Tras la asfixia diplomática en la cual se encuentra el régimen de Venezuela por la aplicación de múltiples sanciones estadounidenses, y los diferentes mecanismos de presión del Grupo de Lima y de la Unión Europea, su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, viajó a Moscú para socavar apoyos que le permitan la supervivencia en el poder.
Junto a uno de sus más grandes aliados, como lo es Rusia, Venezuela aceptó la ayuda humanitaria que el gobierno de Putin enviará a Caracas. También anunció el traslado de la oficina de la petrolera estatal Pdvsa de Lisboa a Moscú, con el fin de garantizar la seguridad de los activos del país.
En materia humanitaria, Rodríguez insiste en negar que Venezuela sufra una crisis y aseguró que países como Colombia o Paraguay son mucho más pobres, aunque informó que Caracas está "en proceso de trabajo" con las agencias de cooperación de la ONU para "recibir asistencia técnico-humanitaria" de países como "la hermana
Rusia", pero "nunca" de aquellos que "realizaron acciones unilaterales, arbitrarias e ilegales contra Venezuela".
Lavrov aseguró que Rusia envió "un primer lote de 7,5 toneladas de medicamentos" con destino a Venezuela. "Hemos recibido una lista suplementaria de medicamentos que el gobierno venezolano desearía obtener. Estamos examinándola, aclarando los detalles y verificando los detalles logísticos", agregó el ministro de Relaciones Exteriores.
Rodríguez destacó que Maduro ha dado "instrucciones muy claras" para que los alimentos y medicamentos que el país necesita "sean adquiridos" en
Rusia, a lo que hay que sumar la producción "conjunta" de productos básicos en territorio venezolano. También recordó que Venezuela ha informado al Grupo de Contacto de la Unión Europea de que está dispuesta a pagar alimentos y medicinas por valor de "casi dos mil millones de dólares".
"Europa no da garantías de respeto a nuestros activos", dijo Rodríguez durante una rueda de prensa conjunta con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, en Moscú. La vicepresidenta aseguró que los países capitalistas están violando sus propias leyes al congelar los bienes de Venezuela en bancos occidentales y tachó de un "robo a mano armada" lo que se está haciendo en la actualidad con los recursos financieros de Venezuela.
Al respecto, acusó a los "intolerantes" países occidentales de violar sus propias leyes "capitalistas" y consideró que el "momento era oportuno" para dicha decisión, dada la creciente cooperación con los mayores consorcios rusos: la petrolera Rosneft y la gasística Gazprom.
"Venezuela no necesita una intervención militar. Nuestro continente no necesita una intervención militar, ni de Estados Unidos ni de nadie. Necesitamos paz, estabilidad y tranquilidad", aseguró.
De esta manera, la vicepresidenta desveló que había intercambiado con Lavrov "información relevante" sobre una posible intervención estadounidense y aseguró que dichos planes "no son nuevos" y recuerdan a Siria, donde el presidente ruso, Vladímir Putin, evitó el derrocamiento del presidente Bachar al Asad por parte de Washington.
"Sabemos que hay toda una maniobra que pretende justificar la intervención internacional. Eso no ocurrirá en Venezuela", afirmó y acusó al enviado especial de EE. UU. para Venezuela, Elliott Abrams, de tener experiencia en "actividades subversivas" y de buscar desestabilizar el país con la creación de "grupos irregulares".
En cuanto al retorno de Guaidó a Venezuela, que podría producirse el lunes 4 de marzo (si no acepta la invitación que el hizo el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, para visitarlo en Quito), Rodríguez aseguró que se trata de "un señor que de repente un día se fue a una plaza pública y se autoproclamó presidente por el simple hecho de contar con el apoyo del Gobierno de EE. UU.", lo que calificó de "atentado" contra el orden constitucional.
"Pero, peor aún, es un señor que colabora con gobiernos extranjeros para atentar contra el estado de derecho. Y en Venezuela existe un estado de derecho consolidado y vigoroso como su democracia que cuenta con los mecanismos de defensa de su propia constitucionalidad", señaló.
Consideró que Venezuela tiene una oposición "incompetente de ganarse el amor de los venezolanos a través de los votos y busca desesperadamente, pide a gritos una intervención militar como única forma de llegar al poder".
Y recordó que Maduro apoya el diálogo con la oposición en el marco de los mecanismos de Montevideo, motivo por el que Lavrov destacó la postura "constructiva" del líder venezolano, frente a la "destructiva" de Guaidó.
El Tiempo con información de AFP y Efe