12 de agosto (Urgentebo).- Ya en casa de Juan Andrés Palacios, músico, compositor y arreglista, iniciamos tomando una tasa de mate. Antes de realizar las consultas, tenemos una charla de amigos. Hablamos algo de música y sobre la coyuntura política del país. Pasamos a su sala y comenzamos, pero más que una entrevista resultó una conversación amena con alguien que conoce muy bien de su profesión.
Palacios, docente del Conservatorio y director de la Big Band Rodolfo Laruta y la Sonora Final los Andes y de la orquesta sinfónica Azul Magenta, rememoró que su vocación a la música le salió de manera muy natural, puesto que sus padres también se dedicaban a este arte. “Yo tenía en la cabeza que quería ser músico, desde no me acuerdo cuándo”, dijo.
Estudió en el Conservatorio hasta sus 15 años y tiempo después decidió continuar su formación en Europa, en Alemania en la Escuela Superior de Música Luxemburgo y en España en la Escuela Superior de Música de Cataluña, centros de aprendizaje en los que aprovechó para aprender más del jazz, a parte de la música clásica y contemporánea.
Juan Andrés explicó que entre la educación alemana e hispana hay dos grandes diferencias: en Alemania, te preparan para hacerte responsable de tu formación. “La educación alemana una de las cosas más fuertes que me ha dado, ha sido aprender a lanzarme sin una red (de seguridad) y eso es bien lindo”.
En el transcurso de nuestro diálogo, el músico manifestó la necesidad de realizar una reforma a la educación para potenciar la música en el país, porque en la actualidad los adolescentes tienen poco conocimiento musical debido a que en los colegios no reciben una buena enseñanza en esta área.
“Los profesores de música tienen muy como peso en las áreas musicales y mucho más peso en áreas pedagógicas. Entonces pasa que están enseñando música, personas que no son músicos de oficio. Entonces, baja el nivel de los niños, baja el nivel de los adultos, por ende. Los mejor que podría pasar sería una nueva reforma hacia la educación musical en nuestro país”, puntualizó.
También comentó que cuando le tocó tomar exámenes de ingreso para el Conservatorio, muchos de los adolescentes, de aproximadamente 15 años, no podían cantar un tema musical y ello conllevaba a que el nivel de aplazos sea muy alto, entre el 80 a 90 por ciento.
“Si cambiamos la actual enseñanza musical en los colegios, una sensibilización hacia la música, una sensibilización hacia la lectura, a partir de ahí vamos a empezar a crecer; si no, será muy complicado”, añadió.
Su Big Band
Durante sus estudios en el viejo continente, al pasar cursos de orquestación, le comenzó a gustar esta especialidad y le surgió la idea de conformar una Big Band. Al llegar a Bolivia, hace aproximadamente siete años, pone en marcha su proyecto en el cual muestra la técnica de diversos géneros musicales y pasa por diversas etapas, desde la música contemporánea, jazz, boliviana hasta la cumbia.
“Antes, con la Laruta era generar un repertorio nuestro; pero, la segunda parte era abrir las puertas para conocer todo lo que está pasando en nuestro medio. (...) En una temporada, trabajábamos con el Badick Barrón; en la otra, con el Grillo Villegas, con los teatros. Para mí, fue una etapa de crecimiento súper ruda y para la orquesta también porque tocábamos todo tipo de música y para mí significaba componer como cuatro o cinco arreglos para Big Band en dos semanas”, detalló.
Cuando se le consultó por qué su Big Band lleva ese nombre, el músico contestó que fue a causa de que le pareció divertido que su amigo alemán se hacía llamar Rodolfo Laruta, cuando su nombre es Hans y su complemento, “la Sonora Final Los Andes”, debido a que trabajó en El Alto por la zona final Los Andes e hizo amigos ahí y les prometió que, una vez tenga su ensamble, le pondría en nombre del lugar.
“Un tiempo trabajé en El Alto para una empresa en almacenes por la zona final Los Andes y me hice bien amigo de las personas allá, y, entre chiste y chiste, les dije que cuando yo tenga mi orquesta le voy a poner La Sonora Final los Andes. (...) Fue hace tiempo. Quizá ellos ni se acuerden de mí, pero la promesa la mantuve”, resaltó.
Y la tercera etapa tiene una formación de más orquesta de cámara, en los conciertos de una hora y media tocar cuatro temas, además el conjunto suena más experimental ya que trabajar con técnicas de música contemporánea.
Docencia en el Conservatorio
Palacios dijo que ser parte del plantel docente fue como el camino que debía transcurrir, puesto que fue estudiante de la institución musical. “Cuando llegué al país me invitaron a ser profe del Conservatorio”, afirmó.
Sin embargo, aclaró que antes de ir a estudiar a Europa dio clases en la Escuela Contemporánea de Música y, cuando estuvo en Alemania, también fue docente, por lo cual ya tenía un sistema pedagógico de enseñanza cuando ingresó a impartir cátedra en la institución musical.
“A mí me encanta el Conservatorio, para mí es la institución musical más seria, que tiene los niveles más altos, porque en realidad es una institución que está funcionando desde 1907. Entonces, hay más tradición. Yo le tengo mucho cariño al Conservatorio”, acotó.
Otros proyectos
A la par de su Big Bang, también integra la banda Tierra Mojada, con la que reversionan temas del folclore nacional con elementos del jazz y la música clásica, y, a su vez, interpretan sus composiciones. Juan Andrés Palacios toca el piano; Martín “Tincho” Castillo, la guitarra; Stanley Marín, percusión; Diana Azero está en la voz y Mauricio Segales, en el bajo.
Asimismo, conformó la orquesta sinfónica Azul Magenta, que está dirigida y pensada solamente hacía la música popular. Este gran ensamble ha sido parte de los conciertos de grupos bolivianos de renombre.
“Estamos armados específicamente para la música popular con arreglos de alta calidad, vendemos alta calidad, pero en música popular. El año pasado hicimos Octavia Sinfónico y Nito Mestre con Adrián Barrenechea. Antes de que se llame Azul Magenta, el año pasado hicimos Kjarkas Sinfónico que es posible que se repita en algún momento”, enfatizó.
Más de Juan Andrés
Se especializó en percusión sinfónica, batería, armonía, orquestación y composición. Integró el grupo Sobrevigencia. El jazz, las músicas clásica y boliviana son los tres corrientes que fueron de su mayor interés durante una primera etapa de su carrera; sin embargo, ya incursionó en otros géneros musicales más.
Es docente de la materia de Armonía en el Conservatorio Plurinacional de Música (CPM) y fue catedrático en la primera maestría musical que se dio en la Universidad Pública de El Alto (UPEA).
A Cuenta, composición de Juan Andrés Palacios: