Andrea Aneiva Es una de las co-fundadoras de la Comunidad de Mujeres Cerveceras de Bolivia. Su preparación la ha colocado como la primera mujer boliviana en tener la Certified Beer Server del programa Cicerone y ahora busca difundir una cultura cervecera mediante sus redes sociales.
Posicionar la presencia femenina dentro del ámbito cervecero, promover la profesionalización y valoración de la cerveza como una bebida de disfrute y de consumo responsable, no es tarea fácil. Pero, es el reto que Andrea Aneiva trata de superar.
“Siempre me ha gustado acompañar la pizza con una buena cerveza, pero todo cambió cuando probé, por primera vez, la cerveza estilo IPA (se caracteriza por tener mayor cantidad de lúpulo, amargor e intenso aroma) y me encantó. Empecé a buscar en YouTube cómo era la cerveza y, junto a mi esposo, compramos ollas para prepararla en casa. Así empecé y ahora soy homebrewer, es decir, la hago para consumo personal”, relata.
Nacida en La Paz, esta joven productora cinematográfica de profesión, decidió dedicarse plenamente al mundo cervecero. Si bien, esta bebida siempre fue de su agrado, el punto de giro sucedió durante los años que vivió en Argentina (de 2013 a 2020). Quienes la impulsaron a iniciar el camino de la profesionalización, fueron las integrantes de la Comunidad de Mujeres Cerveceras de Argentina. “Ellas me motivaron a especializarme en esto, me enviaron a varios congresos internacionales y, con el tiempo y la preparación adecuada, pasé de ser una chica que hacía cerveza en casa, a ser la responsable de la producción de la comunidad”, afirma.
Su familia fue parte fundamental para que alcance sus objetivos. Sus padres le manifestaron un apoyo incondicional. Aunque no lograban entender qué haría Andrea, la motivaron a sumergirse de lleno en la temática cervecera.
Desde septiembre de 2021 vive en Santa Cruz, esto ha significado una puerta abierta a nuevas oportunidades. “Aquí hay un enorme movimiento cervecero, ahora estoy trabajando junto a Pasión Cervecera Boliviana, que aglutina a cervecerías artesanales e industriales. Me invitaron a ser educadora. Ya he hecho sesiones de cata, maridaje para muchos y diferentes públicos en todo el país”, comenta.
La presencia femenina en el mundo cervecero hoy en día está en constante aumento. Según información de la Cámara de Cerveceros de Bolivia, actualmente, de sus 275 miembros activos, 58 son mujeres, quienes son productoras artesanales y muchas de ellas realizan la comercialización de su propia marca manejando así sus emprendimientos. Por ello, al ver que son más las maestras cerveceras quienes producen y comercializan sus propias bebidas, Andrea cree firmemente que la clave para crecer en este ámbito es la profesionalización.
Actualmente, es la única mujer boliviana que tiene la Certified Beer Server del programa Cicerone (en español es la Certificación en Servicio de Cerveza), también es Beer Expert certificada por la escuela Science of Beer de Brasil y realizó cursos de tecnología cervecera en Dubai, pero reconoce que aún falta mucho camino por recorrer. Sus objetivos a mediano plazo son certificarse como juez de cerveza y convertirse en sommelier, para lo cual tiene planeado realizar dicho curso el próximo año en España. Al lograr esta certificación, Andrea se convertiría en la primera mujer sommelier de cerveza en Bolivia.
Otra meta que ella se ha planteado, es difundir la cultura cervecera mediante sus redes sociales, puesto que ha visto que existe desinformación acerca de este fascinante mundo. Por ello, ha sentado presencia tanto en Instagram como en Tiktok, siendo su propósito inspirar a la gente a conocer e informarse más acerca de esta bebida. En ambas redes, sus seguidores pueden disfrutar de videos acerca de maridajes de cerveza con platos bolivianos, recetas que llevan cerveza como ingrediente, entre otros.
“Para mí la cerveza es pasión. Son más de diez mil años de historia, avances tecnológicos y científicos logrados gracias a esta bebida. La cerveza tiene una estrecha relación con nosotras. Hemos sido las creadoras, un ejemplo de ello es Ninkasi, la primera diosa de la cerveza, que enseñó a los humanos, principalmente a las mujeres a producirla, pues en la antigüedad era considerada una tarea doméstica. Por ello, tenemos que recuperar ese lugar que nos corresponde como mujeres y como cerveceras”.
Así es Andrea Aneiva quien, con su trabajo, trata de derruir todos los estigmas que hay respecto al mundo cervecero y la presencia femenina en este.
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