Algunas autoridades y ex autoridades, no me dejarán mentir sobre un par de discusiones que tuve en algún momento con el Alcalde Iván Arias cuando, él, convencido por su área de planificación, decía que La Paz iba a perder 300 mil habitantes en el censo del mes de marzo, debido a que la cartografía no estaba actualizada.

Según esa teoría, esa cantidad de gente (por los más de doscientos manzanos que decían se iban a perder) iban a ser censadas principalmente en los municipios de Achocalla, Mecapaca y Palca.  Conceptos que no me creí, pues de acuerdo a las proyecciones del INE, la suma de las poblaciones de estos municipios no llegan ni a cincuenta mil habitantes, entonces un crecimiento así (trescientos mil personas más) era pues descomunal.

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Mi postura era muy diferente - pues todo es cuestión de números – entre el censo 2001 y el realizado en 2012, se vio tristemente que la población de la ciudad de La Paz había sufrido un decremento de 30 mil personas (crecimiento negativo); al contrario, la ciudad de Santa Cruz subió en 300 mil habitantes. Asimismo, el INE proyectó que entre los años 2012 y 2022, La Paz iba a contar con 200 mil almas más, y Santa Cruz con 500 mil nuevos habitantes (más del doble de crecimiento absoluto que Chuquiago Marka). La cosa está clara entonces, no es un tema de cartografías (como sostienen las autoridades de la Alcaldía), si no de migración paceña al oriente (y mucho menor a Cochabamba).

La falta de empleo y oportunidades, en una ciudad secuestrada por la politiquería y los reclamos sociales de todo tipo, hizo huir a familias enteras, empresas e industrias, provocando la huida de capital de inversión y capital humano (lo más importante).

Quién sabe, la posición opositora de los alcaldes de la ciudad de La Paz y sus ciudadanos, hizo que todos estos años de gobierno masista (bonanza incluida), sólo nos dote como  parte de la inversión del nivel central de gobierno, al Teleférico (empresa deficitaria), proyecto que tiene repercusión turística, pero que no se acercó en solucionar ni siquiera parcialmente el problema de transporte en la ciudad.

Por otro lado, si ampliamos el análisis hacia el departamento paceño, vemos que el régimen del MAS nos llenó de proyectos inviables, implementando empresas públicas como Quipus, Azucarera de San Buenaventura o EMAPA, empresas a pérdida que no dinamizaron de ninguna forma la economía paceña y sólo incrementaron el déficit público y afectaron a las Reservas Internacionales.

Las acciones de la gestión municipal, de igual manera, dejan mucho que desear, basta ver la importancia que se le otorga al presupuesto de desarrollo productivo en el presupuesto:

Gobierno Municipal de La Paz

Presupuesto dirigido a desarrollo productivo

Comparación Presupuesto 2020 vs 2024

En millones de bolivianos

Fuente: SIGEP – Ministerio de Economía y Finanzas Públicas

Elaboración propia

En la última gestión de Luis Revilla (2020), el presupuesto asignado a desarrollo productivo, ejecutada por la Secretaría Municipal de Desarrollo Económico (SMDE), fue de 15,9 millones de bolivianos, el 0,8% del total del presupuesto de la gestión de ese año; dato que muestra la poca importancia que le dieron al impulso a la economía de la ciudad.

Sin embargo, para este año, gestión de Iván Arias, el presupuesto cae aún más, a 9,1 millones de bolivianos, apenas el 0,5% del presupuesto total de la gestión 2024, ejecutada por una Secretaría (SMDE), que se dedica más a monitorear (vigilar) y clausurar locales comerciales y organizar las ferias productivas de siempre - volviendo a nuestra ciudad en un gran mercado - que tener políticas de apoyo a emprendedores y productores.

Debemos también recordar, por ejemplo, el Plan de Reactivación Económica lanzado por el Alcalde Arias, con mucha pompa en 2022, en la que prometía 55 mil empleos en dos años, ¿alguien del concejo fiscalizó la consecución de este plan?.

O las promesas de reactivación económica que delineamos (me incluyo) en el plan de gobierno de campaña de Iván Arías, que incluía los programas de turismo sustentable en Zongo, una Ley de fortalecimiento al Turismo, así como alianzas con empresas gastronómicas y de turismo, sin olvidar los proyectos de fomento a la producción agropecuaria y alianzas con el sector empresarial, ¿alguien le hizo seguimiento a eso?.

La gobernación tiene aún un peor comportamiento en el fomento  de la economía paceña, pues si comparamos el presupuesto para desarrollo productivo en 2020, último año de la anterior gestión, que fue de 73,2 millones de bolivianos y representaba el 4,5´% de todo el presupuesto; frente a los 19,6 millones de bolivianos de 2024 (1,3% del presupuesto); vemos cuál es la importancia que le dan a recuperar el liderazgo económico del departamento, más aún si estos pocos recursos están dirigidos a transferencias a proyectos pequeños de municipios rurales, que no tienen ningún impacto.

Pasó la verbena, y seguro en los próximos días la Alcaldía dirá que se “movió” millones de dólares como lo hace el gran poder y la Noche de Museos. ¿Seguiremos apostando sólo a esos eventos para dinamizar nuestra economía? ¿El Alcalde podrá volver a la génesis de su propuesta y cumplir sus promesas?

Deberíamos comenzar por algo, lo que todos olvidamos, que es el TURISMO (con mayúsculas), conjugar los planes, presupuestos y acciones de la gobernación, la Alcaldías de La Paz y El Alto, así como municipios rurales estratégicos (de los yungas y los cercanos al lago); no debemos inventar el agua tibia, sólo fijarnos lo que hacen los municipios peruanos que están cerca a nosotros ¿tan difícil es?, o nos vamos todos a Santa Cruz…