El Alto, 19 de abril (Urgentebo).- La polarización política en El Alto no es una amenaza. Es una realidad que perjudica a los habitantes de esta ciudad, al extremo de que se ha conocido episodios de golpizas entre vecinos que tienen afinidades políticas distintas. En algunas zonas ya no confían en sus dirigentes, los vecinos están divididos y están conscientes de que las rencillas y las fricciones crecen cada vez más.
La ciudad de El Alto tiene dos Federaciones de Juntas de Vecinos, una a la cabeza de Sandro Ramírez, militante del proceso de cambio, y la otra cabeza de Rene Canazas, que es afín a la gestión de la Alcaldesa Soledad Chapetón. Ellos coinciden en que las diferencias políticas crecen por la posición del Movimiento al Socialismo (MAS) y de Unidad Nacional (UN) que buscan adeptos.
Canazas afirmó que la intromisión de los partidos políticos en las zonas está llegando a los golpes por tener afinidades políticas: “En las reuniones no discuten por el tema de proyectos, sino por afinidades políticas”, apuntó.
El objetivo es atraer más respaldo y apoyo hacia su lado afectando la unidad del pueblo alteño.
Los partidos políticos del Gobierno Municipal y el Gobierno Central buscan un dirigente que respalde a su partido, no aceptan tener un dirigente que exija o plantee algo diferente a la visión de la organización política.
“Solo quieren que los respaldemos en los proyectos que ellos quieren ejecutar. Muchas veces El Alto no está preparada para ese tipo de proyectos. Por ejemplo vemos los mercados que no dan buena utilidad, los vendedores quieren seguir vendiendo en la calle”, dijo.
Admitió que en las asambleas de juntas de vecinos hay reacciones violentas entre dirigentes con posiciones políticas encontradas, que hay molestias de parte de los vecinos y, por ello, piden el cambio de dirigentes. Ello se niegan a dejar la dirigencia y llegan a la confrontación entre ellos.
Explicó que en algunas zonas los vecinos desconocieron a sus dirigentes y gestionan directamente sus proyectos del gobierno, por ejemplo, para acceder a los proyectos del Fondo Nacional de Inversión Productiva y Social (FPS).
Si el dirigente no está alineado, no respalda o no va a las marchas de apoyo del presidente Evo Morales, no acceden a los proyectos.
“Ellos quieren trabajar directamente con los vecinos. Por ejemplo en el Distrito 14 han dado enlosetado a 10 calles y a las zonas aledañas no se les ha dado nada, ahí se ve la afinidad política deberían dar a toda la zona por igual sin discriminar a nadie, reclamó Canazas.
El presidente de la otra Fejuve, Sandro Ramírez, manifestó que cada dirigente busca beneficios de uno o de otro partido. “Nos están maltratando y nos estamos maltratando entre nosotros. Entre presidentes hay discusiones”.
Ramírez dijo que las autoridades escogen y atienden demandas de acuerdo al color político que responden: “‘Contigo sí y contigo no’, nos dicen, En algunas zonas, los presidentes no pueden acceder a obras para mejorar sus barrio”, precisamente por el problema de la no militancia, apuntó Ramírez.
Denunció que en las subalcaldías los funcionarios hacen diferencia para atender y piden que les muestren credenciales: “Usted no es de esta línea, es de la otra línea, no le voy a poder atender; cuando el trabajo de los funcionarios es atender a todos”, exigió Ramírez.
Los dirigentes se equivocan al querer alinear y uniformar a los vecinos en favor de un partido político, planteó Marcelino Callizaya, del Distrito 8.
Dijo que no permitirán más intromisiones y falta de atención a sus demandas de parte de autoridades departamentales, municipales y nacionales: “en cualquier momento podemos salir a marchar”, señaló afectado por la división.