Diciembre 02, 2024 -H-

Secuelas del coronavirus: qué hacer si no vuelven el olfato y el gusto

Es importante destacar que, como explica Patricia portillo, Mazar otorrinolaringóloga del Hospital Italiano de Buenos Aires, la pérdida de estos sentidos también ocurre en otras enfermedades, como Alzheimer o Parkinson, o infecciones por otros virus o bacterias, como resfrío, gripe o sinusitis.


Viernes 23 de Abril de 2021, 9:30am






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23 de abril (Urgente.bo).-Se sabe hace tiempo: muchos de los infectados por Covid-19 experimentan una pérdida del gusto y del olfato, por lo que este síntoma pasó rápidamente a ser considerado una señal de la presencia del virus. Sin embargo, lo que muchas personas no saben es que estos sentidos pueden no retornar tan rápidamente como se fueron. 

“Lo que dice la experiencia, y que coincide con la bibliografía internacional con la que contamos, es que la mayoría de los pacientes recuperan el gusto y el olfato entre los siete y los catorce días. Pero esto no es así en todos los casos. Un trabajo realizado en Italia indica que uno de cada diez pacientes no van a recuperar la función olfatoria post covid”, detalla la doctora Ana Cofre, otorrinolaringóloga y presidenta de AROAST (Asociación Red Olfato Argentina & Smell Training).

Ese es el grupo de pacientes que puede comenzar un tratamiento llamado “entrenamiento olfativo multisensorial” para lograrlo. 

Es importante destacar que, como explica Patricia portillo, Mazar otorrinolaringóloga del Hospital Italiano de Buenos Aires, la pérdida de estos sentidos también ocurre en otras enfermedades, como Alzheimer o Parkinson, o infecciones por otros virus o bacterias, como resfrío, gripe o sinusitis.

 

También, por golpes en la cabeza o la cara, o por inhalar tóxicos como químicos o metales. Asimismo, como recientemente se dio a conocer con el acso de la periodista María O Donnell, también se puede tener una anosmia congénita, esto es, haber nacido sin olfato.

En los casos de pacientes con Covid-19, lo que produce el virus es un daño en lo que es la mucosa olfatoria, lo que tiene consecuencias en la percepción del sabor.

Así lo explica Cofre: “El virus se une a unos receptores llamados ACE2, que se encuentran en unas células que sirven de sostén a las células nerviosas. Esas células van a emitir unos factores inflamatorios, y esas moléculas se van a unir a los receptores de la célula olfatoria, a los receptores de los odorantes, y la van a fagocitar”, explica.

Las consecuencias de que esto suceda, como detalla Portillo Mazal, son variables en las personas infectadas. “Puede ser desde un daño leve que produce una disfunción temporaria, y estas personas se recuperan rápidamente, o un daño mayor”. El hecho de que el sabor que se percibe esté determinado por el sentido del olfato, explica por qué al perder el olfato se pierde también el gusto.

Ahora bien ¿por qué algunas personas solo tardan quince días en recobrarlos, y otras pueden estar muchos meses? Si bien aún no pasó un tiempo suficiente como para poder acceder a estadísticas que retraten estas causas de modo fehaciente, como explica Cofre, hay algunas hipótesis.

“Puede explicarse por variaciones en el estado inmune y las defensas de esa persona, por la carga viral que recibe, y también por cómo se desencadena esa respuesta inflamatoria. Por otro lado, pueden influir los factores de riesgo: se dice que el olfato afecta más a la población joven que a población mayores de 60 años por ejemplo”, enumera.

El entrenamiento olfativo

 

Si bien puede resultar muy inquietante prescindir de estos sentidos, Portillo Mazal afirma que suele ser reversible.

“La mayoría de las personas los recuperan: las neuronas pueden quedar temporariamente sin funcionar y luego recuperar su función, o pueden dañarse completamente y ser reemplazadas por nuevas neuronas olfatorias, que se forman desde otras células que están en la mucosa olfatoria, llamadas células basales” expone.

La buena noticia para aquellos que no recuperaron estos sentidos luego de un cuadro de Covid-19 es que hay un tratamiento que, realizado con compromiso y constancia, arroja buenos resultados. Consiste en volver a poner en contacto los sentidos con sustancias naturales y aromáticas, para estimular las células olfativas, que tienen la capacidad de regenerarse.

Se recomienda comenzar el entrenamiento olfativo “con odorantes puros, sencillos, volátiles, siguiendo el ritmo circadiano de cada individuo, siempre personalizado de acuerdo a lo que el sujeto conoce dentro de su cultura olfatoria”, detalla Cofre, que en este momento trata a alrededor de 60 pacientes que buscan recuperarse. El objetivo es que se trabajen con aromas conocidos, así puede intervenir la memoria, que tiene un papel muy importante en la recuperación.

Claro que este tratamiento debe realizarse con la supervisión de un especialista, que guiará al paciente respecto de qué aromas usar para entrenar el olfato, en qué momento del día hacerlo, y con qué frecuencia.

“La mayoría de los pacientes que he visto comienzan su mejoría dentro de los primeros tres o cuatro meses, pero hay algunos que notan los primeros olores recién después de seis o nueve meses”, detalla Portillo Mazal.

El hecho de que la mejora sea gradual y que los resultados no sean inmediatos, pueden llevar a muchos a abandonar el tratamiento. Sin embargo, las especialistas insisten en la importancia de darle continuidad, de la misma manera que se toman varias sesiones de kinesiología luego de una lesión en un músculo.

“Tengo un trabajo que publicaré en breve, en el que tomé pacientes que iniciaron el entrenamiento olfatorio post covid entre agosto y noviembre del año pasado, de los cuales el 36 por ciento, a las ocho semanas, habían recuperado el olfato de manera significativa. Esto sería un indicio de que los pacientes pueden recuperar el olfato”, retrata Cofre.

Eso sí, es importante no dejarse estar para empezar el entrenamiento. “Los pacientes que en esas ocho semanas mostraron una mejoría significativa, iniciaron el entrenamiento olfatorio en un tiempo de demora de unas seis o siete semanas posterior al inicio de la enfermedad”, cierra la especialista.

Según explican, pasado ese tiempo también podría recuperarse, pero las probabilidades son directamente proporcionales al inicio del tratamiento en forma temprana.

El Clarín

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