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La Paz, 22 de abril (Urgentebo).- La Alcaldía de La Paz calculó que la fiesta del Gran Poder generó un movimiento económico de aproximadamente 120 millones de dólares, el año pasado. Debido a la pandemia del coronavirus de la Asociación de Conjuntos Folclóricos de Jesús del Gran Poder  (ACFGP) ayer determinó suspender la festividad, para evitar la propagación de la enfermedad.

Si bien esta determinación se la tomó para precautelar la salud de los fraternos y de la población que asiste a ver este evento, que se iba a realizar en junio. Sin embargo la decisión significa también un impacto negativo en la economía de la urbe paceña, la cual perjudicará a varios sectores. 

Entre estos: las llamadas comideras, vendedoras ambulantes, garzones, personal se seguridad, bordadores, estilistas, sastres, músicos y artesanos, que pertenecen al sector del empleo informal y ganaban dinero en cada una de la recepción, así como en la entrada folclórica.

“El impacto económico negativo no solo será para los fraternos del Gran Poder, sino también para bordadores, artesanos, músicos, hasta los que venden alfileres. Es un impacto importante que genera el Gran Poder, pero también debemos ver por la salud de la población”, dijo Marina Salazar, expresidenta de la ACFJGP.

Salazar explicó que esta fiesta mueve la economía ocho meses antes de la realización del mismo, puesto que los fraternos comienzan a realizar sus recepciones. Además los pasantes ya dieron adelantos para la contratación de locales y bandas y grupos musicales para las fiestas. Esto significa que deberán llegar a un acuerdo para perder lo menos posible.

No obstante, la extitular de la asociación considera que los sectores más afectados con la suspención del Gran Poder, serán las comideras, bordadores, sastres, garzones, músicos, personal de seguridad, empresas como la cervecería y los vendedores ambulantes. Acotó que para la fiesta central se contrata a un aproximado de 500 a 1.000 personas que son de los sectores mencionados.

Entre tanto, el economista Óscar Heredia explicó que según el estimado del año pasado, la perdida para la urbe paceña será de 120 millones de dólares o un monto superior, porque cada gestión la fiesta incrementaba el dinero que generaba.

“Afectará a quienes venden alimentos, hacen los diseños, músicos, transporte, es todo una cadena importante de comercio y de servicios. Esto no solo afectará La Paz, sino a todo Bolivia. Esto es un movimiento económico efectivo, nos es algo que se pueda entender como una ronda de negocios”, explicó.

Por su parte, el director del grupo Bajo Fianza, Alvin Magnani, detalló que cada fraternidad en sus fiestas contrataban, aparte de la banda de bronces para la entrada, a cinco a seis grupos internacionales y nacionales. En muchos casos algunas agrupaciones ya tenían estípulos por todo el año para las diferentes recepciones de la festividad.

“De todos los ítems que ellos manejan, en los últimos años el que ha tenido más demanda son las bandas y grupos musicales. Entonces seremos uno de los sectores más afectados, si se habla de un grupos no es solo una personas, está incluido todos un staff de 15 personas, entre músicos, transporte y managers, ni hablar de la bandas grandes”, complementó.

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