María Cristina Soto, Chichi, es una empresaria que busca contribuir a la economía de El Alto. Ha impulsado emprendimientos en diferentes ámbitos y hoy desde CAINCO trabaja para generar mayores oportunidades a los alteños. Conocedora de la dinámica, ella no duda en afirmar que el crecimiento de la segunda ciudad más importante del país se debe a la sincronía familiar, a la coordinación de los matrimonios.
‘‘La mujer es fundamental, pero hay una sincronía de la familia, padre y madre asumen la responsabilidad de proteger al hijo, entonces, sobre esa base se hace el desarrollo económico. Pero la mujer, la madre, la que da vida al hijo, es la fuerza, el núcleo del hogar’’, explica la empresaria Soto.
La experta menciona que el hombre sale a trabajar y la mujer también a las ferias para vender el producto que generan ambos. ‘‘No es posible decir que más es la mujer o más es el hombre, la sincronía de ambos hace que todo el negocio avance, que la sociedad avance, que la productividad sea fuerte’’, asegura.
Por otro lado, Soto destaca al papel de los jóvenes emprendedores que en los últimos años están trabajando con ideas de negocios en el de comercio, servicio y producción. ‘‘Conozco miles de casos de jóvenes que ya están vendiendo diferentes productos, como hot dogs. Están haciendo su pequeña fábrica de pipocas, están haciendo su empresa para el arreglo de computadoras, mantenimiento de celulares, otros abren sus peluquerías, sastrerías, otros trabajan en su comercio de telar’’, detalla la empresaria.
Asimismo, cuenta que muchos de estos jóvenes pasaron por la CAINCO, la organización que ella preside, y donde han entendido que “ellos pueden sus propios jefes, haciendo su propio emprendimiento, engrandeciendo la empresa de sus padres, van a ser grandes empresarios y generar un comercio más dinámico para el bien de la sociedad y el país”.
El Alto es fuerte económicamente
La empresaria destaca que la población comerciante está trabajando día a día desde el amanecer y lucha por presentar en diferentes áreas, un producto que se hace, se elabora netamente en la ciudad de El Alto.
‘‘Creo que El Alto es fuerte económicamente porque la madre de familia, la joven madre, la joven profesional, el hombre, la pareja, la familia comienzan desde muy pequeños a trabajar, comienzan a aperturar comercios desde la venta de un puesto de dulces hasta un tejido a croché, y otras diferentes creatividades originales que tienen los hombres y mujeres’’, dice Soto.
En El Alto existe un sinfín de emprendedores mujeres y hombres que sobresalen con sus capacidades, imaginación y creatividad. ‘‘Si me pongo a enumerar emprendedores podría cometer grandes errores, tenemos hombres y mujeres respetables por sus productos, hay un bloque de mujeres que hacen un detalle muy importante cuando se hacen operaciones del corazón, manos alteñas de mujeres de polleras están ahí generando este producto tan importante para salud de vida humana; dar nombres es difícil’’, acota la empresaria.
Por otro lado, otro de los aspectos que destaca en la economía según Soto es la robótica gracias a la participación de jóvenes que desde las universidades han perfeccionado el talento adquirido de sus padres. ‘‘Son héroes anónimos que generan un presupuesto inclusive de sobrevivencia para avanzar en la formación de los hijos, de la familia, en la educación, en la vivienda’’, dice la mujer alteña.
De la misma manera menciona que El Alto es en un puerto hacia ultramar. ‘’somos nosotros la ciudad que tiene justamente la salida hacia Chile y el Perú, por lo tanto, nuestras empresas del país siempre están pasando sus productos. Toda la fuerza y el trabajo de Bolivia desde la productividad oriental del trópico, de todo el occidente, siempre está pasando por esos caminos internacionales’’, asegura.
El tiempo y las mejoras
María Cristina Soto menciona que a El Alto le falta mucho por crecer. ‘‘Es una ciudad joven, sí, pero hemos mejorado en servicios; la comida tiene un mayor avance, tenemos muy buena comida para que los turistas puedan venir y complacerse que países como Bolivia tiene todos los pisos ecológicos que puedan soñar para hacer turismo’’, explica.
Así también, habla sobre las mejoras en el turismo y el papel de ‘cholitas escaladoras’, que motivan a los extranjeros a visitar el país para escalar montañas, conocer lugares y más que todo disfrutar de los paisajes. ‘’Estas mejoras se dan porque la ciudad es la más fuerte del país en el propositivo productivo, emprendedor, en lo comercial, artesanía, costura, pintura, arte’’, asegura la empresaria.
¿Qué debería hacer el Gobierno?
Soto destaca que los emprendedores de El Alto necesitan incentivos, infraestructura y formación por parte del Gobierno para que la contribución a la economía nacional sea más fuerte. Lo más importante es la estabilidad económica.
‘‘Nos falta el campo ferial, nos falta el incentivo para nuestra gente. Los emprendimientos que se dan son de orden privado, no depende del ‘papá Estado’, el cual por cierto está cometiendo un montón de fallas. No hay dólares, no hay cosas para tener y generar más productividad, falta insumos, falta que podamos vivir en paz y trabajar en paz’’, asevera la empresaria alteña.
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