(Artículo de Gabriela Morales Franco).- Hace unos meses en un evento escuché a una autoridad anunciar la próxima implementación de una “Diplomacia Feminista Comunitaria” más allá de que las implicancias de este proyecto no fueron definidas ni explicadas, la palabra “Comunitaria” me hizo ruido, me sonó a otra forma de utilizar lo indígena como un discurso para tener el aval de los movimientos sociales pero sin aplicabilidad real, o para una vez más, utilizar lo nacional en lo internacional dejando de lado el compromiso efectivo con la igualdad de género en la política exterior.
Sin embargo, fue una invitación a expresarme como diplomática (mujer), un reto para proponer una línea base de lo que en mi visión y experiencia de todos los años de servicio que presté debería contener una Política Exterior Feminista que logre que las mujeres y las niñas gocen del pleno ejercicio de sus derechos contribuyendo a una Bolivia y un mundo más igualitario.
En temas de gestión institucional, es un poco difícil tener datos por la falta de institucionalización, pero haciendo mi mejor esfuerzo, puedo decir que históricamente hemos tenido una sola Canciller mujer. Vale la pena remarcar que fue en un periodo de transición política, unas cuatro Viceministras de Relaciones Exteriores y cinco de Gestión Institucional a partir del año 2009. También puedo afirmar que son pocas las mujeres que han ocupado los puestos de directoras generales y jefaturas de unidad. Quedando pendiente el acceso en igualdad de condiciones a puestos jerárquicos y la participación en la toma de decisiones desde mi mirada femenina se necesitaría inicialmente un estudio estadístico sobre el número de mujeres Embajadoras, número de mujeres cumpliendo funciones en Embajadas relevantes para Bolivia, mujeres asesoras, identificación de puestos que ocupan las mujeres en general y las mujeres con hijos, el número de divorcios de mujeres respeto a hombres en el servicio exterior, esposas de diplomáticos que realizan trabajo no remunerado, número de acuerdos laborales para parejas de diplomáticos suscritos, entre otros.
En el área multilateral se han suscrito varios convenios, a decir: Declaración sobre la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (1967), Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW-1979), Recomendación General 19 del Comité para la Eliminación dela Discriminación contra la Mujer (1992), Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (1993), Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres - Convención De Belém Do Pará (1994), Protocolo Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (1999) y Recomendación General No 33 del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (2015). Sin embargo, a pesar de que Bolivia tuvo la capacidad de bajar estas normas al sistema nacional las mismas se han visto estancadas en su implementación y avance, por lo que, a la Cancillería le queda mucho trabajo por realizar, en el ámbito nacional seguimientos a la implementación de estos documentos internacionales a través de mesas de trabajo o el mejor mecanismo que se encuentre, en el ámbito internacional fortalecimiento de los mecanismos que tienen como eje las cuestiones de género, activar la presencia de Bolivia dentro el sistema de Naciones Unidas e Interamericano en áreas relacionadas con los derechos de género, priorizar candidaturas en grupos que trabajen igualdad de género, ser sede de conferencias internacionales y regionales, entre otros.
Dos temas en los que quiero realizar un énfasis, sabiendo que hay fenómenos que tienen impactos diferenciados y porque no decir en este caso más adversos para las mujeres, la Cancillería podría tomar acciones más dinámicas de prevención y reducción en el impacto del cambio climático y el uso de la inteligencia artificial.
En el área Consular se sugiere un abordaje holístico de la migración de las mujeres, siendo la Cancillería parte de la Mesa de Trata y Tráfico hay mucho trabajo que realizar tomado la iniciativa y dejando de ser un invitado más. Por otra parte, es urgente la adhesión e implementación de todos los mecanismos y protocolos regionales sobre trata y tráfico de mujeres. En cuanto a las buenas prácticas, Bolivia no cuenta con los recursos económicos necesarios para costear los gastos de investigación, procesos judiciales y otros, sin embargo, durante mi corto paso por el Consulado en Buenos Aires se realizaba un mapeo de centros de acogida para mujeres en situación de vulnerabilidad, de auxilio por violencia familiar, de atención jurídica gratuita, de apoyo psicológico, de desarrollo vocacional, este mismo ejercicio se podría realizar en todos los Consulados.
En el área que más me apasiona, la bilateral, debería incorporarse en todas las agendas de Mecanismos de Consultas Políticas, Comités de Fronteras, Comisiones Mixtas, un punto sobre la situación de las cuestiones de género e intercambio de buenas prácticas. En los MIP, MAP, Negociaciones Bilaterales y cualquier otro documento que asigne fondos de cooperación a Bolivia, debería negociarse siempre un monto para la igualdad de género. Por otra parte, la suscripción de Memorandos de Entendimiento y Acuerdos Bilaterales en esta área y porque no reuniones o diálogos entre Altas Autoridades y la sociedad civil.
Siendo parte del Grupo Chile – Bolivia y tratando de incidir en las políticas públicas, me encantaría que nosotras podamos realizar, con apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, un conversatorio sobre buenas prácticas en la incorporación de cláusulas relativas a género en los tratados de Comercio sean bilaterales, multilaterales o de integración.
En conclusión sobre estas líneas se puede realizar un Plan que permita implementar una PEF con identidad, basada en las necesidades reales de todas las mujeres bolivianas y diplomáticas sin tener que acudir a discursos y conceptos excluyentes. Una vez se incluya la participación de la mujer en igualdad de condiciones y se reconozcan todos sus derechos puedo asegurar que existirá un aporte diferenciado en la resolución de conflictos, en las negociaciones, en las contribuciones teóricas, en la redacción de Acuerdos, Convenios, entre otros logrando un mundo más igualitario.
Gabriela Morales Franco
Miembro del Directorio LAPRID
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