2 de octubre (ABC.es).- Ante la imperante dicotomía existente en las sociedades actuales, en donde se debate vívidamente si mejor blanco que negro, que si mejor Real Madrid o Barcelona, en la industria del videojuego nos encontramos cada año con el mismo debate. ¿Es mejor la serie Fifa que su rival Pro Evolution Soccer? ¿Al revés? A tenor de los datos de ventas, lo cierto es que en las últimas temporadas se ha impuesto la franquicia de Electronic Arts.
El incombustible reclamo de las licencias oficiales sigue pesando muy fuerte en el proceso de compra, al igual que la fuerte comunidad que respalda al videojuego de fútbol. Pero, este año, mezclando las aportaciones de las dos últimas campañas, « eFootball PES 2020» ha bordado una jugabilidad más propia del fútbol total. Ambas propuestas, aunque se basan en lo mismo, el fútbol virtual, presentan muchos matices diferenciales.
Esta temporada, « Fifa 20» ha eliminado su modo historia «El Camino», que ha estado presente en las tres últimas ediciones. Ya no se podía estirar más el chicle. Para compensar esa ausencia, el título ha resucitado un estilo de juego callejero y urbanita inspirado en el antiguo Fifa Street. Son partidos rápidos, de ritmo vertiginoso, con aires de chulería y donde las filigranas imposibles son habituales. Es una gran diversión por su espíritu humorístico que aporta un soplo de aire fresco a la seriedad de los partidos clásicos de 11 contra 11. Esta notable diferencia frente a su rival convierte a «Fifa 20» en un algo más que no se encuentra en otros títulos. En cambio, el juego apenas se siente revolucionario. Ha añadido lo suficiente para conservar sus principales atributos.
Con pocas novedades técnicas en comparación a anteriores ediciones, el título continúa apostando por un estilo de juego tal vez más «arcade», aunque ha abrazado algo más el realismo. Los partidos se sienten con un ritmo más pausado, pero cojea, sin embargo, de cierto estatismo. Aunque ahora es más habitual ir a buscar la pelota, los pases cortos y largos están muy automatizados. El estilo «correcalles» en donde el jugador con más valor en carrera sigue estando presente, pero ahora las defensas están mejor colocadas. Son más robustas y difíciles de penetrar. Algo que hay que agradecer, sobre todo con su sistema de entradas que intenta equilibrar la balanza entre ambos conjuntos.
También se le ha dado una vuelta a los tiros a balón parado con más efectos y posibilidades, aunque son detalles insignificantes. Su rival «Pro Evolution Soccer 2020» sigue defendiendo su área de especialidad a machete. Corrigiendo algunos deslices del pasado año, el juego apuesta por una gran jugabilidad en donde los pases erróneos, la colocación del jugador, el regate en corto y el realismo son sus grandes bazas. Además, el comportamiento de la Inteligencia Artificial de los compañeros está mejor dotado. Comparando ambos juegos, aquí hay grandes cambios que, en función de la destreza o estilo de cada usuario, unos se decantarán por un planteamiento u otro. Pero, claro, para gustos, dicen, los colores. Pero en general es convincente.
«PES 2020» se presta más al fútbol de salón, de guante blanco. De regate en corto, de elásticas, de técnica. Son cambios sutiles pero le sientan bien. Los jugadores se mueven de manera impecable, con gran soltura y muy fluidos. De hecho, la sensación es que es más irregular, se premia la colocación. Así que puede ocurrir, y ocurre, que se producen pases falsos y fallos, que pueden ser aprovechados para un efectivo contragolpe por el contrario.
Los porteros, además, han ganado en movimientos y marcar gol desde fuera del área es complicado. Hay nuevos tipos de regates con el «joystick» derecho, que requiere de cierta práctica. Tiene una curva de dificultad más pronunciada. La estrella, para bien o para mal, de «Fifa 20» vuelve a ser FUT (Ultimate Team). Es su modo para fabricarte tu propio equipo, que sigue pecando de un detalle: es muy exigente. A pesar de que se siente más intuitivo, sigue generando controversia por un motivo: los micropagos. Aunque se puede disfrutar y confeccionar plantillas más que decentes, el sistema fomenta el gasto de dinero real. Algo muy peligroso para un determinado público, los menores de edad, que pueden llegar a invertir mucho dinero. No es obligatorio, por supuesto, pero ser competitivo y ganar partidos con más holgura es casi necesario pasar por caja. Es el peaje de todos los años.
Como novedad del «PES 2020» en su apartado multijugador es el nuevo modo «Matchday», que es el nombre que recibe unas competiciones amateurs que coquetean con los deportes electrónicos o «eSports». El resto de modos online son muy similares, mientras que la Liga Master añade algunas narrativas. A nivel gráfico, sin embargo, «Fifa 20» ofrece más detalles y realismo que su rival. Luego está el espinoso asunto de los comentarios, porque unos preferirán los de Carlos Martínez y otros a Manolo Lama, pero en general los dos narran los partidos abusando de clichés y puntillas demasiado manidas, a veces, incluso, entrando tarde al lance del balón.
