La Paz, 24 de mayo (Urgentebo).- El cambio climático está afectando a las especies animales de Bolivia. Un informe de la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS) alerta que al menos 31 especies que habitan la región altoandina del país sufren los efectos del calentamiento global.
Una de las 31 especies que sufre por el incremento de la temperatura es la lagartija Liolaemus-gr Montanus (nombre científico), que para vivir tuvo que escalar de los 4.800 metros sobre el nivel del mar a los 5.176 msnm, según revela la publicación Informe La Razón.
El hábitat de esta lagartija era preferentemente las pampas de la reserva nacional Ulla Ulla (departamento de La Paz), sin embargo, los investigadores hallaron que migró hasta la cumbre Moraruni (Apolobamba-La Paz), un pico que ha perdido su manto blanco y espeso por el deshielo. Ahora “si el calor se enciende más, este reptil ya no tendrá dónde escapar y su destino será la extinción. Su caso es solo un ejemplo del riesgo de la fauna por este problema”, señala el trabajo cuya autora es la periodista Marilyn Choque.
El Liolaemus-gr. Montanus migró hasta la cumbre Moraruni, pues allí encontró mejores condiciones de vida, incluso para la reproducción. “Llegó al final. Ahora no tiene dónde ir. Esa población está destinada a desaparecer si el cambio climático no frena su incremento de temperatura”, dice el jefe del Museo Nacional de Historia Natural y del Área de Herpetología de la Colección Boliviana de Fauna, James Aparicio.
El reptil “subió en busca de alimento y mejores condiciones de vida para tener crías, porque necesita un clima no muy caliente”, complementa el experto.
La WCS Bolivia precisa que ya hay evidencia en el ámbito mundial de que el alza de la temperatura del último siglo está afectando a plantas y animales silvestres, pues los cambios en los patrones climáticos reducen su hábitat, alterando relaciones ecológicas, tal el caso de que la época de nacimiento de crías no corresponde a la de frutos de las plantas con las que se alimentaban, lo que cambió sus rangos de distribución y de reproducción, señala el trabajo de Marilyn Choque.
En los hechos, la lagartija es uno de las 31 especies de animales que sienten los efectos del cambio climático.
Un estudio realizado en las reservas naturales altoandinas halló que las especies afectadas por este fenómeno hasta ahora imparable son el quirquincho, la taruka, el mono lanudo, el gato andino, el oso andino, la vizcacha y la vicuña; entre las aves se hallan los flamencos andino y de James, la yacu pisq’, la soca gigante, el cachudito pechicenizo, el suri, la palkachupa, las paraba frente roja y militar, y la remolinera real.
En cuanto a los reptiles figuran la peta de agua y la víbora opa; entre los anfibios, la rana gigante del lago Titicaca, la rana del viento, arlequín, de cristal, acuática de los valles, arborícola de Charazani, acuática común y el sapito silbador. Por último, en la categoría peces se menciona al pez ciego, el carachi, el mauri y el robal. El riesgo sobre esta fauna se identificó tras un estudio en nueve áreas protegidas: Madidi, Eduardo Abaroa, Serranía Iñao, Sama, Apolobamba, El Palmar, Tariquia, Toro Toro y Sajama, que se hallan en La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca y Tarija.
Si no se toman acciones, el panorama puede ser aún más complejo. El Viceministerio de Medio Ambiente deja en claro que si se cumple el peor escenario, que habla de un aumento de 4 grados centígrados en la temperatura promedio del país hasta 2030, los impactos pueden ser “notorios y problemáticos” en el altiplano norte, que tiene como núcleo central al lago Titicaca, y “devastadores” en 2060.
La WCS Bolivia señala que la temperatura se incrementará entre 3 y 4 grados centígrados hasta mediados de siglo, lo que abre provocará cambios en la región de los valles (La Paz, Cochabamba, Potosí, Chuquisaca y Tarija), el altiplano norte de La Paz, el sur de Oruro y gran parte de Potosí, así como el Chaco, el pantanal (Santa Cruz) y el bosque amazónico del norte de La Paz, Pando, Beni y Santa Cruz, debido a las “variaciones en la temperatura y la precipitación pluvial, el limitado rango altitudinal, el estado de conservación y los atributos de la ecología del paisaje de los sistemas ecológicos”.