La Paz, 18 de mayo (Soledad Mena, Urgentebo).- En todo el país existen 16 plantas procesadoras y de “beneficiado” de la quinua. Todas ellas no funcionan por diferentes razones, unas por problemas técnicos, mala ubicación, falta de servicios básicos y otras que se oxidaron.
“Cada planta tiene su propia historia. Algunas fueron compradas recientemente, hay otras que datan del 2012. La de Escoma es desde el 2008, siempre hay algunos ajustes que se hacen. La planta de Umala sólo el 60% está funcionando”, explicó el director general del Centro internacional de la Quinua, Edgar Soliz.
En el departamento de La Paz existen tres plantas instaladas, en el departamento de Oruro, ocho y en Potosí, cinco. Fueron instaladas desde el 2008 por el Gobierno Central y la contraparte con los Gobiernos Departamentales. Algunas fueron traspasadas a las comunidades productoras de quinua, como en el caso del municipio de Umala que está en manos de los productores.
La condición de cada una de ellos es muy diferente; algunas están en proceso de adecuación y ajustes técnicos, otras en proceso de instalación de electricidad y agua, y otras se encuentran con procesos judiciales, como el caso de la Planta de Beneficiado de quinua del municipio de Batallas, que fue abandonada desde el 2012.
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La anterior semana, los comunarios de Batallas, Pucarani, Puerto Pérez y Laja, expresaron su molestia contra la caravana de la ruta de la quinua dulce. Retuvieron a las personas que formaban parte de ella con la demanda de respuestas a la planta que está como un adorno.
“Esta planta está inconclusa desde hace años, ahora las autoridades nos vienen a decir que no hay fecha para el inicio del funcionamiento, entonces ¿para qué nos convocan? Esta es una tomada de pelo. No vinimos a escuchar excusas”, dijo molesto el dirigente René Illanes.
Después de haber llevado a cabo un cabildo, retuvieron a la misión pidiendo una fecha de inicio de funcionamiento de la plata, hoy habitada por las palomas.
El encargado de la planta de la Gobernación de La Paz, Félix Aliaga, dijo que el problema pasa por la mala calidad de las máquinas, pues fueron hechas con acero oxidable. El caso se encuentra en proceso judicial. “Desde el 2014 está abandonada por la recisión de contrato. Nunca hubo entrega de la planta. Estamos en juicio con la empresa City por mala instalación y fabricación de las maquinas que están hechas con acero oxidable, están permanentemente oxidándose”, explicó Aliaga.