La Paz, 19 de septiembre (El Compadre, Soledad Mena).- Con el apoyo técnico y financiero del gobierno, los productores de coca del Chapare están potenciando la producción alternativa, bajo el criterio de que únicamente la producción de la coca no alcanza para sostener a la familia.
La producción de frutas (babanana y piña), miel de abeja y la crianza de peces han dado lugar a un nuevo concepto en el Chapare, un enfoque que llama la atención; los cocaleros del Trópico, cuyo líder es Evo Morales, dicen. “No todo es coca”.
“El municipio de Villa Tunari se está dedicando a la apicultura, a la piscicultura y a la producción de banano y piña, son los rubros en los que se está dando mayor énfasis para la producción en todo el trópico de Cochabamba”, dijo Eloy Núñez, técnico del Gobierno Municipal de Villa Tunari.
El Fondo Nacional de Desarrollo Alternativo (Fonadal) del Ministerio de Desarrollo Rural intervino con proyectos de incentivo en la producción de alimentos alternativos a la coca en los municipios de Chimore, Shinahota, Villa Tunari, Puerto Villarroel y Entre Ríos del Trópico de Cochabamba.
El objetivo es producir para atender la demanda interna de la población y aumentar el volumen de exportación de los productos. Actualmente, los productores exportan banano hacia la Argentina.
En el Trópico de Cochabamba ven a los proyectos impulsados por Fondal como una alternativa para mejorar sus ingresos económicos, sin dejar de lado la coca. Allí, cada productor tiene un cato de coca, es decir una hectárea.
“No pensamos cambiar la producción de coca por la producción de agrícola y de frutas, lo que estamos haciendo es buscar un sustento más; es una alternativa más para generar recursos económicos. Con la coca nomás, no alcanza”, dice el productor Eduardo Almaraz de Villa Tunari,
La producción de piña es una opción reciente para el Trópico. El cultivo de esta fruta reemplaza a la producción de palmito debido a los bajos precios y a la falta de conocimiento de este producto en el mercado interno.
Así, El Fonadal destinó 10 millones de bolivianos para el proyecto de la producción de piña desde el 2015 en cinco municipios, para beneficio de 1.066 productores. En el trópico hay cuatro empresas que demandan piña para el procesado y envasado; dos de ellas son del Estado, y dos son privadas.
Los apicultores tienen el objetivo de atender la demanda de 200 toneladas al año solicitadas por la estatal Promiel, hoy los productores solo proveen 100 ton por año.
En los
En la región también se incentiva la crianza de dos variedades de peces: el pacú y el tambaquí. Desde el 2011 se instalaron 300 estanques en los cinco municipios, cada año se obtienen 30 mil kilos de carne de pescado que son enviados a los mercados de Cochabamba. Este año, el Fonadal tienen previsto instalar 265 estanques.
“La carne de pescado es destinada al mercado local y departamental. Hay demanda sobre todo en Semana Santa, el objetivo es variar la dieta alimentaria de la población”, dijo Guillermo Sánchez, técnico del Fonadal, quien revela que el objetivo es influir en la costumbre culinaria de la población.
En la región del Trópico, descubrieron que también existe un potencial en la producción de maracuyá, para jugos y mermeladas, algo que es analizado por los técnicos de Fonadal.
Construyen más de 100 puentes
Para los productores del Trópico de Cochabamba es muy importante la construcción de los puentes, pues les facilita su llega a los mercados. El Fonadal del Ministerio de Desarrollo Rural ejecutó la construcción más de 100 puentes en cinco municipios del Trópico de Cochabamba.
“Los puentes llegan a ser espacios de integración; Antes se pasaban los ríos en roldanas y había mucho peligro, riesgo y hubo muertes cuando el río crecía”, dijo Erlan Oropeza, director del Fonadal.
Los pobladores relataron el drama que suponía pasar los ríos antes de que hayan puentes. Dicen que antes dormian en las orillas del río para pasar de un extremo a otro cargando sus productos. Las mujeres embarazadas eran las que sufrían más.
En temporada de lluvias los motorizados que se animaban a pasar el río eran arrastrados por la corriente que crecía de repente.
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