Washigton, 09 de enero (La Información).- La esperanza de vida en Estados Unidos cayó en 2015 por primera vez desde la crisis del sida en 1993, situándose en los 78,8 años, debido al aumento en 8 de las 10 principales causas de muerte, sobre todo en menores de 65 años.
Las muertes por enfermedades cardiovasculares e infartos crecieron tras años en descenso y aumentaron también las provocadas por el alzheimer, los accidentes, dolencias del hígado y el suicidio. La única nota positiva que recoge el informe del Centro Nacional para las Estadísticas de Salud es que el cáncer disminuyó un 1,7 %, gracias al descenso en número de fumadores y los avances en el tratamiento.
Los primeros análisis del informe apuntan al papel que juega la epidemia de la obesidad en el aumento de las muertes por enfermedades cardiovasculares, infartos, diabetes y, quizás, el alzheimer. Esa enfermedad neurodegenerativa es la causa de muerte que más aumentó en 2015, un 15,7 %, pero los expertos consideran que esto se debe a que cada vez se reporta más la dolencia como motivo de fallecimiento.
La tasa de mortalidad por accidentes experimentó la segunda mayor subida, de un 6,7 %, mientras que los suicidios aumentaron un 2,3 %.
Estos porcentajes se leen a la luz de la epidemia de adicción a la heroína y a los analgésicos derivados del opio, que a su vez están asociados a la desesperación ante una recuperación económica nacional que no ha llegado a muchos ciudadanos.
Con todos estos factores sobre la mesa, la esperanza de vida pasó de 78,9 en 2014 a 78,8 en 2015, tras haber aumentado año tras año desde la crisis del sida hace dos décadas.
Hombres blancos, los más afectados
En este sentido, resulta curioso que los blancos de mediana edad no hispanos en EE.UU. son los que se han estado enfermando más y los que más han muerto, según señala un estudio realizado por el premio Nobel en Economía de 2015 Angus Deaton y la economista Anne Case, publicado en noviembre en la revista médica Proceedings of the National Academy of Sciences.
"De 1978 a 1998, la tasa de mortalidad para los estadounidenses blancos de entre 45 y 54 años se redujo en un 2% al año en promedio, lo que coincide con el promedio de todos los otros países industrializados", señala el estudio.
"Después de 1998, en todos los otros países ricos la tasa sigue bajando el mismo 2% al año. En contraste, entre los blancos no hispanos de EE.UU. la tasa de mortalidad aumentó 0,5% al año. Ningún otro país rico ha visto un giro similar", apunta.
Lo que está matando a los blancos de mediana edad estadounidenses son lo que se denomina "las enfermedades de la desesperanza": alcoholismo, drogas y suicidio.
Así, las muertes por sobredosis entre los estadounidenses de 45 a 64 años se multiplicaron entre 1990 y 2010 por 11. Además, un estudio de CDC Vital Signs encontró que la intoxicación por alcohol mata a más de 2.200 estadounidenses al año. De ellos, los adultos de entre 35 a 64 años eran el 75%
La esperanza de vida en Estados Unidos es menor que en otras naciones desarrolladas como Reino Unido (81), Alemania (80,8), Australia (82), Canadá (81), Francia (82,3) y España (83), según datos del Banco Mundial de 2014.
El país norteamericano ha visto caer su esperanza de vida en contadas ocasiones durante el último medio siglo, la última en 1993 cuando el sida hizo retroceder la estadística de 75,6 a 75,4.
La caída de 2015 fue ligeramente más acusada para los hombres, al pasar de 76,5 a 76,3, que para las mujeres, de 81,3 a 81,2.
Uno de los datos clave del informe de 2015 es que la esperanza de vida no cayó para las personas de 65 años, situada en 19,4, lo que indica que las enfermedades que incrementaron la tasa de mortalidad ocurrieron en la mediana edad o antes.