Otra victoria que sorprende a todos. Con autoridad, un planteamiento original, 4 – 1 – 4 – 1, al menos así lo vi, y un equipo que empezó a creer en sí mismo, marcó la diferencia en Santiago y le ganó a Chile 2 a 1. Resultado que le permite recuperarse en la eliminatoria mundialista no solo anímica, sino futbolísticamente. Lograr sumar 6 puntos de los 6 en juego en esta doble fecha de las clasificatorias, marca un momento destacable e histórico después de muchos años.
La Selección Nacional logró ganar fuera de casa después de 31 años y 67 partidos de campeonato, buscando un lugar en la Copa Mundial de Fútbol. Cuánto bien le hizo vencer a Venezuela en la ciudad de El Alto para que los jugadores se den cuenta que todo pasa por lo mental. Nada como creer en la capacidad personal y que esta contagie al grupo y se tenga buen rendimiento individual y colectivo. Resultado: dos victorias consecutivas, una de local y otra de visitante. 6 de 6, todo un éxito en el arranque de Óscar Villegas al frente de La Verde.
Debo reconocer que la pobre participación de Bolivia en la primera parte de la eliminatoria y la Copa América, me llevó a ser muy crítico con el fútbol boliviano y la producción de los jugadores nacionales. El sabor amargo de las derrotas, la falta total de jerarquía internacional y la nula autoestima de los futbolistas bolivianos, exasperaron mis ánimos y me volvieron intolerante a los partidos donde jugaba nuestro equipo. Solo hace algunos días escribía en esta columna de opinión lo escéptico que me encontraba y el pesimismo que sentía antes de reanudarse el torneo clasificatorio. Gran sorpresa nos dio Bolivia al ganarle a Venezuela en Villa Ingenio y mucho más derrotando a Chile de visitante.
Y es que así es el fútbol, tan resultadista en la frialdad del concepto, tan desproporcional a la hora de emitir criterios que se me ocurre decir hoy que la Selección Boliviana renace como el ave Fénix y como decía un filósofo “A veces tienes que morir en tu interior, en tus miedos y frustraciones para renacer en una nueva versión más sabia y más fuerte”. Así como a nadie le puede ir bien siempre, a nadie le puede ir mal toda la vida. Aún sean estos momentos más cortos por diferentes realidades. Se trata de aprovechar esos instantes, por más breves que sean para trabajar y que duren muchos años.
A Bolivia aún le falta sumar varios puntos y seguir ganando partidos para consolidar su juego, su personalidad deportiva, el carácter de sus jugadores y creer el hecho de estar en competencia, buscando un lugar en el próximo campeonato mundial, sabiéndose protagonistas y luchando por alcanzar la gloria, aquella tan lejana meta que no se alcanza hace 30 años.
Una mentalidad ganadora no significa estar compitiendo todo el tiempo por ser el mejor. Por el contrario, se refiere a aquellas personas que se sienten capaces de afrontar con éxito las situaciones difíciles que se le presentan en la vida y creen que pueden lograr lo que se proponen.
Es el método de calificar el trabajo mental y los frutos que se pueden obtener en el deporte cuando la mente se hace más fuerte que la baja formación y capacidad física que en otras oportunidades llevan a un equipo de fracaso en fracaso.
Para desarrollar una mentalidad ganadora, es esencial trabajar en el autoconocimiento y la autoconfianza, establecer objetivos claros y trabajar en una planificación para alcanzarlos.
Además, es importante rodearse de personas que compartan esta visión y que puedan ofrecer soporte y motivación. En otras palabras, nada mejor que un grupo de trabajo, en este caso un equipo que quiera marcar la diferencia y esté convencido que puede hacerlo.
El plantel de fútbol trabajado por una fuente de confianza, en este caso el técnico Villegas hace que el grupo vaya creando mística, determinación, resolución y una aptitud que deja atrás las decepciones de un pasado negativo que generó un karma en la mentalidad de todos los bolivianos. De un momento a otro y con 2 resultados positivos, vemos que hoy también aparece una actitud vencedora que seguro impulsará a más y mayores resultados buenos. La mentalidad ganadora, es y será un activo que ayudará a alcanzar éxitos en cualquier forma o manera en que se busquen.
Cuánto bien le hizo a Roberto Carlos Fernández encontrar un equipo en Rusia para volver a una competencia que a él como hombre del fútbol lo motiva. De ser uno de los más bajos en rendimiento durante la Copa América, pasó a ser el mejor en el partido contra Chile en Santiago.
Miguel Terceros, se va afianzando cada día más y se muestra con mayor capacidad y mente ganadora conforme juega los partidos de la selección y anota goles. Eso le debería servir no solo en la confianza del entrenador Villegas. El técnico de su equipo en Brasil, Santos, tendría que tomarlo en cuenta, al igual que a Enzo Monteiro los delanteros bolivianos que brillan en la eliminatoria.
Aún falta para ilusionarnos y poder soñar; sin embargo, estamos en buen camino; vienen 2 partidos muy difíciles en el mes de octubre. El 10 con Colombia en El Alto y el 15 con la Argentina en Buenos Aires. Dura tarea para el técnico en preparar futbolísticamente al equipo y más aún mentalmente hacer que sigan creyendo en que esto es fútbol y se puede.
Hoy, después de ver a Bolivia ganar en 2 partidos consecutivos, ya no estoy pesimista, pero tampoco pecaré de exitista; quiero encontrar la equidad crítica que me da el fútbol desde el punto de visión de periodista y sin perder objetividad decir que esta nuestra Selección, nos está haciendo creer en su producción y la confianza en Óscar Villegas está cada día más afianzada.
La frase "Como el Fénix renace de las cenizas" es una expresión que se utiliza para describir la capacidad de una persona o cosa de resurgir después de haber pasado por una situación difícil o traumática.
Cierro recordando una linda frase que dice: “Debes estar preparado para arder en tus propias llamas. Para renacer, debes antes, haberte convertido en cenizas”.
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