Hace más de 45 años, el mítico estadio Hernando Siles fue escenario para que el alemán Franz Beckenbauer, como parte del equipo de Cosmos, juegue contra una combinación del Always Ready y Bolívar.
“El Cosmos era un equipo de renombre mundial a pesar del retiro de Pelé sólo un año antes. Trajeron a Cosmos por invitación de Always Ready, y como el rival tenía todavía jugadores de renombre tuvieron que reforzarlo con Bolívar”, recuerda Mané Montalvo, analista deportivo que escribe para Urgente.bo.
Ese partido se jugó el 18 de noviembre de 1978 y pudo hacerse realidad gracias a la gira del Cosmos por Sudamérica y por la relación que existía entre los dirigentes del fútbol boliviano.
“Cosmos de Nueva York perdió 0-2 frente al CAR Bolívar, pero Beckenbauer ni nadie del Cosmos) se quejaron jamás de la altura”, añade Montalvo.
El CAR-Bolívar tenía en su alineación los siguientes nombres: Tórrez, Cornejo, Robles, Solórzano, Dalmazzone, Pariente y Barreiro de filas del cuadro millonario. Por la Academia integraron el onceno Pablo Baldivieso, Porfirio Jiménez, Carlos Aragonés y Jesús Reynaldo. En el complemento ingresaron Ricardo Troncone por Solórzano y el arquero Carlos Conrado Jiménez en sustitución de Tórrez. El técnico fue Wilfredo Camacho, según recuerda una nota de Página Siete.
Montalvo recuerda también que Beckenbauer, Sepp Maier y Gerd Müller fueron los compañeros de Ramiro Blacutt en el Bayern München de finales de los 60.
El resultado final del compromiso fue favorable al combinado nacional por 2-0, con tantos conseguidos por el bolivarista Tamaya Jiménez, a los 17 minutos del segundo tiempo, y el millonario Mario Pariente, sobre los 20 de la misma etapa.
Otro de los acercamientos del “Kaiser” con nuestro país fue gracias a su coincidencia con Ramiro Blacut, figura de la Verde campeona de América de 1963 e íntimo amigo de Beckenbauer a quien conoció cuando jugaban en las divisiones inferiores del Bayer Munich.
Blacut vivió en Alemania y fue aceptado en el club alemán, convirtiéndose en el primer sudamericano en ingresar a un club de élite. De esta forma, la opinión pública pudo conocer algunos de los pormenores de uno de los reyes del fútbol en sus incios.
Por ejemplo, Blacut contó que en esos años, figuras de la talla de Beckenbauer o de Gerd Müller tenían que trabajar, estudiar y jugar al fútbol para poder subsistir en el mundillo.
El boliviano contó que Sepp Maier era herrero y Gerd Müller trabajaba en una mueblería de la ciudad. Hoy aquello puede parecer insólito o digno de sabrosas anécdotas de las memorias del balompié internacional, pero era toda una realidad. El mismo Blacut lo especifica: “Unos estudiaban y jugaban, como Franz Beckenbauer y yo. Otros tenían otro trabajo, aparte del fútbol”, revela el precursor latino del Bayern, según una nota del diario Opinión.
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