19 de junio (Infobae).- En un desarrollo sin precedentes, Japón ha registrado un aumento alarmante en los casos de síndrome de shock tóxico estreptocócico (STSS). El incremento de contagios ha provocado acciones inmediatas por parte de las autoridades sanitarias del país. Es por ello que en las últimas semanas se ha intensificado la vigilancia y se han promovido campañas de sensibilización pública sobre la detección temprana de síntomas y la búsqueda de atención médica urgente.
El síndrome de shock tóxico estreptocócico (STSS) es una infección bacteriana rara, pero grave que puede desarrollarse cuando las bacterias se propagan a tejidos profundos y al torrente sanguíneo.
Los pacientes con STSS suelen presentar inicialmente síntomas como fiebre, dolor muscular y vómitos. Sin embargo, la enfermedad puede progresar rápidamente y volverse potencialmente mortal, con síntomas que incluyen presión arterial baja, hinchazón y fallo multiorgánico.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU señala que, incluso con tratamiento, hasta el 30% de los pacientes con STSS pueden morir.
Según datos difundidos por el Ministerio de Salud de Japón, a la fecha del 2 de junio de 2024 se han informado de 977 casos de esta infección altamente peligrosa y potencialmente mortal. Lo más llamativo de este brote es que entre enero y marzo, 77 personas han perdido la vida debido a esta enfermedad.
En comparativa con registros previos, esta nueva cepa ha batido el récord anterior de 941 infecciones preliminares reportadas en 2023, la cifra más alta desde que se comenzaron a recopilar estadísticas en 1999.
El incremento de casos de STSS en Japón ha sido notable en los últimos años. En 2023, se registraron 941 infecciones preliminares, el número más alto desde que comenzaron los registros en 1999. Además, ese mismo año, el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Japón informó de 97 muertes por STSS, la segunda cifra más alta de fallecimientos en los últimos seis años.
Este aumento continuo de casos y muertes ha generado preocupación entre las autoridades de salud y expertos, quienes buscan entender las causas detrás de este fenómeno.
La mayoría de los casos de STSS son causados por la bacteria estreptococo del grupo A (GAS), que generalmente provoca infecciones leves como la fiebre y el dolor de garganta en niños. En circunstancias raras, el estreptococo del grupo A puede volverse invasivo cuando produce una toxina que le permite acceder al torrente sanguíneo, causando enfermedades graves como el shock tóxico.
Esta bacteria también puede causar otras infecciones severas, como la fascitis necrotizante, conocida como la enfermedad de “comer carne”. Sin embargo, la mayoría de los pacientes que desarrollan esta última condición tienen factores de salud subyacentes que reducen su capacidad para combatir infecciones, como el cáncer o la diabetes, según el CDC.
Síntomas, factores de riesgo y población afectada
Los síntomas comienzan con fiebre, escalofríos, dolores musculares, náuseas y vómitos. Estos síntomas iniciales pueden llevar a confusión con otras enfermedades menos graves. Sin embargo, en el caso del STSS, la progresión es rápida y severa. En un lapso de 24 a 48 horas, los pacientes pueden experimentar una caída drástica de la presión arterial, hinchazón, aumento rápido del ritmo cardíaco y respiratorio, y fallos multiorgánicos.
Este deterioro rápido hace que sea crucial buscar atención médica de inmediato si se sospecha de STSS. Además, un sarpullido similar a una quemadura solar puede ser uno de los primeros indicios de la infección.
El STSS puede afectar a personas de todas las edades, pero ciertos factores de riesgo aumentan la probabilidad de contraer esta infección. Las personas mayores de 50 años, aquellas con heridas abiertas, los pacientes que han tenido cirugías recientes y aquellos con enfermedades crónicas como la diabetes o el cáncer son más vulnerables.
div class="media media-element-container media-default">Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente la mitad de los casos de STSS relacionados con la bacteria estafilococo se presentan en mujeres en edad de menstruar, mientras que el resto ocurre en mujeres mayores, hombres y niños. Las infecciones virales previas, como la varicela o la gripe, también pueden aumentar el riesgo de desarrollar STSS.
La pandemia de COVID-19 y las medidas de control asociadas, como el uso de mascarillas y el distanciamiento social, ayudaron a reducir la propagación de muchas enfermedades infecciosas, incluido el estreptococo del grupo A. Sin embargo, la relajación de estas medidas ha llevado a un aumento en las infecciones.
La NHK, la cadena pública japonesa, informó que el debilitamiento del sistema inmunitario tras el COVID-19 podría ser un factor contribuyente al aumento de casos de STSS. El profesor Ken Kikuchi de la Universidad Médica Femenina de Tokio explicó que la exposición constante a bacterias ayuda a reforzar la inmunidad, un mecanismo que estuvo ausente durante la pandemia. Por ello, es vital seguir practicando una buena higiene de manos, mantener la etiqueta respiratoria y limpiar adecuadamente las heridas para prevenir infecciones.
El tratamiento para curar esta enfermedad
El tratamiento del STSS requiere una intervención médica inmediata y agresiva. Los antibióticos son esenciales para combatir la infección bacteriana. Además, los pacientes a menudo necesitan fluidos intravenosos para mantener la presión arterial y tratamientos para abordar la insuficiencia orgánica.
En algunos casos, puede ser necesario realizar cirugías para eliminar el tejido infectado. Aunque no existe una vacuna específica para las infecciones por estreptococo del grupo A, los científicos, incluido el doctor Andrew Steer del Instituto de Investigación Infantil Murdoch en Australia explicó a The Washington Post, están trabajando en el desarrollo de una vacuna, que podría estar disponible en los próximos 5 a 10 años.
El aumento de infecciones por estreptococo del grupo A (GAS) no es un fenómeno aislado en Japón. En diciembre de 2022, cinco países europeos informaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre un incremento en los casos de infecciones invasivas por estreptococo A (iGAS), afectando principalmente a niños menores de 10 años.
El CDC norteamericano también ha estado investigando un aumento aparente en esta enfermedad en los Estados Unidos. La relajación de las medidas de control de COVID-19 y la subsecuente reducción en la exposición a otras bacterias pueden haber contribuido a este aumento global de infecciones.
A pesar del aumento de casos, el STSS sigue siendo una infección rara. Sin embargo, Steer destaca la importancia de reconocer los síntomas rápidamente y buscar atención médica inmediata. Las autoridades de salud japonesas recomiendan seguir prácticas de higiene rigurosas, como el lavado frecuente de manos y el cuidado adecuado de heridas, para prevenir infecciones.
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