15 de enero (Urgente.bo).- Este miércoles, el Gobierno aprobó un Decreto Supremo que autoriza la subvención de siete alimentos estratégicos como maíz, arroz, trigo, harina de trigo, azúcar, manteca y levadura. Para esto se contempla destinar 528 millones de bolivianos.
Según el economista Fernando Romero, esta situación elevará, sin duda, la subvención en esta gestión 2025. Romero afirmó que este gasto que planea hacer el Gobierno, con la finalidad de garantizar la seguridad alimentaria y productiva, supondrá que se consolide un treceavo año de déficit fiscal continuo
Además, el especialista destacó que las subvenciones podrían distorsionar los precios del mercado y hacer que la economía no sea eficiente, lo cual conllevaría a que se tenga menos recursos, por ejemplo, para inversión pública.
NUEVO DÉFICIT FISCAL
Romero indicó que para esta gestión el gobierno había planeado una subvención de 15.156 millones de bolivianos y que para alimentos como maíz, arroz y trigo se tenía presupuestado 750 millones de bolivianos. Con esta nueva subvención anunciada por decreto por el Gobierno, esto se elevará aún más. “La subvención parece ser superior en esta gestión a lo que se tenía planificado”, destacó.
El Gobierno, que asignó la subvención a siete alimentos estratégicos donde se tiene contemplado utilizar 528 millones de bolivianos. “Con esto va a ser un gasto importante sin lugar a dudas que también contribuirá a consolidar un treceavo año de déficit fiscal (gastos de un gobierno que son mayores que sus ingresos) continuo”, dijo Romero.
Según un dato estimado, el déficit fiscal en 2024 fue por 5.977 millones de dólares; en 2023 alcanzó casi 5 mil millones de dólares, según el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
DISTORSIONA LOS PRECIOS DEL MERCADO
Por otro lado, Romero indicó que, al tener ahora esta alta subvención, causará que los precios del mercado se distorsionen y esto aumentará la presión fiscal.
“Las subvenciones en realidad tienen un gran problema, al menos para la economía boliviana, que es distorsionar los precios del mercado y hacer que la economía no sea eficiente. Esto está generando cada vez una mayor presión fiscal”, mencionó el especialista.
El Gobierno busca que, con esta subvención, se mantengan precios bajos en el mercado y haya una seguridad alimentaria. Sin embargo, para Romero esto significa que “va a conllevar que se siga gastando y teniendo menos recursos tal vez para inversión pública, además está disfrazando una inflación que de hecho ya es alta (…) destinando recursos a simplemente gasto, pero no a inversión, producción, y eso se hace simplemente con la finalidad de mantener precios bajos y la seguridad alimentaria como ellos arguyen, una tarea difícil para el gobierno nacional”.
El analista económico finalizó que este tema es bastante complejo y que las subvenciones inducen a que haya mayores préstamos internos. “Es complejo porque no hay muchos recursos y esto está induciendo a que nos prestemos más internamente o lleguemos nuevamente ante la tentación de poder monetizar las reservas de oro para tener efectivo y con eso pagar también las subvenciones que de hecho también se subvencionan, valga la redundancia, con algunas operaciones internacionales que se hacen con el oro y esos intereses van a poder gastarse como gasto corriente estatal”, finalizó.
