Agencias, 16 de mayo (Agencias).- El filósofo español Fernando Savater hizo público su último libro. Desde marzo de 2015, cuando murió su esposa, Sara Torres, el autor de Etica para Amador no ha hecho más que sobrevivir. “Aquí viven los leones”, es su último libro.

"Escribía para que Sara me leyera. Escribía para que me quisiera más, ahora que ya no está no quiero seguir escribiendo", afirmó el filósofo español Fernando Savater, desde que comenzó la promoción de su libro “Aquí viven leones. Viaje a las guaridas de los grandes escritores”. 

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El español Fernando Savater

En la presentación del libro, Savater señaló que no sabe si le queda mucha vida, pero que ahora dedicará su tiempo a la relectura, a volver a libros que leyó hace mucho tiempo, a ver películas pendientes y a recordar los momentos vividos con Sara, su compañera durante 35 años. Pero no más literatura.

"Soy un león que está desdentado y al que le quedan pocos rugidos que dar. Seguiré con artículos en la prensa y dejaré los libros. Los escribía para que Sara me leyera. Quizá haga algo sobre nuestra relación pero no sé si me gustaría publicarlo o tenerlo para mí", dice Savater en una entrevista con el periódico El País de Madrid.

El último libro es de coautoría, la suya y la de su esposa Sara. Lo iniciaron juntos, pero lo acabó sólo él. Y a ella a quien agradeció su existencia, el gran trabajo que hizo para reunir todos los materiales con los que él luego se sentaba a escribir y que propusiera una obra con mapas, cómics y materiales visuales que lograron un libro muy gozoso.

El ensayo que asegura pone fin a su carrera literaria es una invitación a la lectura. En él recorre los rincones y paisajes que rodearon a ocho grandes figuras literarias. Se adentra en la intimidad de William Shakespeare, Agatha Christie, Edgar Allan Poe, Alfonso Reyes, Gustave Flaubert, Giacomo Leopardi, Ramón del Valle-Inclán y Stefan Zweig para recordar que estas fieras de las letras también fueron humanos, que sus vidas no solo estuvieron jalonadas de triunfos.

“Es un libro un poco desvergonzado. En él he contado aquello que los humaniza. He dejado fuera el cotilleo, no tengo intención de entrar a sus retretes, de buscar miserias escatológicas”, dice Savater.