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09 de diciembre (Agencias).- Es una imagen desgarradora. La de un perro despidiéndose en el hospital de su dueño moribundo, Ryan Jessen, de California, quien sufrió una hemorragia cerebral de la que no logró recuperarse. Con solo 33 años sus seres queridos se reunieron con él para decirle adiós. Y entre ellos no faltó su mejor amigo: su perro boxeador Mollie. El hospital, presionado por la familia, no tuvo otro remedio que permitirlo.

El momento fue capturado en vídeo y desde entonces se ha compartido en Facebook, donde hasta ahora ha tocado los corazones de cientos de miles de personas."El hospital hizo la cosa más dulce para nosotros y nos permitió llevar el perro de mi hermano para que le pudiera decir adiós", señalaba Michelle Jessen. "Mi hermano, realmente amaba a su dulce perro".

Mollie no para de olfatear a su dueño moribundo. El vídeo ha sido visto más de ocho millones de veces y ha sido compartido más de 80.000. "GRACIAS a todos por la efusión de apoyo, pero no voy a responder más", escribió Michelle Jessen, ante la repercusión de las imágenes.

Los órganos de Ryan fueron donados a otro joven de 17 años, entre ellos su corazón. La madre de Ryan solo tenía ese consuelo. "Lo liberamos, con gratitud, para dar el don de la vida a través del programa de donantes de órganos a otro joven.

"Nosotros, personalmente y en oración, hemos recibido mucho apoyo, por lo que estamos agradecidos. Todo fue muy rápido", desveló. Mollie se preguntará dónde está Ryan, por qué no está en casa ya. Pero al menos pudo despedirse de él.