Diciembre 22, 2024 -H-

Investigaciones establecen que el coronavirus no se transmite a través de los alimentos

Para Marga Hugas, científica jefe de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), “las experiencias de anteriores brotes de coronavirus afines, como el causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), indican que no se produjo transmisión a través del consumo de alimentos”.


Lunes 13 de Abril de 2020, 11:00pm






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La Paz, 13 de abril (Urgente.bo).- Con el fin de mantener la provisión de alimentos a las familias que se quedan en casa, los supermercados, las caseras de los mercados populares y hasta los mercados móviles son los que están operando en tiempos de la cuarentena en Bolivia. Por ese mismo motivo, son también zonas de riesgo para una posible transmisión del virus; sin embargo, las  investigaciones realizadas hasta ahora llevan afirmar que no se ha probado que el virus se propague entre los alimentos.

Hasta ahora se sabe que el virus se transmite de persona a persona y que afecta sobre todo a los órganos del tracto respiratorio, a diferencia de los virus gastrointestinales transmitidos por los alimentos, como el norovirus y la hepatitis A.

¿Qué ocurre si compro un mango (o cualquier otra fruta) contaminado porque alguien ha tosido encima o porque lo ha tocado alguien que tenía el virus en las manos?

“Es verdad que puede suceder, pero tú lo vas a coger y no te vas a tocar la cara. Si lo lavas al llegar a casa (y te lavas bien las manos), después no va a haber ningún problema”, afirma Gemma del Caño, experta en seguridad alimentaria. Lo mismo sucede con las verduras, cuyo riesgo desaparece al lavarlas o cocinarlas.

Las autoridades sanitarias coinciden en señalar que no hay prueba alguna que apunte al contagio por esta vía. Para Marga Hugas, científica jefe de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), “las experiencias de anteriores brotes de coronavirus afines, como el causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), indican que no se produjo transmisión a través del consumo de alimentos”.

Y el Centro Europeo para la Prevención y Control de las Enfermedades (ECDC) ha declarado que “si bien la fuente de la infección inicial en China fue un animal, el virus se está propagando ahora entre las personas, especialmente al inhalar las gotitas presentes en el aire cuando alguien tose, estornuda o exhala”.

 “La mayor posibilidad de contagio se da por contacto. Si vas al panadero y este no manipula el pan correctamente, y lo toca contigo, sí que puedes llevártelo a casa y que haya contagio”, asegura.

Marga Hugas, científica jefa de la EFSA, ha afirmado: “Las experiencias de anteriores brotes de coronavirus afines, como el coronavirus causante del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV) o el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), indican que no se produjo transmisión a través del consumo de alimentos. Actualmente no hay pruebas que sugieran que este coronavirus sea diferente en ese sentido”

Aunque no se hayan dado casos de contaminación por vía alimentaria, instituciones de todo el mundo como la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos alemán o la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, resaltan la importancia de mantener siempre unas normas cotidianas de higiene y seguridad al preparar o manipular los alimentos, como por ejemplo:

•             Observar cuatro pasos básicos con los alimentos: limpiar, separar, cocinar y refrigerar.

•             Lavarse las manos con frecuencia, en especial tras manipular productos crudos.

•             Evitar llevárselas a boca, nariz u ojos.

•             No usar los mismos utensilios para alimentos crudos y cocinados; asegúrate de que están limpios y secos.

•             Utilizar tablas de cortar diferentes para carnes y frutas o verduras.

•             Como medida de seguridad adicional para evitar la transmisión de la COVID-19 a través de superficies contaminadas, la FDA recomienda desinfectar regularmente (con lejía alimentaria, por ejemplo) todas las superficies que estén en contacto con los alimentos, así como los utensilios de cocina.

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