2 de julio (Urgentebo- El Compadre).- “ Aprender a emprender”. Ese el principio que usa el payasito “Rapito Mix”, quien tuvo que reinventarse frente a la crisis de la Pandemia. Reynaldo Luna es una de las víctimas de la falta de empleo por la cuarentena pero halló en la aplicación Zoom para ofrecer shows virtuales. Esta opción le ayudó a aliviar la crisis, pero no la solucionó, así que empezó a producir barbijos con diferentes diseños y colores, especiales para payasos.
Rapito Mix está en el mundo del entretenimiento hace 25 años. Nunca le faltaron fiestas ni eventos en los que daba rienda suelta a su picardía, pero la llegada del coronavirus al país le obligó a reinventarse y ahora se dedica, junto a su familia y al grupo Payasito en Acción, a la producción de barbijos “con estilo”.
Rapito tuvo que cerrar contratos y perdió mucho dinero por ello. Su equipo estaba compuesto por cinco personas y cada fin de semana amenizaba fiestas de cumpleaños que duraban casi cinco horas. La cuarentena total, con suspensión de actividades, se inició el 20 de marzo y se prolongo hasta hace algunas semanas. “En cuestión económica, sí hemos perdido bastante porque hemos cerrado contratos con empresas, con particulares (…) a la segunda semana de que empezó el coronavirus en el país todos empezaron a cancelar los contratos y nos hemos quedado colgados”, recuerda con dolor
Más emprendimientos
Tras la espera de unos días, decidió cambiar. Con sus colegas aprendieron a sublimar, diseñar y costurar los barbijos con imágenes de superhéroes y personajes conocidos. “Con habilidades diferentes, puedes salir adelante”, afirma Luna porque a sabiendas de un amplio mercado de barbijos y la demanda de los mismos, también ha incursionado en la costura de tapabocas con diseños y diferentes colores.
“Yo invito a todos mis amigos artistas a que aprendan a emprender (…) no queremos dejar a un lado y quedar indiferentes con la sociedad, hemos tratado de reactivar nuestro trabajo con la otra habilidad que tenemos, con la costura (…) y tratar de imponer un poquito de moda”.
Destacó que realizar barbijos reutilizables es una manera de cooperar con el medio ambiente ya que la gente puede usarlos más de una vez, además, son prácticos y durables.Los barbijos son entregados por mayor y menor. Su taller está ubicado en la zona El Tejar de La Paz, otra manera de comunicarse con ellos es mediante su cuenta de Facebook o su celular 71925041 para recibir pedidos y reservar los barbijos originales.
Shows virtuales
Otra alternativa para estar vigente en el mercado y mantener el contacto con su público son los eventos virtuales que consisten en trucos de magia, canciones, baile, shows de burbujas gigantes, concursos, musicales entre otros.
Según el emprendedor, el tiempo de las animaciones depende de la disposición del cliente.
igos, a todos los clientes, a mucha gente que no puede reunir a todos sus invitados, nosotros estamos realizando shows virtuales mediante Zoom, también mediante otras plataformas que duran un poquito más, nosotros nos adecuamos al medio, tratamos siempre de alegrar el día especial de los compañeros ”, dijo “Rapito”.
Esta forma de seguir trabajando nació tras las disposiciones del Gobierno sobre el distanciamiento social y la prohibición de eventos sociales para evitar la aglomeración. “Para mantener la actividad sí está resultando, pero solventar económicamente casi no (…) a los clientes les cobramos lo más mínimo que podría cobrar un animador”, indicó.
Una de las limitantes en este tipo de eventos, según Luna, es el tiempo, debido a que en aplicaciones como el Zoom, una reunión puede prolongarse alrededor de solo 40 minutos, a lo que se suma el colapso en internet. Sin embargo, para alegrar a su público envía videos con saludos que no tienen costo alguno.
“Aparte del Zoom realizamos conferencias personalizadas, videos para los niños, claro sin costo y sin fines de lucro (…) es como lanzar un programa educativo”, sostuvo Rapito quien no se ha dado por vencido.
“Extrañamos alegrar a los niños”
Alejado de su rubro hace casi cuatro meses, Reinaldo Luna expresó que lo que más extraña de su trabajo como animador de fiestas de cumpleaños es el cariño y el afecto del público. “Casi de la noche a la mañana se ha cohartado toda actividad social, estábamos acostumbrados a compartir con los niños”.
Por otro lado, agradeció bastante la aceptación de la gente con respecto a su emprendimiento de producción de barbijos. Invita a sus amigos artistas a incursionar en nuevos emprendimientos para poder sustentar a sus familias en este tiempo de pandemia.