“El modelo cubano ya no funciona, ni siquiera para nosotros”, declaró en septiembre del 2010 el longevo autócrata Fidel Castro, cuando el periodista norteamericano Jeffrey Goldberg, de la revista The Atlantic, le preguntó si aún creía que era exportable la revolución cubana.
Ha pasado más de medio siglo desde que Castro se apoderó de Cuba y pese a que él mismo admite el fracaso de su “modelo”, no descansó ni un día en maquinar para que otros países copiaran su aventura, echando mano de audaces títeres como Hugo Chávez Frías.
El coronel, empedernido microfonero desde sus tiempos de animador de fiestas en los cuarteles venezolanos, con el asesoramiento de Fidel, inventó el “socialismo del Siglo XXI”, jamás explicado teóricamente y que consistió en comprar lealtades nacionales e internacionales con los fabulosos ingresos de un barril de petróleo que de $12 pasó a #140 en los años de auge del chavismo.
Lo que con las armas no pudo el castrismo, batido en las selvas de Paraguay, Bolivia, Argentina, Perú, Brasil en los años 60, lo consiguió en las urnas con financiamiento venezolano. Ecuador se sumó entusiasta con el autócrata Rafael Correa, y Nicaragua entronizó otra vez a Daniel Ortega. Pero el mayor éxito de Chávez fue instalar en Bolivia a Evo Morales, un líder cocalero, apenas alfabeto.
Ernesto “Che” Guevara, casi en el olvido, fue revivido mundialmente como el prototipo del “hombre nuevo”. Se olvidaron que fue el carcelero de La Cabaña, en la Habana, donde fusilaba sin mayor trámite. El hombre que instigaba al “odio intransigente al enemigo, que impulsa, más allá de las limitaciones del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar” (Mensaje a la Tricontinental de La Habana 1967), aparecía como el apóstol de la paz.
Honduras le dijo no, a Manuel Zelaya, luego Paraguay y Argentina se liberaron de la peste roja y Brasil está a un tris, igual que la propia Venezuela que vive en completo desastre por falta de alimentos, medicinas y azotada por el hampa. En Ecuador, Correa no buscará la reelección. En Bolivia el 21 de febrero Morales perdió el referendo para eternizarse en el poder. Tiene plazo de salida: 2019. A llorar las viudas del socialismo castrista.
En el reciente 1 de Mayo reapareció Fidel, pero él mismo ya se dio cuenta de que fue su última actuación en el Congreso del Partido Comunista. Trató de insistir en las bondades del socialismo sin recordar que hace 5 años lo dio por modelo fracasado, quizás como un postrer aliento a lo que queda del socialismo del SXXI.
En Bolivia, Morales encabezó una marcha en medio de banderas rojas con el rostro del Che tratando de levantar el ánimo de sus cada vez más escuálidas huestes, dado que el país está cansado de las supercherías del régimen que proclamaba ser del “hombre nuevo”, pero que está inmerso en un mar de corrupción, lascivia y narcotráfico.
Todo comenzó en Cuba en 1959 y parece que todo termina allí. Hace una semana Mariela Castro, la hija de Raúl, y su hijo Tony participaron entusiasmados en las calles de La Habana en un desfile glamuroso… ¿de los proletarios cubanos? ¡No!, de Chanel. Si, si, la multinacional francesa de la moda. ¿Algo insólito? Tampoco. Antonio Castro Soto, hijo mayor de Fidel, se pasea usualmente en su lujoso yate de 50 pies por el mar Egeo. … “El modelo cubano ya no funciona, ni siquiera para nosotros”.
(*) Hernán Maldonado es periodista. Ex UPI, EFE, dpa, CNN, El Nuevo Herald. Por 43 años fue corresponsal de ANF de Bolivia.