Noviembre 14, 2024 -H-

"Mujeres tan divinas, no queda otro camino que adorarlas": no le tenía fe a la canción y fue un éxito de Fernández


Domingo 10 de Noviembre de 2024, 1:45pm






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10 de noviembre (BBC).- Martín Urieta había escrito un poema y se lo mostró a un amigo que cantaba rancheras en la Plaza Garibaldi, en Ciudad de México.

A su amigo, Humberto Cabañas, le gustó mucho y decidió incluirlo cuando cantaba “De qué manera te olvido”, del compositor mexicano Federico Méndez.

En una ocasión, al poeta y al cantante los invitaron a una comida donde estaban otros músicos y representantes de esa industria.

En esa reunión, la vida de uno de ellos cambiaría para siempre.

“Mi amigo siempre quiso estar en la marca donde grababa Vicente Fernández”, le cuenta Urieta a BBC Mundo.

Y con eso en mente, se le acercó a Méndez, que era el director artístico de Fernández, y le dijo:

“Oye Federico, ¿cuándo vas a venir a ver mi show? En tu canción recito este poema:

Hablando de mujeres y traiciones

Se fueron consumiendo las botellas

Pidieron que cantara mis canciones

Y yo canté unas dos en contra de ellas”

Tras escuchar el poema completo, Méndez quedó “fascinado”.

-¡Mire Humberto! Se me enchinó el cuero con eso. ¿De quién es?

-De Martincito Urieta, que está aquí.

Te contamos lo que sucedió después de esa conversación, cómo nació “Mujeres divinas” y cómo le dio paso a una alianza artística que les trajo muchas satisfacciones a Urieta y a Fernández.

“Era una de sus canciones favoritas. Desde la primera vez que la grabó, era obligatorio cantarla en cada presentación”, le cuenta a BBC Mundo Vicente Fernández Abarca, el hijo mayor del artista.

“Aunque hay una cantidad enorme de éxitos de mi padre, esta canción tiene un lugar muy especial en todo su catálogo”.

Urieta, que este lunes cumple 81 años, conversó con BBC Mundo no solo sobre su composición, sino sobre su extraordinaria trayectoria artística de 50 años.

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"Un trancazo"

Urieta cuenta que después de que Méndez escuchó su poema, todos se distrajeron en medio de la reunión. Pero al rato, lo llamó y le pidió hablar aparte:

-Oiga, Martín, ¿y ese poema tiene música?

-Sí

-Llévamela para Vicente el martes

-¡Claro!

Pero Urieta no tenía la música, así que se la hizo entre el viernes, que había sido la comida, y el sábado.

“Tan rápido le hice la música que no le tenía fe a mi canción”, cuenta. Aun así, la grabó y se la llevó en un casete.

Después, Fernández recordaría que Méndez le pidió aprenderse la canción.

“La estudié, la grabé y fue un trancazo”, le contó, en 2014, a Mónica Garza del programa Historias Engarzadas de TV Azteca.

Fernández, que ya era una figura consagrada, la grabó en 1987 y se convirtió en un gran éxito y no solo en México.

La primera vez que Urieta escuchó al "número uno" de la música ranchera interpretar su creación, se sintió feliz.

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