En el contexto global de la transición energética, la demanda por minerales críticos ha adquirido una importancia sin precedentes. Estos minerales, indispensables para tecnologías verdes como baterías, energías renovables y vehículos eléctricos, están remodelando las cadenas de suministro globales y redefiniendo las estrategias de desarrollo económico. En este escenario, el Estado Plurinacional de Bolivia se encuentra en una confluencia histórica: aprovechar su potencial mineralógico para posicionarse como un actor clave en la minería mundial.
Bolivia, reconocida por sus ricos yacimientos de zinc, hierro, plata, estaño, litio y otros, está en proceso de desarrollar proyectos de industrialización metalúrgica que buscan transformar sus recursos naturales en productos de mayor valor agregado. Estos esfuerzos no solo están alineados con la necesidad de diversificar la economía nacional, sino que también responden a la creciente demanda internacional de minerales críticos como el cobre, níquel, manganeso, cobalto, zinc, hierro, tierras raras y litio, fundamentales para la transformación energética.
El gobierno boliviano ha asumido la responsabilidad de ingresar al país, al mercado mundial de minerales críticos. Para ello, está impulsando proyectos de prospección y exploración de tierras raras y otros minerales. Estos proyectos no solo buscan diversificar la producción, sino también posicionar a Bolivia como un proveedor confiable de materiales esenciales para la transición hacia energías limpias.
En este sentido, la creciente demanda de minerales críticos presenta una oportunidad estratégica para Bolivia, permitiendo al país contribuir de manera significativa a la reducción de la dependencia mundial de los combustibles fósiles a energías limpias.
La definición y priorización de estos minerales varía considerablemente entre países, influenciada por las necesidades industriales, las capacidades tecnológicas y los recursos naturales específicos de cada país. En el caso de Bolivia, es crucial identificar aquellos minerales que poseen un valor estratégico. Entre ellos se destacan el cobre, cobalto, níquel, estaño, hierro, zinc, tierras raras y litio.
Es importante destacar que la demanda de minerales críticos para las tecnologías de transición energética es significativamente mayor, por ejemplo, un vehículo eléctrico requiere aproximadamente seis veces más minerales que un automóvil convencional, una planta eólica terrestre necesita hasta nueve veces más recursos minerales que una planta de energía de gas. Se proyecta que la demanda mundial de minerales críticos para el año 2040, podría aumentar hasta seis veces. En particular, la demanda de minerales para baterías y almacenamiento energético crecerá al menos treinta veces, la demanda de litio por sí sola aumentará más de 40 veces y la demanda de grafito, cobalto y níquel aumentará entre 20 y 25 veces. El cobre también se duplicará a medida que se implementen más redes eléctricas para alimentar los vehículos.
Producción y Exportación
La tabla siguiente muestra una visión detallada de varios minerales que se destacan dentro de los minerales críticos en Bolivia, de los últimos seis años, reflejando cambios significativos en términos de volumen (TMF) de producción y exportación. El análisis que sigue toma en cuenta la creciente demanda mundial por minerales críticos, en el medio donde Bolivia busca posicionarse estratégicamente dentro de la cadena de suministro de estos recursos.
Cobre
La producción y exportación de cobre han mostrado fluctuaciones significativas en los últimos seis años. El cobre es un mineral crítico para la transición energética, especialmente en la fabricación de vehículos eléctricos y redes de transmisión eléctrica. Sin embargo, Bolivia no ha logrado capitalizar plenamente su potencial en la producción de cátodos y minerales de cobre, en comparación a la producción antes de la pandemia.
Este comportamiento sugiere la necesidad de una mayor atención en tecnología y en la identificación de nuevos yacimientos y expansión de otras operaciones para incrementar la producción. En este contexto, se están impulsando varios proyectos de prospección y exploración, como el proyecto Santa Isabel en el Departamento de Potosí, donde se han identificado no solo minerales de cobre, sino también importantes contenidos de cobalto. Asimismo, en la región del Rincón del Tigre, en el Departamento de Santa Cruz, se han descubierto depósitos de cobre junto con otros minerales estratégicos como níquel, cromo, manganeso, titanio, zinc, iridio y oro. Paralelamente, se está fortaleciendo el crecimiento del yacimiento mineralógico y la implementación y cambios de tecnología para la operación de la Empresa Hidrometalúrgica de Coro Coro.
Estaño
El estaño, históricamente uno de los minerales más importantes para Bolivia, muestra una volatilidad considerable en términos de valor de producción y exportación. Después de un pico en 2021, hay una caída en gestiones 2022 y 2023. A pesar de esta volatilidad, el estaño sigue siendo un componente esencial para la industria electrónica. El inicio de operaciones de la Planta Concentradora Lucianita en el distrito de Huanuni, que va incrementando y mejorando paulatinamente su producción, la conclusión y puesta en marcha de la Planta Concentradora de Colquiri y el inicio de operaciones de la Planta Concentradora de Caracoles, evidencia la implementación y modernización de las operaciones mineras. Además, los proyectos de exploración en el distrito minero de Caracoles refuerzan el compromiso con el incremento de la producción de estaño.
Hierro
El hierro muestra un crecimiento explosivo en términos de producción y exportación entre gestiones 2021 y 2022, aunque se observa una disminución en 2023. Este aumento significativo atribuye a grandes proyectos de explotación, en el yacimiento del Mutún, uno de los depósitos de hierro y manganeso más importantes del país. La relevancia del hierro en la fabricación de acero, junto con la pronta finalización de la planta siderúrgica del Mutún, que utilizará tecnología de reducción directa de hierro (DRI), augura un aumento tanto en la producción como en la industrialización del hierro. Esta planta iniciara la producción de alambre y fierro de construcción, fortaleciendo así la cadena de valor del sector siderúrgico en nuestro país.
Zinc
La producción de zinc muestra una ligera variabilidad, los volúmenes de exportación se han mantenido relativamente altos, lo que indica una demanda externa estable. El zinc es crucial para diversas industrias, incluyendo la construcción y la fabricación de baterías. Para aprovechar este escenario, Bolivia está impulsando varios proyectos de prospección y exploración, como el proyecto Mesa de Plata Machu Socavón, el proyecto Santo Tullu, y el proyecto en los sectores de Llallagua y Uncía, así como el proyecto Santa Isabel, todos estos, en el departamento de Potosí. Además, el proyecto Negrillos Paco Khullo y el proyecto Carangas (Proyecto privado) en el departamento de Oruro que fortalecerán la base de recursos de zinc del país.
Los proyectos de construcción de Plantas Refinadoras de Zinc en los departamentos de Oruro y Potosí, representa un paso significativo hacia la industrialización del zinc en el país, lo que permitirá transformar el mineral en zinc metálico y aumentar la producción nacional. Estos proyectos aseguraran un incremento en la explotación de yacimientos de zinc y consolidara a Bolivia como un actor importante en la producción de este mineral crítico.
Litio
El litio es el mineral crítico y estratégico para Bolivia en la necesidad actual de transición energética mundial. A pesar de contar con las mayores reservas de litio del mundo, la producción y exportación han sido limitadas, lo que refleja existen desafíos técnicos y de infraestructura en la explotación de los yacimientos en el Salar de Uyuni. Con la demanda de litio proyectada a aumentar más de 40 veces hacia 2040, el país tiene la oportunidad de convertirse en un líder mundial en este sector.
Tierras Raras
Bolivia está tomando pasos significativos para posicionarse dentro de la tendencia mundial de minerales críticos a través de sus esfuerzos de prospección y exploración de nuevos yacimientos de tierras raras, se vienen desarrollando, trabajos en Cerro Manomo, donde se han identificado minerales de tierras raras: torio (Th), niobio (Nb), Itrio (Y) y acompañado de oro (Au) y uranio (U). Simultáneamente, en el sector de San Javier, con identificación de presencia de tantalio (Ta) y niobio (Nb), mientras que, en Rincón del Tigre, se realizan trabajos de exploración de yacimientos con níquel (Ni), cobalto (Co), cromo (Cr), paladio (Pd) y platino (Pt), proyectos desarrollados en el departamento de Santa Cruz, todos esenciales para la transición energética.
Por otro lado, en el departamento de Cochabamba, los proyectos en el sector de Independencia, que incluyen proyectos de prospección y exploración de titanio (Ti), niobio (Nb), acompañados de uranio (U).
La importancia de estos proyectos de prospección, exploración e industrialización de nuestros recursos mineralógicos, busca integrar al país dentro de los productores de minerales críticos para la transición energética y hace que Bolivia tenga la oportunidad de posicionarse como un actor importante en el mundo. Este enfoque no solo diversificará la economía de nuestro país, sino que también lo situará en una posición estratégica para aprovechar las tendencias mundiales y asegurar un desarrollo sostenible a largo plazo.
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