26 de diciembre (Urgente.bo).- Investigadores australianos aseguran que las personas que han sido infectadas por el virus COVID-19 tienen una memoria inmunológica para protegerse contra la reinfección durante al menos ocho meses.
La investigación es la evidencia más fuerte de la probabilidad de que las vacunas contra el virus, SARS-CoV-2, funcionen durante largos períodos. Anteriormente, muchos estudios han demostrado que la primera ola de anticuerpos contra el coronavirus disminuye después de los primeros meses, lo que hace temer que las personas puedan perder la inmunidad rápidamente. Este nuevo trabajo disipa estas preocupaciones.
El estudio es el resultado de una investigación liderada por el Profesor Asociado Menno van Zelm, del Departamento de Inmunología y Patología de la Universidad de Monash, con la Alianza de Investigación Alfred entre la Universidad de Monash, el hospital Alfred y el Instituto Burnet, y fue publicado en la prestigiosa revista Science Immunology.
La publicación revela el descubrimiento de que células específicas dentro del sistema inmunológico llamadas células B de memoria, que “recuerdan” la infección por el virus, y si se les reta de nuevo, a través de la reexposición al virus, desencadenan una respuesta inmunológica protectora a través de la rápida producción de anticuerpos protectores.
Los investigadores estudiaron a 25 pacientes con COVID-19 y tomaron 36 muestras de sangre de ellos desde el día 4 después de la infección hasta el día 242 después de la infección. Al igual que en otros estudios, que sólo analizan la respuesta de los anticuerpos, los investigadores descubrieron que los anticuerpos contra el virus comenzaron a disminuir después de 20 días de la infección.
Sin embargo, lo más importante es que todos los pacientes siguieron teniendo células B de memoria que reconocieron uno de los dos componentes del virus del SARS-CoV-2, las proteínas de la espiga y la nucleocápside. Estas células B de memoria específicas del virus estaban presentes de manera estable hasta ocho meses después de la infección.
Según Van Zelm, los resultados dan esperanzas sobre la eficacia de cualquier vacuna contra el virus y también explican por qué ha habido tan pocos ejemplos de reinfección genuina entre los millones de personas que han dado positivo en las pruebas del virus a nivel mundial.
“Estos resultados son importantes porque muestran, definitivamente, que los pacientes infectados con el virus COVID-19 conservan de hecho la inmunidad contra el virus y la enfermedad”, dijo. “Esta ha sido una nube negra que pende sobre la protección potencial que podría proporcionar cualquier vacuna COVID-19 y da una esperanza real de que, una vez que se desarrollen una o varias vacunas, éstas proporcionarán una protección a largo plazo”.
Hasta ahora, el estudio más prometedor sobre la inmunidad de los pacientes recuperados había sido el del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, centro impulsado conjuntamente por la Fundación “la Caixa” y el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, España, que había confirmado a mediados de diciembre que los pacientes recuperados por el nuevo coronavirus generan anticuerpos neutralizantes −capaces de bloquear el virus y, por tanto, con efecto protector− durante un mínimo de seis meses desde el momento de la infección.
Ambos estudioso afirman que estos anticuerpos se mantienen en niveles estables tanto en los pacientes asintomáticos como en los que han requerido hospitalización, tanto en leves como en moderados o graves.
(Infobae)