La Paz, 17 de junio (Urgentebo).- Uno de los últimos referentes del movimiento campesino boliviano falleció la tarde de este jueves en una clínica de Cochabamba, donde peleaba contra un cáncer que lo postró duramente. Juan de la Cruz Villca, el líder orureño que en un principio postulaba la acción armada terminó convencido en el poder del voto para que la tesis campesina llegue al poder. En los últimos años, “Juandela”, como se hacía llamar, trabajaba en unidad del Ministerio de la Presidencia y desde allí, en una entrevista realizada por la Fundación Tierra, alertó: “Si en este gobierno se equivocan los ministros, no nos hace daño, pero si nos equivocamos nosotros, ¡ahí ya estamos jodidos! Ya sería grave”.
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Juan de la Cruz Villa, en una foto de su página en facebook
Juandela nació el 24 de noviembre de 1945, en la comunidad de Chachacumani, del ayllu Tayaquira, cantón Huayllatiri, de la provincia Pantaleón Dalence. Influenciado por la tesis del sindicato minero, Villca se convirtió en uno de los dirigentes más importantes del movimiento campesino, en la década de los 90 del siglo pasado. Fue uno de los líderes del Movimiento 500 años de resistencia que halló su punto culminante el 12 de octubre de 1992, cuando se recordaron los 5 siglos de la invasión y colonización española.
Militante del Eje Pachacuty, Juan de la Cruz Villca creía que la lucha armada para el camino para resolver la “democracia controlada”. Con la sangre aymara y formado por el sindicato minero, el líder defendió la cuestión de la nación y la clase y terminó afirmando que ser indígena es más importante que ser obrero.
Fue Secretario General y Ejecutivo de la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB). Y desde allí defendió y demostró la importancia del movimiento campesino para las mayorías bolivianas. Llegó al cargo del secretario General de la Central Obrera Boliviana, cuando los sindicatos defendían el liderazgo de la vanguardia minera.
Murió en el el Hospital Oncológico de la ciudad de Cochabamba. El 11 de junio, Juandela publicó un post que ponía en evidencia la gravedad de su estado de salud: “Ahora estoy en otra lucha contra el cáncer, que en dos semanas me hizo perder 10 kilos de peso y me bajó todas mis defensas. Hoy termino mi primera quimioterapia, me faltan cinco más para continuar en la lucha revolucionaria y estar junto a mi familia”. Seis días después se conoció la muerte de su partida.
El dirigente campesino defendió la paternidad campesina sobre proceso de cambio, iniciado en enero de 1996. “No somos afines al Gobierno, no somos aliados, ni llamaditos, ni somos k’ascacos, menos llunk’us, no nos hemos sumado al proceso; somos los padres del instrumento, es nuestra hechura en el terreno de la democracia”, dijo Villca en una entrevista con el diario La Razón.
Por ello, la mañana de este viernes, el presidente Evo Morales expresó su homenaje al dirigente Villca, quien llegó a trabajar en una unidad de análisis y monito-reo del Ministerio de la Presidencia. En la primera gestión del MAS, llegó a ser diputado.
Un hombre con sentido del humor y un gran olfato político, postuló la unidad de aymaras y quechuas; defendió la tesis de la interculturalidad. Todo con el objetivo claro de que los campesinos debían llegar al poder. Por eso celebró la llegada de Evo Morales a la Presidencia y jamás dejó de criticar Víctor Hugo Cárdenas, quien, según sus palabras, prefirió ser candidato a la Vicepresidencia de Gonzalo Sánchez de Lozada antes que ir por la Primera Silla del país en representación del movimiento campesino.
Así destacó el aporte de Remedios Loza, la primera mujer de pollera en llegar a la Cámara de Diputados bajo las banderas de Conciencia de Patria. “Carlos Palenque hizo eso y colocó a la paceña Remedios Loza. Sólo el hecho de ver el sombrero de cholita ayudó. En el centro minero de Huanuni ganó la elección y eso que ese es un centro minero ideologizado, clasista y allí la clase obrera tenía su candidato”, recuerda en la entrevista que le hizo la Fundación Tierra.
En el mismo diálogo, Juan de la Cruz hizo una evaluación del gobierno de Evo Morales, expresó su preocupación por la política que finalmente se había adoptado sobre la tierra y la minería. Y planteó la necesidad de que el movimiento campesino cuide y vigile el proceso político.
“Hay que cuidar, no hay que equivocarse, estamos prohibidos de equivocarnos. Si en este gobierno se equivocan los ministros, no nos hace daño, pero si nos equivocamos nosotros, ¡ahí ya estamos jodidos! Ya sería grave”.
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