05 de octubre (Buen Vivir).- El cáncer de pulmón es responsable de más muertes por cáncer que cualquier otro cáncer en hombres y mujeres. Según Globocan 2020, de la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC), a nivel mundial se estimó una incidencia ajustada, por edad, para el cáncer de pulmón de 31,5 en hombres y de 14,6 en mujeres; una mortalidad de 25,9 por 100 mil habitantes en hombres y de 11,2 en mujeres.
A pesar de estos números asombrosos, muchas personas saben muy poco acerca de esta enfermedad, como los tipos de tratamiento, la expectativa de vida, las causas más frecuentes. La mayoría de los pacientes con cáncer de pulmón, descubren la enfermedad en etapa 3 o 4, cuando las probabilidades de sobrevivencia son mínimas.
El neumólogo, Carlo Marcelo Vercosa, mencionó una investigación realizada por un equipo del departamento de Neumología del Instituto Nacional del Tórax en Bolivia, de la que también participó, que demuestra que el 60% del cáncer no se produjo por el tabaco sino por contaminación de sustancias químicas. Además, el 50% de los pacientes son mujeres.
“Polución o contaminación ambiental, principalmente producido por el trasporte, y metales pesados, gasolinerías, serían las causas más frecuentes en nuestro medio, eso explica porque la mayor parte son mujeres, comerciantes, amas de casa y trabajadores en exposición”, destacó.
Las estadísticas son corroboradas por algunos familiares de pacientes que sufren o han padecido esta enfermedad; personas que no tienen relación directa con el tabaco o el humo indirecto de éste, principal causa del cáncer de pulmón en el mundo.
Dos hechos concretos en Cochabamba. Una familia cuya madre sufría de secuelas no discapacitantes de un Accidente Cerebro Vascular (ACV), controlada frecuentemente por un neurólogo debido a cansancio y dificultad para caminar. Un día de primavera, hace seis años, enfermó de bronquitis, pero la tos fue aumentando de intensidad hasta que fue internada por una posible neumonía. Para corroborar el diagnóstico sacaron una radiografía de los pulmones donde se advirtió un pulmón tomado por el cáncer y otro en un 50%, metástasis en el corazón y los huesos. La persona, jamás había fumado o había sido fumadora pasiva.
“Hasta ese momento no existían síntomas que nos hagan sospechar de la enfermedad, siempre concentramos esfuerzos con el neurólogo; tampoco tenía tos, dificultad para respirar, dolor, ronquera o algo que nos lleve al neumólogo. A los 5 días de la bronquitis, comenzaron los dolores, falta de aire; mi madre padecía de dolor y usó morfina, vivió unos cuántos días más porque el cáncer ya había hecho metástasis y estaba en etapa terminal”, relata Nils B., hijo de la paciente que falleció.
En otro caso: una mujer de 46 años, sin antecedentes de tabaco y otra enfermedad de base, excepto crisis de migraña crónicas desde la adolescencia. Ella, sin ningún otro síntoma físico, un día tuvo fiebre y estreñimiento, fatiga, dolor de cabeza, malestar y un poco de tos; el diagnóstico inicial fue fiebre tifoidea.
Al mes de la enfermedad, no podía recuperar el estado de ánimo, con los mismos malestares. Dos consultas con diferentes neurólogos, por los antecedentes de migraña, dieron como diagnóstico estrés y ansiedad; hasta que esos síntomas aumentaron de intensidad, así como la tos, fue un tercer médico quien solicitó su internación para más estudios.
Al cabo de 45 días, desde el inicio de los síntomas por tifoidea, se pudo dar con el diagnóstico final. Cáncer de pulmón etapa IV, metástasis en la columna, cerebelo y cerebro.
En ambos casos, el principal síntoma del cáncer de pulmón fue fatiga, cansancio y estreñimiento; además de un antecedente neurológico, aunque este hecho tampoco tendría relación directa.
Para Vercosa, la proyección del adenocarcinoma del cáncer de pulmón es muy rápido y agresivo. El tratamiento en estos casos es con biólogos moleculares que detienen la multiplicación de las células, pero es de alto costo; la opción es la quimioterapia y radioterapia.
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