La tradición de hacer una deliciosa crema chantillí ha pasado de generación de generación. Un grupo de mujeres emprendedoras se han encargado de hacer prevalecer la magia y el sabor que miles de bolivianos degustan cada día en las principales plazas y parques de las principales ciudades de Bolivia.
Por esta razón, las chantillineras han decidido rescatar esta historia mediante un Manifiesto en el que solicitan a las autoridades del Ministerio de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización que se declare a su actividad como parte del Patrimonio Gastronómico Nacional.
Se trata de una receta única de crema chantillí, elaborada a más de 3.600 metros sobre el nivel mar desde hace más de 44 años, tal como destacaron sus principales protagonistas durante una conferencia de prensa virtual que se realizó desde el Hotel Torino bajo el auspicio de la leche evaporada Carnation de la empresa Nestlé.
Participaron de la conferencia las chantillineras Esperanza Condori, del Sindicato El Alto; Verónica Fernández, del Sindicato El Alto; y, Antonia Huallpa, del Sindicato Plaza Murillo.
Durante el evento se presentaron cápsulas documentales sobre las chantillineras, que pueden ser vistas en el canal de YouTube Recetas Nestlé Bolivia.
A través de una carta enviada a la ministra de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización, Sabina Orellana Cruz, las reposteras destacaron que la valoración de la “Chantillí de Altura” permitirá incluir a esta tradición andina como uno de los destinos gastronómicos de Bolivia.
De hecho, las cremas chantillí tiene una gran demanda en las principales plazas y parques de las ciudades bolivianas. Las productoras aseguran que la leche evaporada Carnation es una de las mejores para producir el delicioso postre dado que “no se baja” durante su realización.
Detrás de esta iniciativa artesanal y productiva están un grupo de mujeres de origen aymara que vienen realizando sus labores en las principales plazas y parques de las ciudades de La Paz y El Alto. Pero la costumbre ha trascendido las fronteras, y la misma se elabora en casi todas las ciudades de Bolivia.
“En las últimas cuatro décadas estamos asentadas en diversas plazas y parques y venimos realizando uno de los postres más populares y requeridos de la gastronomía boliviana: la Chantillí de Altura con gelatina”, señala el documento presentado ante las autoridades nacionales.
Según las artesanas, la declaratoria de Patrimonio Gastronómico Nacional permitirá impulsar su labor en la gastronomía, fortalecer la economía de sus familias, y resaltar las maravillas que se hacen en Bolivia.
Antonia Huallpa Llana cuenta que llegó a La Paz cuando tenía 9 años y, desde entonces, aprendió el oficio de la repostería de su madre. “La crema chantillí es una alegría y es parte de mi vida. Hasta que me dé vida el señor voy a prepararla con el mismo cariño”, asegura la emprendedora.
En la ciudad de El Alto, Verónica Fernández, remarca que la crema chantillí es parte de la cultura cotidiana de los alteños. “Nosotros le damos una alegría a la gente a través de la crema chantillí. A veces, vienen tristes o vienen alegres. El sabor les encanta y por eso me dicen gracias”, señala la repostera quien trabaja cada mañana junto a un grupo de mujeres en un puesto en la urbe alteña.
En los clientes más asiduos está el reconocido periodista y presentador de televisión, César Galindo, el mismo que recuerda cómo desde niño compartía las cremas chantillí que se hacen en la plaza Murillo junto a sus padres. “Es una tradición maravillosa que debemos rescatar como parte de nuestro patrimonio cultural”, afirma Galindo quien estuvo a cargo de la presentación del evento.
María Fernanda Ugalde, vocera de Nestlé, destacó las bondades de la leche Carnation como parte de la tradición de las chantilleras y comprometió el apoyo de la compañía en todas las iniciativas que impulsen para fortalecer la iniciativa de declaración de Patrimonio Gastronómico Nacional.
Tras la conferencia, las chantillineras se dirigieron hasta las oficinas del Ministerio de Culturas y Descolonización para presentar su pedido formal de ser declaradas Patrimonio Gastronómico Nacional.
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