La Selección Boliviana debutó con derrota en la Copa América 2 a 0 frente a EEUU. Resultado que no sorprende a nadie y, es más, los aficionados en el país estábamos preparados para algo así. Sorpresa hubiese sido lograr un resultado positivo y, en honor a la verdad, no hay con quiénes marcar una diferencia o crear alguna expectativa de mejora, confiando en algún jugador que sea referente y marque la diferencia en una oportunidad que se le presente. Ese futbolista no existe en nuestra Selección, lastimosamente.
Bolivia comenzó perdiendo el torneo incluso antes de llegar a Estados Unidos. Un equipo carente de todos los elementos que hoy identifican a una Selección que persigue un objetivo internacional. No nos equivocamos al decir en días pasados, que la presencia boliviana en esta versión de la Copa América será nuevamente decepcionante, funesta y ojalá nos evitemos el término de vergonzosa.
Una pobreza absoluta sin argumento alguno para siquiera avizorar algo y ver allá, en lontananza, un futuro que diga: “Algún día será”. Bolivia ante la Selección dueña de casa, no mostró nada. Sin criterio, sin ideas, sin estado físico, sin poder hilvanar tres pases. No se puede rescatar nada de un partido tan abúlico desde la propuesta boliviana. Estamos día a día más lejos del resto de las selecciones del continente. Eso nos muestran todos los partidos que hasta el momento hemos visto en el torneo que se juega en el país del Norte.
Lo nuestro es ya patético a nivel de torneos internacionales. La mediocridad nos ha rebasado por todos lados y el nombre del país queda en un total ridículo, tomando en cuenta el volumen de imagen exponencial que se proyecta al participar en este tipo de eventos. Todo lo referente a Bolivia y su realidad deportiva es deplorable, penosa y hasta humillante.
Queremos encontrar responsables y sí que los hay; pero ciertamente habrá que pedirles explicaciones al final del certamen. Hasta mientras solo nos queda agachar la cabeza y esperar los golpes que aún debemos recibir de Uruguay y Panamá en los siguientes partidos. Seguro que aún serán rivales más duros que los dueños de casa. Así lo demostraron anoche jugando en Miami, donde “los charrúas” vencieron por 3 a 1.
A estas alturas ya ni la crítica sirve. No tenemos nada, por ende, no podemos aspirar a nada. No tenemos más, es lo que hay y lo que hay, no alcanza. Tenemos la peor Selección de la Copa América y eso de verdad que no es motivo de orgullo. La dirigencia del fútbol, está obligada a anunciar un cambio radical luego de la campaña en Estados Unidos; de lo contrario el fútbol boliviano está condenado a morir, si no es por el ostracismo de estrategias acordes a una dura realidad que afecta coyunturalmente al desarrollo de esta hermosa actividad deportiva, será también por la vergüenza de mostrarnos fuera del país con participaciones impresentables que hasta el momento venimos sufriendo con nuestras selecciones.
¡Algo se tiene que hacer ya! Más adelante será entrar nuevamente en el olvido mediático y darnos cuenta en las siguientes competencias internacionales que seguimos en una involución permanente. Dejemos de dar risa; esa imagen circense que damos fuera del país con nuestra Selección. No es nada agradable para los bolivianos saber que somos los peores en el fútbol; caída libre sin red de seguridad y simplemente esperando el tremendo impacto de estar en el piso una vez más. Se debe actuar ya. De lo contario, cada caída que tengamos que soportar será más complicada y trabajar para una recuperación será por supuesto cada día más difícil. El paciente agoniza, no dejemos que se muera en la sala de terapia intensiva. Aún hay tiempo para socorrerlo con ideas y trabajo práctico. Pero debe ser rápido y aunque la recuperación sea a largo plazo. No queda otra.
A los jugadores, no los pudimos animar incluso exhortándolos a que mejoren por ellos mismos y por sus familias. Que no lo hagan ni por el país, pero claramente quedó evidenciado que no alcanza la voluntad. Por más actitud y aptitud que tengan, el nivel competitivo los deja muy rezagados. Seré repetitivo en un criterio y es que, para nuestros jugadores, disputar partidos con la Selección nacional es un suplicio. Sin embargo, también es obligación nuestra reclamar y exigirles, pues ganan un sueldo que muchos bolivianos quisieran ganar. Pero así es el fútbol de hoy lamentablemente.
Punto alto para Guillermo Viscarra, el arquero de la Selección Boliviana, responsable que, en el debut de la Copa, Estados Unidos no nos marque más goles y no termine el partido en algo muy bochornoso. ¡Bien por el Billy!
A ver qué pasará ante Uruguay y qué “mazazo” podemos aguantar al jugar con una de las 3 selecciones más fuertes y candidata a pelear el título de esta Copa América. Ese partido se jugará el jueves 27 de junio en New Jersey a las 21:00 hora boliviana. En tanto que el lunes 1 de julio en Orlando Florida, disputaremos el tercer partido contra Panamá desde las 21:00 hora boliviana.
A cruzar los dedos y cerrar los ojos, pues nos esperan jornadas muy difíciles. Así como está futbolísticamente nuestra Selección, no podemos esperar nada bueno de esos partidos. Qué pena ¿no?
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