Enero 06, 2025 -H-

Los guasones


Viernes 8 de Abril de 2022, 10:30am






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Una de las herencias de la filosofía de las naciones indígenas que no pudieron desarraigar con la colonización, es la cualidad de la población de antropomorfizar todos los objetos que nos sirven para vivir cotidianamente. Así se ch’alla todo utensilio u objeto nuevo para el trabajo y, -en algunos casos- hasta se le pone nombre como a un ser humano. Eso sucede hasta ahora con los automotores nuevos que se llevan a bendecir y ch’allar al Santuario de Copacabana; ciudadanos peruanos, argentinos y bolivianos cumplimos el ritual.

Acompañados de un can tha’mpulli, los dueños del automotor y los padrinos fuimos al Santuario, e hicimos los primeros contactos con las floristas que saben todas las formalidades, empeñados como estábamos de someter al automotor al ritual con el propósito de promover su duración, la seguridad de sus conductores y utilidad para toda la familia.

Para ello es necesario acercarse a una caserita que sabe el protocolo católico pagano y el momento en que viene el sacerdote franciscano con su balde de agua bendita y su alforja en la manga para el pago voluntario del servicio religioso. Ellas se encargan de adornar con flores al automotor, colocarle un sombrero y una corbata si gustan los padrinos que deben asignarle un apelativo. En este caso, debido al alegre y disciplinado comportamiento del can durante el viaje, decidimos -a última hora-  bautizar el automotor como Cholango, en su honor. Las caseritas aconsejan ponerles nombres varoniles, porque de otra manera serán coches caprichosos como las mujeres.

En la conversación comentaron algo que nos llamó la atención. Giovanna, que así se llama la florista, nos dijo que vienen grupos de guasones con carros últimos modelo y aseguraba que son una fraternidad o logia a la que quisiera que sus hijos pertenecieran para que obtengan buenos trabajos. Nos preguntó si algunos de nosotros éramos guasones. Sorprendidos nos miramos y le respondimos que no, que era un personaje de ficción y enemigo de Batman. Ella replico que no, que últimamente el guasón más importante, el number one había inaugurado una torre con nombre en inglés. Entonces saltó y ordenó:-¡ Por favor no pronuncien su nombre porque trae mala suerte, quincha es! En la fiesta de su edificio quinchauta (casa de la mala suerte) bien enfermo le hemos visto. Estaban todos los guasones, así nos han dicho.

A los pocos días de la inauguración del edificio del jefe del intrascendente grupo político Unidad Nacional, vimos en los carteles de un bus anunciando Calacoto, Quincha uta, el edificio como referencia urbana. La señora nos aseguró que ahora el principal guasón convertiría en hospital su edificio, como alguna vez prometió que lo haría con la Casa del Pueblo, cuando gobernaba con la Dañine y que ahora, como dueño del edificio cumpliría su promesa, el problema es que nadie se atrevería a internarse.

La riqueza del aymara para armar sufijos y prefijos le permite crear palabras para designar todo, así los teleféricos se designan como lata kusi kusi (arañas de lata), y sucede lo mismo con otros objetos y aparatos domésticos que se van popularizando con su uso cotidiano. Como sabemos, el aymara usa solo tres vocales: a, i, u de tal manera que muchas palabras tienen deformación fonética al pronunciarlas. Giovanna decía guasones a los masones.

En Bolivia, esta logia actúa desde el 20 de noviembre de 1929, cuando se crea la Gran Logia, soberana e independiente, con jurisdicción de los grados (escala) 1º al 33º. Antes de esa etapa, existía la logia, asociada a grupos de países vecinos. Para ser masón hay que ser varón (las mujeres están excluidas), creer en la existencia de un Ser Supremo, tener una alta moralidad (allí fallan casi todos) entre otros requisitos.

Fueron masones Bolívar, Sucre, San Martín, Moreno, precursores de la independencia, entre ellos Casimiro Olañeta, intrigante y maquiavélico, prototipo del abogado boliviano; además de presidentes como José Manuel Pando, Ismael Montes, todos conservadores. En el gobierno del Gral.  Rene Barrientos, fue reconocida la Gran Logia Boliviana a través de un decreto firmado el 26 de abril de 1967. 

La ilusión de la florista Giovanna puede ser realidad y convertir a sus hijos en “guasones” conservadores, si es que les aceptan.

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