La Paz, 26 de septiembre (Kelly Cruz, Urgente.bo).- La enfermedad renal es un calvario para las personas que padecen el mal y para su entorno familiar. La noticia jamás esperada sobre el estado de los riñones muchas veces, cuando no hay un adecuado tratamiento, significa transitar en el último tramo de la vida. Por eso, cuando existe la certeza de que el paciente recibirá trato adecuado, con base en el conocimiento y calidez de los profesionales y con el respaldo de equipos, surge el alivio y hasta vuelve la sonrisa.
Así, el Hospital Obrero N°1 de La Paz prolonga la esperanza de vida de pacientes con enfermedades renales, gracias a la atención de grupo de médicos y enfermeras especializados en nefrología, y a los equipos necesarios y de última tecnología para atender a los asegurados de la CNS. Los asegurados que reciben el tratamiento en dicho hospital destacan la labor del personal médico y agradecen a los profesionales y trabajadores en salud por mantenerlos con vida.
Julio acude al Hospital Obrero tres veces por semana para realizar su tratamiento de diálisis. Él comentó que fue detectado como enfermo renal hace 12 años, pero tras cumplir un tratamiento específico y riguroso y una dieta especial, logra salir adelante. “Los pacientes tenemos que cumplir con lo que digan las enfermeras y médicos porque hay pacientes que no cumplen y tienen problemas, se ponen mal. Hay que mantener un buen estado de ánimo, aquí las licenciadas muchas veces nos levantan el ánimo, nos levantan la moral, por el tiempo que estoy, me han tratado muy bien”, recomienda Julio.
Ubicado en el barrio de Miraflores, el centro hospitalario que ofrece atención especializada en nefrología es parte del plan troncal de la CNS para la atención de enfermos renales. Por eso, además de atender a paceños y alteños, recibe a asegurados de Oruro y Potosí. Por ejemplo, en agosto reciente atendió cerca de 500 consultas externas para pacientes con enfermedad renal crónica, “entre antiguos y nuevos”.
“De la cantidad de pacientes que atendimos en agosto, internados han sido 49 pacientes, solamente de la especialidad (de nefrología)”, explicó el jefe de Servicio de Nefrología del Hospital Obrero, Abel Lucero Ruiz.
El Área de Nefrología es una especialidad médica, que estudia las condiciones y funcionalidades de los riñones en condiciones normales y de enfermedad. Sus áreas de trabajo se pueden resumir en prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del riñón, de las vías urinarias y equilibrio hidroelectrolítico y ácido, base, así como de sus consecuencias.
También estudia los procesos relacionados con las consecuencias de un mal funcionamiento renal (hipertensión arterial, daño vascular, entre otros).
Los pacientes con enfermedad renal acuden al Hospital Obrero tres veces por semana y permaneces en la unidad de diálisis cuatro horas al día. La CNS Regional La Paz atiende a al menos 360 pacientes, “muchos de estos, bajo la modalidad de compra de servicios en otros centros por la cantidad de demanda que existe”, añadió el galeno.
El centro hospitalario cuenta con ocho nefrólogos especializados en el país y en el exterior. Cada uno ofrece consulta externa, tres veces por semana. Además, dichos médicos reciben el apoyo de “un grupo de residentes” que están en distintos años de formación.
“Dos (nefrólogos) están en subespecialización en trasplante renal. Tenemos personal de enfermería dedicado a hemodiálisis, tenemos una enfermera especializada en diálisis peritoneal capacitad solamente para esa modalidad”, explicó Lucero.
Un total de veinticinco enfermeras participan en el servicio de hemodiálisis, ellas fueron capacitadas y están dedicadas para la atención de las personas con enfermedades renales. “Brindamos atención las 24 horas del día al paciente renal crónico y pacientes con insuficiencia renal aguda. Somos pioneros en las terapias lentas ya hace 14 años para pacientes inestables, agudos, con insuficiencia renal”, dijo Rosario Copaja, responsable de enfermería de la Unidad de Hemodiálisis.
También cuentan con una psicóloga, la cual apoya con la evaluación y tratamiento a psicológico a los pacientes avanzados, internados en hemodiálisis. Además, dentro de estas evaluaciones incluye a la familia y el entorno del enfermo renal.
“El primer impacto del paciente es que le cuesta creer esta situación, es un duelo lo que viven, es una negación. Mi trabajo es poder ayudarlos a adaptarse, asimilar esta nueva realidad”, manifestó Paola Caballero, psicóloga en el área.
El hospital también brinda el apoyo de una trabajadora social, la que gestiona apoyo para los pacientes que tengan alguna necesidad de traslado por cambio de unidad, por un traslado de domicilio, “es decir, para darles el apoyo que el paciente necesita”, indicó Lucero.
“Es un paciente que antes de llegar a hemodiálisis tenía un trabajo, una actividad, pero debido a su enfermedad ha resultado que cambio sus hábitos de vida, hábitos nutricionales. Estos pacientes deben ser apoyados y comprendidos, además de ser tratados con paciencia”, manifestó Eve Larrazabal, trabajadora social del área.
EQUIPAMIENTO DE LA CNS
El Área de Nefrología cuenta con una unidad de diálisis donde tienen 24 máquinas de diálisis. “Prestamos servicios en tres turnos, obligatorios y programados. El turno último se suspendió porque nosotros pretendemos ofrecer calidad de vida y con ese turno no se lograba ese objetivo”, explicó Lucero.
La unidad de trasplante renal, tras concluir todos los requisitos que exige el protocolo, el Hospital Obrero, ofrece el trasplante de riñón.
La modalidad de diálisis peritoneal fue implementada en Bolivia el 2019. En el centro se atiende aproximadamente a 20 pacientes a quienes se les ofrece esta modalidad, una alternativa a la hemodiálisis. “Una alternativa al trasplante renal en aquellos pacientes que lo elijan”, detalló Lucero.
El equipo para realizar análisis de bioimpidencia, “una máquina que hace el estudio de la composición del cuerpo, nos dice cuanto de masa muscular, tiene cuanto de masa magra, cuanto de exceso de líquido”, señaló el galeno.
“Hay cosas en el hospital que en otros centros no se maneja regularmente, por ejemplo, a margen de la máquina de hemodiálisis, tenemos cicladora que no todos los centros lo tienen, es una ventaja para el paciente que se encuentra internado”, añadió.
El camino que recorre un enfermo renal
“Al principio fue difícil”, explica Jorge Gutiérrez, un paciente renal que vive con la enfermedad ya 12 años. Muchos de los pacientes que tienen esta enfermedad al principio son reacios a someterse al tratamiento de diálisis, porque imaginan jornadas agotadoras.
“Mi diario vivir cambio bastante, yo era gustoso, me gustaba comer, pero tengo una mentalidad fuerte y me acostumbré a la nueva dieta. (…) Yo cumplo todo lo que me dicen, todo lo que la doctora me indica, lo cumplo”, asegura Julio, otro paciente con la enfermedad renal que está por llegar a los 5 años con ese tratamiento.
El Hospital Obrero los días lunes, miércoles y viernes recibe aproximadamente 20 pacientes en el área de diálisis. Un turno en la mañana y el otro por la tarde, los pacientes permanecen en el nosocomio por cuatro horas.
Este proceso semanal para muchos de los enfermos renales es desgastante, ya que se someten a la sala de diálisis para pasar por el proceso artificial mediante el cual se extraen los productos de desecho y el exceso de agua del organismo tras tener problemas con sus riñones.
Dentro de la sala las enfermeras son las que controlan que todo marche en orden porque en ocasiones hay pacientes que en el proceso se indisponen y presentan problemas, eso se debe a que cometieron alguna imprudencia en la alimentación.
Varios de los enfermos renales se ven cansados, con una mirada perdida y desanimados, pero también están los pacientes que tratan de no enfocarse en la enfermedad y la llevan con calma. Entre jóvenes, adultos; mujeres y hombres semana tras semana dan batalla a la enfermedad renal.
Los pacientes que llevan años realizando el tratamiento recomiendan a los que están por iniciar esta travesía tener paciencia, ya que su vida está en sus manos. “Lo primordial es no estar desanimados, que traten de hacer su vida normal”, dijo Gutiérrez.
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