La Paz, 29 de enero (Urgente.bo).- En menos de cinco años el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, pasó de ser un líder regional con alta popularidad a caer en la deriva y el aislamiento político. Expertos coinciden que esto se debe a los errores que cometió y a la excesiva polarización que impulsó el político hoy recluido en el penal de Chonchocoro.
Camacho fue la figura que encabezó las movilizaciones durante la crisis del 2019. Sin embargo, varios hechos evidencian sus desatinos que tuvieron un alto costo político en su contra, los cuales van desde exponer el audio de Marco Pumari hasta su radicalidad de llevar a la región oriental a realizar paro de 36 días, como las declaraciones del entonces presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz que declaró que su papá había hecho contactos con militares para respaldar el rechazo a Evo Morales.
En diciembre del 2019, cuando el político cruceño era candidato presidencial hizo público un audio de Marcos Pumari, exdirigente cívico de Potosí, en el cual éste le pedía dinero para ser su acompañante de formula y la Aduana de Potosí. Este hecho le jugó en contra, porque lo mostró como una persona poco confiable.
En agosto del 2020, el Comité Pro Santa Cruz, activistas y políticos de oposición le pidieron que decline su candidatura, porque no tenía posibilidades de ganar las elecciones, pero Camacho se negó y se mantuvo en la lid electoral hasta el final.
En septiembre del 2021, la entonces primera autoridad departamental comenzó una serie de embestidas en contra del vicegobernador de Santa Cruz, Mario Aguilera, porque le estrechó la mano al presidente Luis Arce en la inauguración de la Expocruz.
En diciembre del 2021, Camacho denunció ante la Fiscalía al exgobernador Rubén Costas, por presunto desvío de fondos, y después optó por un ataque sistemático contra su antecesor, quien le prestó el aparato de la organización política Movimiento Demócratas para desplegar su campaña cuando era candidato a la Gobernación de Santa Cruz y hacer control electoral.
En octubre del 2022, Camacho abandonó la mesa del diálogo en la que se iba a definir la fecha del censo de población y vivienda. Dejó su propuesta de decreto para que el estudio censal se realice en 2023. El paro en Santa Cruz se extendió por 36 días, lo cual generó un desgaste en la población y pérdidas millonarias en el sector productivo de la región. Fue la protesta regional más prolongada en la historia de Santa Cruz. Al final, la actualización demográfica se realizará el 23 de marzo de este año.
El gobernador de Santa Cruz fue detenido en diciembre del 2022 por el caso golpe de Estado I, fue trasladado a La Paz para ser recluido en la cárcel de Chonchocoro. Camacho fungió su cargo desde otra región por más de un año, hasta que la pasada semana que juró Aguilera como titular de la Gobernación de Santa Cruz. El ahora gobernador interino cruceño fue compañero de fórmula de Camacho bajo la sigla de Creemos, pero las disputas los distanciaron muy temprano.
El analista Vladimir Peña explicó que Camacho se peleó con todos sus aliados políticos, lo cual lo dejó solo. Añadió que apostó por la polarización con el Gobierno y con sectores e instituciones cruceñas, para ocultar su falta de gestión. “De la elección nacional no le quedan aliados, no le queda Pumari, Mario Cossío, Manfred Reyes Villa, Leopoldo Fernández, con todos ha roto. Traicionó a Pumari, a Jeanine Añez. En la línea departamental lo apoyaron Rubén Costas, Angélica Sosa, Germán Antelo y también rompió con todos ellos”, enfatizó.
Peña dijo que los desaciertos de Camacho iniciaron desde que anunció su candidatura a la Presidencia. Afirmó que en los pocos años que lleva en la política hizo evidente su falta de formación política, principios democráticos, se mostró como un político desleal y que apuesta por la polarización.
El politólogo José Orlando Peralta expresó que Camacho fue radical tanto con el Gobierno nacional como con los liderazgos regionales. Rememoró que el líder de Creemos se distanció de los empresarios, del Comité Pro Santa Cruz y cortó la relación institucional con la Alcaldía de Santa Cruz.
“Camacho es un hombre que ni con él mismo está en paz, eso le ha restado mucho apoyo de varios sectores. (…) Él también ha fallado en la gestión, ha cometido una serie de errores con sus discursos, amenazas y actitudes”, aseveró
Peralta señaló que Camacho al ya no tener el control de la Gobernación de Santa Cruz pierde un espacio político importante, el cual lo deja con pocas posibilidades para articular su figura y proyecto político. “Aguilera dejará de lado a los camachistas, a la gente que tenía en la Gobernación, ahora aún hay gente que apoya a Camacho, pero con el tiempo eso irá disminuyendo”, agregó.
¿Clase política inmadura?
Por otro lado, el docente y cientista político Carlos Cordero aseguró que Camacho es el claro ejemplo del líder mesiánico e individualista. Puntualizó que la personalidad poco madura del exgobernador le llevó a cometer errores, que le costaron su cargo y estar a la deriva en la política.
“Camacho creía que con gestos como el llevar la carta a plaza Murillo, llevar la Biblia, se hace política, esos gestos son ocurrentes, pero no hacen avanzar políticamente. Camacho insistirá en ser candidato, pese a que ahora sus posibilidades serán menores, eso parte de la inmadurez”, sostuvo.
Sin embargo, el experto subrayó que a los líderes cruceños también les falta madurar políticamente. Explicó que no tienen una lectura adecuada de lo que pasa en el resto de país y a nivel coyuntural, y que consideran que “Santa Cruz es el ombligo del mundo”, lo cual les hace cometer los mismos errores.
“El liderazgo cruceño no ha madurado lo suficiente para entender los procesos políticos, ellos se confían mucho en sus recursos económicos y convicciones, tiene unas convicciones que no tienen una adecuada estrategia y paciencia para visualizar qué es lo que conviene en determinados momentos”, complementó.
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