Abril 25, 2024 [G]:

Rubén Suárez denunció corrupción y hostigamiento por excomandante De La Barra

Rubén Suárez manifestó que era hostigado por el anterior comandante general por no estar en ‘su grupo’, mientras el ministro Romero señala que las designaciones de comandantes han dado lugar a extorsiones y a que los elegidos se conviertan en ‘recaudadores’


Sábado 30 de Diciembre de 2017, 11:30am






-

La Paz, 30 de diciembre (Urgentebo).-  En una entrevista realizada por El Deber, el comandante Departamental de la Policía de Santa Cruz, Rubén Suárez, vertió una serie de acusaciones contra el excomandante General de la Policía, Abel De La Barra que van desde el hostigamiento hacia su persona, intromisión política hasta corrupción dentro de la institución del orden.

Rubén Suárez manifestó que era hostigado por el anterior comandante general por no estar en ‘su grupo’, mientras el ministro Romero señala que las designaciones de comandantes han dado lugar a extorsiones y a que los elegidos se conviertan en ‘recaudadores’

“Nunca trabajé tranquilo, porque estaba con una (pistola) 9 mm en la cabeza por el ex comandante (Abel de la Barra) que nunca coordinó conmigo y me quería cambiar porque yo no entraba en los grupos que él hizo en todos los departamentos; el ministro de Gobierno fue testigo de esta situación y gracias a él yo terminé mi gestión, si no a los tres meses hubiera sido cambiado”, dijo Suárez a El Deber.

Estas declaraciones fueron parte de toda una serie de cuestionamientos al interior de la institución policial que conllevan denuncias de intromisión política, corrupción y favoritismos.

Al referirse a la designación de comandantes departamentales, el ministro Carlos Romero, señaló que se ha solicitado al nuevo comandante general, Alfonso Mendoza, que realice un proceso transparente puesto que muchas veces en estas designaciones de órdenes de destino ha habido extorsiones y corrupción.

“Al parecer se negociaban estos puestos y muchas veces, luego, esos designados, actuaban como recaudadores de algunos mandos policiales”, afirmó Romero.

Suárez se lanza a comentar, y asegura tener testigos, que estuvo a punto de pedir audiencia hace unos meses para exigir que el anterior comandante general diera un paso al costado “y deje de estar jodiendo en tema de corrupción a mi institución”, pero que no lo hizo gracias a camaradas policías y a sus ayudantes y para no perjudicar su jubilación. También es consciente de que si iba lo primero que le pedirían serían pruebas, pero afirmó que “la corrupción no firma cheques ni documentos ni deja factura”.

Suárez dijo que la intromisión política en la institución policial se ha dado en todos los gobiernos y que no ha cambiado mucho. También señaló que ha felicitado y deseado lo mejor al nuevo alto mando policial, que son sus compañeros de promoción, aunque cuestionó que los cinco primeros de su curso no estén.

Afirmó que los cambios deben partir buscando a los que tienen más méritos y mejor perfil para dirigir la institución. Dijo que la ley actual (101) “se ha convertido en un nido de corrupción”, por lo que se precisa un reglamento administrativo rápido y eficaz para que el policía que infrinja normas se vaya a la justicia ordinaria o que sea separado mediante proceso.

También cuestionó el reglamento de evaluaciones, el cual calificó como “un saludo a la bandera”,  que los califica para subir de grado. “Se ha prostituido (el reglamento), porque por ejemplo, un comandante de frontera que está con el ‘Dios’ en la boca, luchando y enfrentándose a balazos contra delincuentes y contra el crimen organizado internacional que a veces nos visita, en un año tiene 80 puntos por estar ahí, mientras otro que está con aire acondicionado, sin sol, lluvia ni arriesga su vida, aunque está cumpliendo una función, gana más puntos.

Eso está mal, hay que cambiarlo, al jefe se lo debe calificar por gestión y no porque le jale el saco a alguien para que le dé un memorándum de felicitación para ganar más puntos”, criticó.

En tal sentido, señaló que tanto él como otros policías no tienen chances de ascender a generales puesto que, en su caso, no cumplió con dos requisitos, que son los de tener dos años de comandante o direcciones nacionales o cinco años en otros cargos. “No tengo la culpa de que no me hayan designado porque habían otros intereses, porque si no tenés ‘padrinos’ en la misma institución o políticos, no te dan (cargos) y no calificás, pero yo me voy tranquilo porque si me califican por gestión, trabajo, logros y disciplina es muy difícil que alguien me pise los talones a mí y a muchos otros de mi curso”, aseveró.

Asimismo se quejó porque muchos dirigieron la institución policial por favorecimiento político y que cada año hacían cambios en la reglamentación para favorecer a alguien o direccionar quien iba a ser el próximo comandante. “Eso afecta a la institución y repercute en la sociedad”, dijo. 

Según Suárez, esto hace que pocos policías de la región oriental sean generales y que haya uno solo de Santa Cruz. “Hay que irse al comando general para ‘cazar puntos’ porque allá te dan condecoraciones y memorándums, mientras los que trabajamos acá haciendo gestión, arriesgando la  vida, no competimos”, apuntó.

///

.