres meses después de que su infección inicial por COVID-19 desapareciera. La biopsia mostró que el coronavirus todavía estaba en sus testículos.

Su equipo también descubrió que COVID-19 afecta al pene. Un análisis del tejido de ese órgano de dos hombres que recibieron implantes mostró que el virus estaba presente de siete a nueve meses después de su diagnóstico de COVID-19. Ambos habían desarrollado una disfunción eréctil grave, probablemente porque la infección provocó una reducción del suministro de sangre al órgano.

En particular, uno de los hombres solo tenía síntomas leves de COVID-19. El otro había sido hospitalizado. “Esto sugiere -completa Ramasamy- que incluso aquellos con un caso relativamente leve del virus pueden experimentar una disfunción eréctil grave después de la recuperación”.

Estos hallazgos no son del todo sorprendentes. Después de todo, los científicos saben que otros virus invaden los testículos y afectan la producción de esperma y la fertilidad. Por ejemplo, los investigadores que estudiaron los tejidos de los testículos de seis pacientes que murieron por el virus del SARS-CoV de 2006 encontraron que todos tenían una destrucción celular generalizada, con pocos o ningún esperma.

También se sabe que los virus de las paperas y del Zika pueden ingresar a los testículos y causar inflamación. Hasta el 20% de los hombres infectados con estos virus tendrán una producción de esperma deficiente.

Lo más seguro: las vacunas

La investigación adicional del equipo de Ramasamy trajo buenas noticias. Un estudio de 45 hombres publicado en Jama (el medio oficial de la Asociación Americana de Medicina) mostró que las vacunas de ARNm de Pfizer y Moderna parecen seguras para el sistema reproductivo masculino. “Ésta, entonces -dice Ramasamy-, es otra razón para vacunarse, un modo de preservar la fertilidad masculina y la función sexual”.

Este es solo un primer paso sobre cómo el COVID-19 podría afectar la salud sexual masculina; las muestras fueron pequeñas y los estudios deben continuar. Aún así, para los hombres que han tenido COVID-19 y luego han experimentado dolor testicular, es razonable considerar que el virus lo ha invadido. “El resultado puede ser una disfunción eréctil -indica el especialista-. Esos hombres deberían ver a un urólogo”, dijo Ramasamy.

Los especialistas de la Universidad de Miami consideran que la investigación presenta un mensaje urgente de salud pública con respecto a las vacunas COVID-19. “Para los millones de hombres estadounidenses que permanecen sin vacunar, este puede ser un argumento que les permita considerar nuevamente las consecuencias si este virus altamente agresivo los encuentra”, afirma Ramasamy.

Una razón para la vacilación de las vacunas es la percepción entre muchos de que las inyecciones de COVID-19 podrían afectar la fertilidad masculina. “Nuestra investigación muestra lo contrario. No hay evidencia de que la vacuna dañe el sistema reproductivo de un hombre. Pero ignorar la vacuna y contraer COVID-19 muy bien podría hacerlo”, concluye el especialista.

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