*El Achachi Cowboy
Jamás pensamos que la influencia del Ikiku pudiera haber llegado hasta Seúl, Corea del Sur. Como divinidad de la fecundidad y el amor carnal, este pequeño hombre ha logrado influir internacionalmente para que se unan parejas separadas por el espacio físico acortado gracias a la tecnología. Un coreano me dijo una vez que ellos vinieron antes que Colón a este continente, porque en su idioma Nayaj, quiero decir yo, significa lo mismo que en el aymara. Los dos miramos y comprobamos que teníamos los mismos ojos rasgados y miopes. Yo le respondí: - Y ¿si hubiera sido al revés?
Abrió sus ojitos lo más que pudo y puso su boca en modo O y me respondió: ¡Oh! No habel pensado eso. Podel ser posible, mucho palecido habel.
La angustia de un coreano enamorado que se apasionó por una boliviana de nombre Mary, sacudió el circo político y puso más amable la vida. No todo en la vida es el circo político en Bolivia, habemus otros temas. El camote de marras había aprendido castellano para comunicarse con la misteriosa Mary, que, muy pendorcha, le mandó una foto recontra retocada y el arrastrado de ojos rasgados hizo lo mismo para evitar, en alguna medida, que los rasgos orquianos de ambos pudieran romper el encanto del encuentro y decidió aparecer como esos chichilos coreanos afeminados que enloquecen a las muchachitas alteñas y a cuanta taku birlocha enajenada y tabla siqui que colecciona la música K_pop y duerme en los alrededores del Teatro Al Aire Libre, aunque sea invierno, para verlos y enloquecer. Lo interesante es que desbancaron a sus ídolos norteamericanos ¿Pol que selá? ¿Será porque se sienten más cerca de su estética lampiña, o porque no son k’oskosos como los rockeros gringos? ¿O es, como dice el coreano del Instituto de Lenguas de Seúl, que ellos vinieron antes que los invasores y se fueron luego de una visita cordial?
En fin, unos coreanos que conocí recién me dijeron que en Bolivia se come muy bien y que además tenemos atractivos que otros países no tienen, sobre todo un alcalde que es el primer Orco real que vinieron a ver. Aseguran que realmente es auténtico y que seguramente Tolkien, el autor de la famosa novela donde aparece por primera vez, se informó de este único ejemplar que queda en el mundo. Ojalá que la Secretaria de Promoción Turística, tanto del Municipio Autónomo de La Paz, así como del Estado, ejecuten una serie de acciones para promocionar a nivel internacional y nominarlo como Patrimonio Cultural Material del mundo a nuestro Orco Plurinacional y genere divisas frescas al erario municipal y al Tesoro Nacional.
Los políticos, en vez de ensayar sus números circenses en el cubo de las 32 bolas, deberían aprovechar esta inédita coyuntura para posicionar la historia de amor del coreano y posicionar también con mayor fuerza a Bolivia en el plano turístico asiático, sobre todo porque ha trascendido que los famosos mates de calzón, brebaje preparado con el propósito de tener al varón rendido y sumamente arrastrado, puede ser enviado a través de las redes sociales para capturar a otros coreanos, chinos, japoneses, previa revisión de sus cuentas bancarias, no importando sus rasgos orquianos, tanto del hombre como de la mujer, cuya designación ya se emite como Orcas, o ballenas asesinas, debido a sus ingestas incontrolables de salchipapas y hot dog auténticos y originales que se expenden en los barrios de El Alto y Chukiyawu Marka, cuyas especialidades son espectaculares por su variedad, así tenemos: De ch’api vagabundo, de salchicha sureña, bull dog jama relleno y thámpullis orquianos; estos últimos criados en Zoonosis del municipio paceño.
En fin, el Ikiku sabe, como divinidad de la fertilidad y la abundancia, que estas felices coincidencias deben ser aprovechadas creativamente por nuestros inútiles, que seguramente dejarán pasar esta invalorable oportunidad.¡Jallala Orquianos! ¡Jallalla el amor plurinacional!
* Sus rasgos lo develan. Es un orquiano del género masculino, chojña achachi que se esconde de detrás su barbijo.
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