No sé si, son muchos o pocos los partidos de la Selección que seguí en mi vida, sí tuve más frustraciones que alegrías, sí miré con esperanza o simplemente salí resignado del estadio. Este martes estoy seguro de haber visto el peor partido de una Selección boliviana jugado en el Hernando Siles.
Y es que la Verde jugó tan mal que simplemente me provoca decepción. Ese sentimiento de darme cuenta de que no salimos del fondo, que no tenemos elemento humano que pueda cambiar esta falta de capacidad. Peor aún, de darnos cuenta que esta puede llegar a ser nuestra más nefasta presencia en eliminatorias mundialistas.
Y es que lo de la Selección fue tan pobre ante Argentina que me siento imposibilitado siquiera de escribir un análisis de rendimiento, pues no hubo nada que destacar.
Si quisiera referirme al sistema de juego, tengo que decir que Bolivia, no lo tuvo. Nuevamente jugó a nada, fueron 90 minutos para el olvido.
Si tendría que hablar de planteamiento, debo ser claro en decir que no vi más que errores y realmente preocupantes, pues ninguna línea funcionó. La defensa mostró su más pobre producción. El mediocampo fue un verdadero dolor de cabeza, no generó un solo ataque.
Los delanteros estaban perdidos; no llegaron nunca al pórtico de Martínez. Que recuerde solo Ursino remató en el primer tiempo y fue todo. Mucho desorden, improvisaciones por doquier, tanto del rendimiento de los jugadores en el terreno de juego, como del trabajo del técnico al elegir los 11 titulares y luego los cambios.
Fue una Selección boliviana sin ideas, sin propuesta, sin fútbol. Ni hablar de velocidad, equilibrio, profundidad, algo que pueda darnos pauta para esperar un futuro, ver si en determinado momento podemos avizorar una mejora.
Este martes la Selección nacional fue el reflejo de un equipo mal conformado, mal entrenado, falto de ganas, de condición física, de manejo de balón. No tuvo la posibilidad de mostrar técnicamente algo de fútbol. Por Dios, dos pases no lograban hacer, no hubo jugadas individuales, menos colectivas. La falta exasperante de capacidad obligó a los jugadores bolivianos a dedicarse a golpear al rival. Falta de recursos tácticos y los conceptos básicos de este deporte.
El rival jugó su mejor partido en la ciudad de La Paz. Argentina que esperaba ser presionada en Miraflores, se dio cuenta que el equipo dueño de casa no tenía argumentos y pasó a presionar. Dosificó bien su trabajo físico y a lo largo del partido incluso fueron más veloces que los nuestros. Nunca se metieron atrás, jamás fueron defensivos. Su juego fue prolijo y hasta vistoso. Los tres goles reflejan claramente la superioridad ante una mediocre Selección boliviana que nunca puso en peligro a un buen equipo campeón del mundo.
Hay que agradecerle a Messi que no jugara, pues con él en la cancha seguro el marcador hubiese sido más abultado y por como jugó Bolivia, seguro terminábamos con dos expulsados más. El Técnico Scaloni decidió no inscribir siquiera a su máxima figura en la lista de los suplentes. “La Pulga” estuvo en el banco acompañando a sus colegas.
Una pena por el aficionado que de manera desinteresada una vez más demostró su compromiso con la Selección y nuevamente salió enojado, frustrado, cabeza gacha y decepcionado. Seguramente esta vez más que en otras ocasiones. Bolivia no mostró nada y finalmente, los que quisieron ver a Messi, también se quedaron con las ganas. Hasta en eso les fue mal.
Qué lástima saber que no tenemos a quién recurrir, no hay más. El entrenador no tiene a quién más llamar, tal vez a Justiniano. Roberto Carlos Fernández está expulsado, Villamil, totalmente lejos de su nivel en Bolívar. Viscarra demostró ser bueno en el arco, sin embargo, ya le hicieron 8 goles en dos partidos.
Para la próxima convocatoria Costas debe cambiar a Jusino y replantear todo su esquema, si es que hay uno. Con jugadores tan bajos de nivel es realmente muy complicado armar una selección y ponerla a punto en un campeonato tan exigente como la eliminatoria.
Un verdadero dolor de cabeza.
Miro al techo y trato de encontrar soluciones rápidas y no las encuentro, seguro usted tampoco. Los siguientes partidos de eliminatoria están a la vuelta de la esquina. Con Ecuador el 12 de octubre en La Paz y con Paraguay el 17 en Asunción.
Así como estamos jugando, lo veo realmente complicado.
Con este equipo sin alma y sin capacidad lo veo muy triste. No hay actitud, tampoco aptitud.
Si tengo hoy que referirme al futuro, puedo decir que mañana puede ser peor.
Ojalá no sea así, pero es incierto. De momento lo único cierto es que Bolivia 0 – 3 Argentina por la eliminatoria a la Copa Del Mundo 2026 fue de lo peor que vi en mi vida.
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