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El reto es consolidar la eficiencia energética

Dos acciones que podrían implementarse con prontitud y celeridad para que se aplique a cabalidad políticas de eficiencia energética: en alumbrado público y en formas de uso de energía en industrias.


Miércoles 8 de Febrero de 2017, 1:45pm






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No es una “moda” pasajera. Ni es una “corriente” de ambientalistas ni de políticos que toman nuevas banderas para “conquistar” el voto de “milenials”.

El tema de la eficiencia energética es ya una realidad que debe ser ejecutada cuanto antes en nuestra sociedad. En Europa es una práctica ampliamente difundida y en plena ejecución: el Parlamento europeo dictaminó la Directiva 2012/27/UE (25 de octubre de 2012) relativa a la eficiencia energética, y crea un marco normativo europeo para fomentar la eficiencia energética y establece acciones concretas a fin de alcanzar el considerable potencial de ahorro de energía no realizado.

En sencillo: eficiencia energética es la formación de una conciencia colectiva de ahorro energético en donde estén involucrados empresarios, familias y gobiernos, lo cual se traduce en que, a mejor consumo de energía (electricidad, combustibles, gas) se logrará mejores rendimientos.

Bolivia y Venezuela, con sus reservas y negocios de exportación de gas y petróleo y con mentalidades aún rentistas y de alto consumo interno de energía (electricidad, gas, combustibles fósiles) están llamadas a generar políticas de eficiencia energética con más ahínco que otros países no-exportadores de recursos naturales.

Desde el año pasado estamos impulsando y diseñando acciones y política pública sectorial para la promoción de la eficiencia energética. Por ejemplo, en diciembre 2016, el Presidente de Argentina Mauricio Macri convocó y lideró la primera jornada de eficiencia energética argentina. Se trató de un evento que resonó en todo el continente por la importancia del compromiso de un Jefe de Estado en políticas de eficiencia energética. Tuve el privilegio de asistír a dicho evento, donde junto a muchos otros latinoamericanos entendí el liderazgo del presidente Macri en un tema esencial y permanente: la energía, su uso, sus formas de ahorro y eficiencia de utilización.

Recordemos que el consumo de energía va directamente relacionado con los costos. Mientras es más eficiente es menos el costo de la factura. Eficiencia es mejorar. Consumimos de mejor forma y logramos mejores resultados con menores costes, en el caso de líneas de producción en empresas industriales.

Hay “pilares” o “líneas” de acción básicas para la aplicación de una política de eficiencia energética: un denominado pilar institucional que contemple legislación y normativa sectorial; un pilar de mejora y eficiencia de consumo de energía en edificaciones mejorando equipos e instalaciones como sistemas de cogeneración (obtener simultáneamente electricidad y energía térmica útil como vapor, agua caliente sanitaria e incluso frío en la tri-generación) que será consumida por el edificio, siendo una de las formas más eficientes de reducir el consumo y coste energético, además de reducir el impacto medioambiental, con rendimientos globales de hasta el 85%; un pilar tecnología: que tiene que ver con domótica que permite regular y gestionar adecuadamente instalaciones consumidoras de energía de edificios, como la climatización, iluminación, equipos eléctricos diversos, etc. Y pilar cultura energética: impulsando un nuevo comportamiento y conciencia sectorial con universidades, campañas y además involucramiento permanente de la ciudadanía.

La energía, bien sabemos, es un tema transversal, sin injerencia político-partidaria. Es un tema de construcción de todos. De diseño de políticas públicas.

Dos acciones que podrían implementarse con prontitud y celeridad para que se aplique a cabalidad políticas de eficiencia energética: en alumbrado público y en formas de uso de energía en industrias.

LED es tecnología para sistemas de alumbrado público que tienen el fin de ayudar a convertir ciudades en centros urbanos más sustentables y más eficientes energéticamente, como es el caso de Los Ángeles, Boston, Sidney y Londres, además de Buenos Aires.

En el caso de eficiencia en industrias se aplicaría: la renovación de motores industriales, implementar sistemas de co-generación, aprovechamiento de calores residuales, la mejora energética de sistemas de iluminación, ventilación y aire comprimido, o la incorporación de control y automatización de los procesos industriales.

En cuanto a la tecnología LED un apunte con el ánimo de definirla: se conoce también como ‘diodo luminoso’, o sea un diodo semiconductor que emite luz, el cual se usa como indicador en muchos dispositivos y en iluminación. Entre sus características está que: genera ahorro de energía superior al 80% comparativamente con viejas tecnologías de alumbrado público, hay mayor eficiencia debido a una mayor vida útil, un menor consumo, un bajo costo de mantenimiento y un mayor poder lumínico, contribuye a reducir emisiones de gases de efecto invernadero y –entre otras- puede ser instalado un sistema de tele-gestión: permite controlar todas las luminarias LED de todo el alumbrado público de la ciudad desde un tablero de control con un software altamente sensible para regular la potencia de la luz y detectar las luminarias que no funcionan o que quedan prendidas durante el día. Esto permite que el ahorro sea mayor.

El compromiso: es poner empeño en convocar a empresas, gobiernos departamentales, municipales, universidades y entendidos en materia energética para constituir un Comité de Eficiencia Energética, en cada barrio, en cada industria, en cada municipio. En lo institucional éste comité tendrá la misión de llevar a cabo las actividades administrativas y técnicas que permitan reducir continuamente el consumo de energía eléctrica y combustibles, además de impulsar y supervisar programas educativos, de concientización, acciones concretas y proyectos que permitan a mediano y largo plazo establecer una cultura de uso racional de los recursos energéticos.

Además, con participación de todos los sectores, éste comité debería dedicarse a impulsar un proyecto de Ley de energía y normas, un programa de reducción de costos de energía del sector, una cultura de ahorro de energía además de encargase de recopilar la información necesaria para elaborar líneas bases de consumo de energía, elaborar planes de acción, implementar y monitorear planes de acción, gestionar recursos para proyectos, entre otros.

Todas las ideas valen. Vamos! Caminemos a la cultura de la eficiencia energética.

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