28 de diciembre (El Pulso 2024/Urgente.bo)- En el análisis de la ciudadanía de a pie, de politólogos y hasta de algunos opositores, la disputa entre el arcismo y el evismo era un asunto planificado en el Movimiento Al Socialismo para distraer al país, frente a los problemas que también crecieron en el año. Que, al final, por intereses electorales cerraban filas, nuevamente. Pero no. El partido azul, que asumió el poder en enero de 2006, está quebrado, como fraccionada está la oposición.

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Evo Morales, según el Tribunal Constitucional, no puede ser más candidato a la Presidencia. El Presidente Luis Arce está con un respaldo ciudadano cada vez más reducido por la crisis económica. Y Andrónico Rodríguez, presidente del Senado y líder masista con mayor proyección, está condicionado por el evismo. Mientras que en la otra acera, los líderes de Comunidad Ciudadana y Creemos tienen bases fragmentadas. Así, la ciudadanía, según diversas encuestas, está agotada con las disputas políticas y afligida por los problemas de la economía. Esa realidad ha provocado que en el 2024 haya predominado un clima prelectoral incluso cuando las elecciones generales se realizarán en agosto y el cambio de gobierno en noviembre.

La disputa en el masismo se centró principalmente por el control de la sigla del partido azul. “El hecho de que Evo Morales ya no sea el hombre fuerte del MAS se debe a que el actual presidente, Luis Arce, es el único que ha logrado acorralarlo. Ningún líder de la oposición, en 15 años, había conseguido debilitarlo de esta manera”, afirmó el analista político, Carlos Cordero.

Esa guerra interna tuvo efectos durísimos para el evismo como el arcismo y planteó un escenario inusual desde el 2006: la oportunidad para que las fuerzas opositoras al MAS tengan opciones de poder político. “Existe la impresión de que la oposición tendrá un papel más protagónico y que podría gestarse el fin del ciclo del MAS y el inicio de uno liderado por partidos opositores”, agrega Cordero.

Las encuestas, aunque comenzaron a aparecer con más fuerza hacia el final del año, también dieron pistas sobre lo que podría ocurrir la siguiente gestión. En ellas se reflejaba el descontento de la población que mantuvo cierto recelo hacia el tema electoral.

En ese contexto resurgió la corriente política de que solo un bloque opositor podrá enfrentar con éxito a evistas o arcistas, para lo que líderes de dilatada trayectoria están en apresurada campaña. Mientras que otros emergentes hacen lo suyo para ganar espacios. Ahora bien, entre aquellos y éstos, aparece Manfred Reyes Villa quien está decidido a abrirse espacio por si solo, pues ya fue candidato a la Presidencia en dos oportunidades y es alcalde exitoso de Cochabamba.

AÑO PREELECTORAL

• En la guerra no hay tregua. Las peleas entre organizaciones sociales, la división, críticas y medidas de presión agudizaron el conflicto entre evistas (seguidores de Evo Morales) y arcistas (simpatizantes de Luis Arce). La disputa central fue por el control de la sigla del MAS-IPSP.
• El nuevo rostro azul. Del 3 al 5 de mayo, el Congreso arcista del MAS, realizado en El Alto, eligió a Grover García como nuevo presidente del partido, desplazando a Morales tras años de liderazgo absoluto. Sin embargo, el nuevo dirigente no es mencionado ni aparece como un aspirante electoral para la carrera presidencial.
• ¡No habrá primarias! El 15 de agosto, la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) decidió anular las elecciones primarias partidarias debido a las inconsistencias definidas para el proceso y por la falta de tiempo para incluir este proceso entre las elecciones judiciales y las Presidenciales.
• Golpe al evismo. El 8 de noviembre, el TCP dispuso que no puede haber reelección continua ni discontinua en el cargo de Presidente del Estado, afectando directamente a Morales, quien quedó inhabilitado para ser candidato en 2025.
• Adiós sigla. El 27 de noviembre, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) reconoció oficialmente a Grover García como presidente del MAS, consolidando el ala arcista en el partido azul. 
• ¿Y la oposición? La oposición tiene al menos 10 precandidatos (Carlos Mesa, Samuel Doria Medina, Luis Fernando Camacho, Rodrigo Paz, Vicente Cuéllar, entre otros) que muestran intenciones de ir cada uno solo a las elecciones de 2025. A ellos se suman otros que como Amparo Ballivián, Antonio Saravia y el mismo economista Gonzalo Chávez buscan un perfil electoral.
• Manfred, la nueva fuerza. El 28 de noviembre, el alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, presentó al TSE cerca de 108,000 firmas para registrar su organización política Autonomía Para Bolivia (APB). De todos los precandidatos, Reyes Villa se perfila como una figura destacada a dar pelea al oficialismo.
• Encuestas a la carga. El 29 de noviembre, el empresario y presidente del club Bolívar, Marcelo Claure, publicó una encuesta sobre la intención de voto. Evo Morales y Manfred Reyes Villa logran apenas el 18% del respaldo. Detrás de ambos se encuentra Samuel Doria Medina, con el 13% de la preferencia.

• Con sigla o sin sigla. El 2 de diciembre, Evo Morales ratificó, junto a sus bases del Chapare, que participará como candidato en las elecciones de 2025, ya sea con el MAS o con otro bloque, abriendo la posibilidad de alianzas.