La Bolivia urbana está destruyendo discursos
Esta vez, exijámoselo a los candidatos, no podemos perder la oportunidad de alcanzar con equilibrio la condición ya no de una Bolivia urbana sino la exigencia de un mundo que vive en ciudades.
Martes 28 de Enero de 2025, 10:15am
Sin duda, el panorama de crisis que rodea al mundo marca en su recorrido a todas las consideraciones que se realizan en todos los ámbitos de la economía; esto es precisamente lo que sucedió con las conclusiones de la Reunión Anual del Foro Económico Mundial en Davos (Suiza) y las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional, donde ambas entidades indican que las expectativas de crecimiento económico son moderadas para este año; para este propósito utilizan una variable central del conjunto de variables macroeconómicas como es el producto interno bruto (PIB). Sin embargo, para realizar el mismo ejercicio en el ámbito financiero, la Fitch Rating no tomó en cuenta este detalle a la hora de realizar su informe para Bolivia.
En la actualidad existen tres compañías de alto impacto a nivel global que ofrecen, dentro del ámbito financiero, calificaciones crediticias que son S&P Morgan, Moody's y Fitch Ratings, cada una de ellas con diversos métodos para emitir su calificación.
Fitch Ratings emite sus propias calificaciones crediticias que reflejan la capacidad de un país para cumplir con sus obligaciones financieras y se constituyen en índices fundamentales para un gran número de inversionistas a escala global.
El Informe de Fitch Rating sobre Bolivia, de 24 de enero del presente, sobre la calificación de incumplimiento del emisor (IDR en ingles) comunicó que bajó de CCC a CCC- en moneda extranjera a largo plazo lo que indica que si bien aún no parece probable un evento de incumplimiento de pagos “el margen de seguridad continua erosionándose como resultado de la menor disponibilidad de divisas y la ausencia de medidas correctivas”, del mismo modo apuntó que la escasez de combustible, los bloqueos de carreteras y el malestar social perturbaron la actividad económica boliviana en 2024. También consideró la financiación de “amplios déficits fiscales” como un riesgo creciente para la estabilidad macroeconómica del país y la inflación creciente. De la misma manera, las tensiones políticas y el bloqueo a la aprobación de créditos en la Asamblea Legislativa Plurinacional. En relación a la deuda externa no dice que el 2024 cumplió a cabalidad el servicio de la deuda externa, pero, menciona que los riesgos para las amortizaciones de bonos aumentarán a partir de marzo de 2026, las reservas internacionales que llegaron a 1.976 millones de dólares hasta el 31 de diciembre y el déficit en balanza comercial que está muy influida por el descenso de la exportación de gas natural.
Si bien se citan una gran cantidad de variables no consideran una variable central como es el PIB, el cual se constituye en el indicador central del crecimiento económico por excelencia que indica en qué magnitud está creciendo el ingreso total de la economía, que repercute, que incide en todas las demás variables y se constituye en un referente obligado cuando se tiene que presentar una variable en términos relativos como ser la relación deuda externa respecto del PIB. No consideraron la reducción de la desigualdad económica que es originado precisamente por la distribución primaria de la producción y la redistribución del ingreso, para conformar el mercado interno a través de la demanda de los hogares y que tendrá su influjo en la producción y en la industrialización con sustitución de importaciones y que tuvo su desemboque en la reducción de la extrema pobreza –evidenciado por el hecho de que no existe gente buscando comida en los basurales-, hecho elogiado hasta por los organismos internacionales.
Como síntesis, no tomaron en cuenta el sistema económico en su totalidad, donde las otras variables como ser el sistema financiero, la inversión pública, el cumplimiento de la deuda externa, el empleo, la reducción de la extrema pobreza, entre otros, fueron excluídos de su consideración. Además, hay que indicar que el informe de Fitch Rating está enmarcado dentro de la esfera financiera, que vela por los intereses de los inversionistas a nivel global y tiene la cualidad de ser parcial y muy ajustado a lo que pretende, ya que no consideraron la integralidad de la economía, puesto que tan solo consideraron algunos elementos o variables que son útiles y que favorecen a su intencionalidad.
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