3 de octubre (Soledad Mena-Urgente.bo).- Panchito, un niño campesino, se pierde en su primer viaje a la ciudad, en una feria popular de El Alto, Bolivia. Y termina en un orfanato. Conoce a Pedro, un niño chileno que perdió a sus padres en Antofagasta.
Panchito quiere volver al campo junto su padre. Y Pedro tiene la ilusión de que el mar es la inmensa puerta azul al cielo. Así ambos realizan un viaje que transcurre entre el altiplano árido, con el silbido del viento terroso.
“Un día escuché una conversación de un boliviano que hablaba de su odio por los chilenos por habernos robado el mar. Me di cuenta que la educación que se les inculca a los niños es muy fuerte con relación a este tema”. Esa fue la idea madre que llevó a Ivette Paz Soldán a concebir y rodar la película “La Tonada del Viento”, en la que el hilo conductor es la amistad de dos niños, uno boliviano y otro chileno.
La película es un homenaje a los niños que nos enseñan a los adultos que no conocen de odios, subrayó.
Francisco (Franco Miranda) y Pedro (Benjamín Carrasco) se conocen en un centro de acogida. La película muestra a los niños de dos países protagonistas de una guerra por el mar que no conocen de las discrepancias políticas, que cultivan una relación de amistad que se fortalece en el viaje que emprenden por el altiplano hacia el mar para volver a sus lugares de origen.
“No debería haber odio entre hermanos y para los niños no lo hay, ellos nos enseñan cómo debemos ser, es lo que se quiere mostrar con la película”, dijo Paz Soldán, directora y guionista de la película.
“Tonada del Viento” nació como idea hace diez años, se filmó el 2015 y desde el 20 de septiembre comenzó a recorrer diferentes salas del país en funciones especiales
La directora no quiso plasmar una película histórica o de época, sino una actual, con una conversación natural entre dos niños. Franco Miranda, actor alteño, de 13 años, encajó muy bien en el papel de Pachito, el personaje principal.
“Cuando hice casting me lo sugirieron. Cuando lo conocí resulta que era un niño maravilloso, súper tranquilo, maduro, para mí fue muy fácil trabajar con él. El 2015 tenía nueve años ahora tiene 13 años”, destacó.
Miranda tiene una naturalidad espontánea como actor. Comenzó su carrera de artista a los siete años participando en el videoclip musical “La La La”, dirigido por Ian Pons, quien le descubrió y le instruyó en la actuación.
La La La es un hit que simula al estilo boliviano la película clásica Mago de Oz. El niño alteño representa a Dorothy, el hombre de Cemento es el hombre de Hojalata, el Kusillo es el Espantapájaros, el perro ch’api es el León y las bailarinas son las brujas.
El vid
o clip ganó el premio “Mejor videoclip urbano/UK Music Video Awards 2013” y ha sumado su quinta nominación: Youtube Music Awards.“Yo me quedé sorprendidísima con su actuación”, dijo la directora.
Benjamín Carrasco, el otro niño dela película Tonadas del viento, es muy “canchero”, tiene una formacién desde el teatro. Su personaje cuadraba muy bien con la película porque había ese contraste entre un niño de campo y de ciudad. En la película él era mayor, tenía 12 años, ahora tiene 17 años.
Ambos recordaron entre sonrisas, en la presentación de la película, que tenían dos objetivos distintos, pero una meta igual, el de llegar a su casa uno en el altiplano boliviano y el otro a Antofagasta.
Ivette Paz Soldán incursionó en el cine desde sus 23 años, empezó como gaffer (la primera que hubo en nuestro medio), cumplió varios roles (iluminadora y camarógrafa) antes de llegar a ser directora de cine. Con su labor rompió ese mundo donde reinaba el machismo.
“Había mucho machismo: hazlo tú, para qué estás, decían. Este trabajo es más para chicos”, recordó entre sonrisas.
Con esta nueva producción, además de ser guionista, es la directora de la cinta y la directora de fotografía; rompió prejuicios y demostró ser una mujer multifacética.
La Tonada del Viento presenta un guión prolijo y una narración sencilla y conmovedora. Llega a la pantalla grande gracias al apoyo del fondo de desarrollo cinematográfico otorgado por el Gobierno Municipal de La Paz, FOCUART, de la Fundación Carolina, el apoyo del programa estadounidense The Global Film Initiative y el de la Cooperación de la Iglesia Católica Alemana.
Sus planes de hacer cine continúan, con una cinta que habla de discriminación.
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