La Paz, 04 enero (Urgentebo.com – Filo.news).- Rodrigo Amorim es el diputado estadual más votado de Río de Janeiro, llegó al Congreso con apoyo de la familia Bolsonaro y no sorprende porque sus declaraciones parecen haber sido aprendidas del mismo libro.
Esta semana, la de la asunción del nuevo presidente y su gabinete, tuvo comentarios despectivos para uno de los sectores que comenzará a sufrir las políticas reaccionarias del gobierno brasileño: el pueblo indígena, a quien Jair Bolsonaro quiere sacarle parte de sus tierras.
El blanco de las críticas de Amorim fue la Aldea Macaraná, lindera con el estadio mundialista y que se considera el Museo de la India Antigua y donde ahora viven unas 20 poblaciones indígenas.
El diputado del Partido Social Liberal sostuvo que el lugar "es un absurdo. El espacio podría servir como estacionamiento o equipamiento accesorio del propio estadio del Maracanã. Como carioca, me causa indignación ver aquello de la manera que está hoy".
El gobierno de Río de Janeiro había intentado demolerlo en 2012, de cara al Mundial de 2014 para falicitar la salida del estadio donde se jugó la final, por lo que no es una idea descolocada de Amorim, pero sí el comentario que realizó después:
"A quien le gusta el indio, que vaya a Bolivia, que, además de ser comunista, sigue presidida por un indio"
Rodrigo Amorim fue quien rompió una placa conmemorativa a Marielle Franco, la legisladora que fue asesinada por la Policía en 2018.