Si uno hace memoria, se dará cuenta que en Bolivia son más los procesos judiciales en el fútbol que las mismas actividades deportivas. En un simple ejercicio se pueden nombrar: partidos impugnados, jugadores mal habilitados, contratos leoninos, malas interpretaciones, acusaciones, denuncias, estafas, etc.
Entre la justicia deportiva y ordinaria, el fútbol boliviano debe gastar mucho dinero en llevar adelante temas que simplemente son de lamentar. Presupuestos que servirían mucho más en lo estrictamente logístico y necesario que es jugar al fútbol. Sin embargo, hay normas, reglamentos que respetar, estatutos establecidos que marcan los lineamientos y definen las condiciones legales para establecer parámetros y que el balompié en nuestro territorio sea profesional.
Que complicado tener que dar un justificativo tan largo para poner en contexto algo que en otros países se ha vuelto común y sin contra tiempos pues las cosas están claras y bien definidas. Jurídicamente hablando no hay desconocimiento de las normativas que definen las reglas del juego y del trabajo de las personas que aplican a cabalidad todo esto, haciendo de la organización del fútbol profesional algo verdaderamente transparente y confiable.
En Bolivia, todos estos preceptos nunca están claros. Siempre aparecen casos que perjudican el desarrollo de un campeonato, de algún club, jugadores, equipos, técnicos, árbitros, dirigentes, asociaciones y hasta la misma Federación Boliviana. Nunca una gestión puede acabar sin haber so pesado alguna problemática jurídica.
Irónicamente decimos que hoy las instituciones futboleras en Bolivia piensan principalmente en la contratación de abogados reconocidos para estar seguros de un trabajo prolífico y aprovechar circunstancias extradeportivas que les ayude a sumar puntos o bien lograr sumas de dinero interesantes luego de sacar procesos judiciales con éxito.
Un abogado o letrado, según la etimología de la palabra, es un jurista profesional que cuenta con un título que avala su licenciatura y que cuenta también con autorización para ejercer o practicar el derecho. Un abogado ofrece asesoramiento y consejo jurídico, utilizando sus conocimientos para dirigir estos temas, encarar procesos, trabajando en la defensa técnico jurídica de una parte en toda clase de conflictos.
Hoy la dinámica del fútbol de alto nivel tiene las cosas debidamente establecidas y todos entienden la función que deben cumplir, cual si fuese un reloj suizo. Seguro todos los problemas que se dan en Bolivia, ya los vivieron hace mucho tiempo y lograron superar todas las adversidades, a diferencia nuestra que nos es muy difícil salir de cada problema y lo que nos hace dar cuenta cuán retrasados estamos en todo sentido.
Pasan los días y seguimos sin poder hablar de fútbol en Bolivia. Tres fines de semana sin campeonato. Torneo paralizado mientras se trabaja jurídicamente en tratar de solucionar escándalos de corrupción y todo lo que conlleva cada proceso. Tribunales, fiscalía, juzgados, declaraciones, plazos procesales, investigaciones, términos de apertura, pruebas, términos de clausura. Causales, denuncias, emisión de resoluciones. Fallos, sentencias, apelaciones, Procesos de instancia de fallo. Abogados vienen, abogados van. Jueces, fiscales, causas, estudios jurídicos. ¡Vaya me cansé! Y seguro podría seguir escribiendo, cansando al lector sin tocar un tema deportivo. Y es que así pasan los días sin que vuelva a rodar el balón. Un amigo me decía, cuánta falta hacen los buenos tiempos; aquellos años maravillosos cuando en estas fechas Bolivia festejaba 30 años atrás una clasificación al Mundial de EEUU.
Entonces, en silencio yo recordaba, que esa clasificación también vino de la mano de una coyuntura extra futbolística, cuando los jugadores, a través de su agremiación paralizaron el torneo profesional, presionando al Estado a incluir en la legislatura al futbolista como parte de la ley general del trabajo con todos sus derechos y obligaciones, y donde también tuvieron una labor fundamental los abogados, que interponían sus buenos oficios con quienes tenían a su cargo por entonces la legislación en el parlamento nacional.
Es un tema de nunca acabar, así de rezagados vamos en relación a nuestros vecinos de esta parte del continente y ni que se diga con otros más lejanos.
La Selección boliviana jugará en dos semanas más sus siguientes 2 partidos de eliminatoria. Los dirigidos por Gustavo Costas deben amoldarse a cronograma que tienen clubes como Bolívar y The Strongest, quienes prestan sus predios deportivos y así La Verde pueda entrenar. El estadio Hernando Siles, no siempre está disponible por los trabajos de mantenimiento que el SEDEDE debe realizar en el campo de juego, para que éste se presente impecable en los siguientes juegos oficiales ya sea de la selección en eliminatoria o bien el reinicio de las actividades de nuestro fútbol profesional. La selección no tiene cancha propia para sus trabajos.
Hoy la FBF piensa más en lo que irá a pasar este jueves en la reunión de Comité Ejecutivo que determinará si los torneos de la División Profesional continúan o bien se suspenden, dando paso a un torneo relámpago que determine los premios de participación internacional del próximo año como la Copa Libertadores y la Sudamericana.
Una vez conocida la determinación, se verá qué acciones toman partes interesadas que sientan afectación y que recurran a otro ente superior como el TAS y así los procesos jurídicos continúen. ¡Qué dolor de cabeza!
Hasta mientras un criterio recurrente será decir que en Bolivia tenemos un fútbol jurídico, más no deportivo. En pasados artículos me volví médico, ahora abogado. ¿Cuándo volveré a escribir del fútbol boliviano?
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